Segovia

Los comerciantes de Blanca de Silos son partidarios de la reforma, pero recelan de la peatonalización

«Se recogen firmas a favor de la adecuación de Blanca de Silos y en contra del corte de tráfico y la peatonalización», reza un cartel en la puerta del comercio Bed's. Su dueña, Pilar Lázaro, ha apoyado el nacimiento de la plataforma contra el bulevar, apadrinada por la asociación vecinal del barrio de Santa Eulalia. Lázaro muestra las firmas que tiene recogidas, unas noventa. «Para que luego digan que somos cuatro pelagatos», dice con legítima indignación. «No estamos en contra de que nos arreglen la calle, pero sí de que la peatonalicen», insiste.

No es la única que piensa así. Unos números más abajo, María de Antonio atiende la boutique Quimera. También milita entre los llamados «detractores». «No servirá de nada lo que diga porque la decisión está tomada. El alcalde estuvo aquí el sábado y ya dijo que se iba a hacer. Por supuestísimo que quiero que remodelen la calle, porque hace falta, pero no que corten el tráfico. Mis clientas me están diciendo que para ellas va a ser un problemón. Ya veremos si no me tengo que ir». Idénticas sensaciones transmite Miguel Ángel María, de Calzados Juanjo, comercio situado en la acera de los pares: «Cortar el tráfico será catastrófico. Primero, porque vamos a perder visibilidad. Ahora mismo se acaba de ir una señora que viene porque su marido la trae hasta aquí en el coche. Sé que no todo el mundo opina igual, y te llevas disgustos, pero es lo que opino».

También lo tienen muy claro en la zapatería de enfrente, Talento. Habla Ana Cubero, empleada del negocio: «La peatonalización va a ralentizar más el tráfico en general, no solo en la zona. Desconozco el significado que quieren dar a la calle», opina. «Nosotros estamos en contra del corte porque nos beneficia que los coches pasen por la calle, sobre todo porque nos da publicidad. A partir de la ocho de la tarde, ya nadie pasa por aquí», añade Santos Pérez, de La Fábrica. Malvin Ramírez, el barbero del número 17 de Blanca de Silos, también rechaza la peatonalización. «Si ahora la gente se queja de que es muy difícil aparcar..., cuando no haya aparcamientos será más complicado todavía. Que arreglen la calle, pero que no la corten», afirma.

Luego están quienes desconfían de los verdaderos motivos del Ayuntamiento y hablan, fuera de micrófono, de intereses especulativos y de la proliferación de pisos de estudiantes y negocios hosteleros, en la línea de lo que denuncian algunos partidos políticos. «A saber lo que hay detrás», advierte un vecino.

Las dudas que suscita la peatonalización anunciada por el alcalde de Segovia, José Mazarías, es general. De los comerciantes o empleados consultados, pertenecientes a dieciséis negocios diferentes, solo cinco no ven con malos ojos la peatonalización. «Llevo aquí veinte años y tengo la doble condición de comerciante y vecino. Hemos sido testigos de la degradación que la calle ha experimentado en los últimos decenios. Entre una acción comercial y la peatonalización, me quedo con la peatonalización. Pasan muchas coches, la contaminación es evidente y por las noches la calle da miedo porque las farolas no están en condiciones y hay trapicheo, tanto en la plaza de Santa Eulalia como en la de Somorrostro. Así no podemos seguir», asegura Gonzalo Marinas, gerente de la inmobiliaria Siete Picos.

Carmen de Miguelsanz, de Zapatos Marian, también es partidaria de un cambio radical que revierta una situación deprimente. «Si la gente puede pasear tranquilamente, se detendrá más en los escaparates. Ahora, las aceras están intransitables. El otro día estuvo el alcalde, me enseñó las fotos del proyecto y creo que la calle va a quedar muy bonita. Desde luego, como está ahora es una porquería. La actuación se votó en las elecciones y el Ayuntamiento está legitimado para ejecutarla», apunta. Ana García es profesora de la autoescuela Segovia. Deja muy claro que su opinión es personal, que no habla por boca de la empresa: «A mí me gustaría que se peatonalizara porque va a acabar beneficiando al barrio. Es bueno que la calle se arregle, se reforme, se limpie y se busquen alternativas para el tráfico».

Gloria Estela Perafán, de Alimentación Mao, acepta la peatonalización si redunda en beneficio del comercio. «En un principio estaba en desacuerdo porque se necesitan aparcamientos; pero si el propósito es mejorar la calle y hacer un paseo que llegue a la Calle Real me parece bien porque beneficiará a los locales», señala. Tampoco rechaza de plano el bulevar peatonal Julio César Lozano, de Segobyte: «Se circula a mucha velocidad y la calle está muy dejada, el firme, las aceras... Hay peligro de atropello a diario. No me parece mal que se peatonalice, pero no conoceremos los efectos hasta que no lo veamos hecho».

La opinión es unánimemente favorable cuando se habla de reforma. Todos coinciden en que es hora de hacer algo. El cierre de locales ha contribuido a degradar aún más una calle muy dejada de la mano... del Ayuntamiento. «Necesitamos más luz y amplitud. Lo llevo pidiendo años», dice Miguel Ángel María. «Prefiero que peatonalicen a que no hagan nada», añade Natalia Bastos, de la peluquería Con Estilo Propio. «No podemos seguir así. El adoquín está mal, los bordillos, las aceras son muy estrechas... El otro día se cayó una persona y sufrió un traumatismo craneoencefálico. Por la noche, es una calle muy oscura», añade.

La reforma se acometerá. Y Blanca de Silos será peatonal. El Ayuntamiento tiene tomada la decisión, aunque Mazarías insiste en que es reversible y el tráfico volverá si la medida fracasa. Algunos no lo creen, otros sí. El tiempo dirá si el bulevar es un acierto o una metedura de pata.