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El análisis del técnico de la Gimnástica Segoviana, Ramsés Gil, tras la derrota de su equipo en Espiñedo ante el Artenteiro, la segunda en seis jornadas de Primera RFEF, dejó dos claves. Una, de sentido común, comprobada por sus pupilos tras un mes de ... liga: sumar fuera de casa es difícil. La segunda, la importancia del acierto de cara a gol para llevar al marcador los escasos momentos de dominio, una obligación en duelos que rara vez tienen un discurrir monocromático. Incluso en sus dos derrotas, un resultado merecido por lo visto sobre el terreno de juego, el cuadro azulgrana tuvo momentos para llevar la contienda a su terreno. La consecuencia es que su equipo suma un gol en cuatro partidos a domicilio y se mantiene en mitad de tabla porque aquella diana anotada por Davo en Amorebieta valió tres puntos.
La estadística sustenta a medias la frase de Ramsés: es difícil ganar a domicilio. Pero no faltan ejemplos. De los 60 partidos disputados hasta la fecha tras seis jornadas de liga en el grupo 1, dieciséis han acabado en triunfo visitante. Es decir, un 26%. Redondeando, uno de cada cuatro. Precisamente el promedio que esgrimen los suyos, el equipo que más partidos a domicilio ha jugado en la liga porque empezó el calendario lejos de La Albuera y encadenó el bucle de dos desplazamientos consecutivos que marcan las matemáticas del calendario. La Real B también ha jugado cuatro.
Así las cosas, el único gol de la Segoviana a domicilio en Primera RFEF lo marcó Davo tras robarle la cartera a la defensa del Amorebieta en el minuto 88 para plantarse en mano a mano y dar una victoria soñada en el duelo inaugural ante un equipo que el año pasado estaba en Segunda División. El paso de las jornadas ha corroborado que el cuadro vasco no está atinado: el Nástic también le batió a domicilio en la tercera jornada y el Zamora, colista, le endosó el domingo un 5-0 que les hace compartir dos de las cinco plazas de descenso.
El tiempo también ha dejado ver que las derrotas azulgranas no fueron ante cualquiera. El Barakaldo fue muy superior para un 2-0 que se quedó corto, pues Carmona salvó la goleada. Con todo, los de Ramsés pudieron adelantarse en un córner rematado por Sergi Molina que la defensa sacó bajo palos y mantuvieron el 1-0 hasta el minuto 88. Los vascos, tras su victoria del domingo en Ourense, son uno de los cuatro empatados con 11 puntos en el segundo puesto. Un punto más que el Arenteiro, sexto, tras sumar ante los segovianos su tercera victoria seguida en un duelo que solo amarró con un gol a 17 segundos del descanso y una falta directa que embocó por la escuadra. A diferencia de la derrota en tierras vascas, los de Ramsés tuvieron juego y ocasiones, pero no gol.
Si acaso, la cuenta pendiente en las cábalas azulgranas es el partido de Ourense, un compendio de ocasiones, más a su favor, en especial dos claros disparos de Hugo Díaz, pero hubo de todos los colores. También para los gallegos, colistas con dos puntos, el único equipo del grupo que no conoce la victoria. Pero que pudo derrotar a la Sego en el descuento, algo que evitó Carmona con una parada salvadora.
El mejor visitante del grupo es la Cultural Leonesa, sólido líder con 16 puntos de 18 en juego tras ganar sus tres partidos a domicilio, en los campos de Arenteiro, Zamora y Unionistas, al que se impuso por 1-2 en la última jornada. Ponferradina, Barakaldo, Andorra –por partida doble–, Arenteiro, Real Unión, Nástic, Lugo, Real Sociedad B – también por partida doble–, Osasuna B y Tarazona también saben lo que es ganar lejos de su estadio. Es decir, 12 de los 20 miembros del grupo suman ya una victoria. Ganar fuera de casa es difícil, pero no imposible. Y necesario.
Ramsés Gil se medirá el domingo a partir de las 15:30 horas en La Albuera por primera vez al Zamora en partido oficial como primer entrenador de la Gimnástica Segoviana después de que los destinos de ambos, paralelos durante casi un lustro en Tercera División, quedaran separados por el covid. La pandemia interrumpió la temporada regular y alteró el formato de los ascensos, restringidos a cada región. Así que el Zamora subió en 2020 en una final a partido único ante los azulgranas, dirigidos entonces por Manu González, que lideraría el ascenso a Segunda RFEF en la siguiente temporada. Se reencuentran cuatro años después y dos categorías por encima.
La Segoviana llega en la más estricta clase media. Le separan tres puntos del cuádruple empate por el segundo puesto, al que habría accedido de haber ganado en su visita al Arenteiro. Su segunda derrota le mantiene en otro cuádruple empate por el noveno puesto con Ponferradina, Unionistas y el filial del Barça. Un duodécimo puesto: por detrás, el Tarazona (7), con un partido menos, Celta Fortuna y Lugo (6). Hasta aquí, la salvación. El descenso lo marcan con 5 el Amorebieta y el Sestao, por delante de Zamora y Bilbao Athletic, con 4, el Ourense, colista (2).
Pese al músculo económico del Zamora, la Segoviana, con su presupuesto de 1,2 millones, llega por delante. Aunque ambos han militado en Segunda RFEF, el reparto geográfico que citó a los segovianos con clubes madrileños y de la mitad sur peninsular ha aplazado una cita que durante años fue ordinaria.
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