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Junio, julio, agosto, septiembre y octubre. Cinco meses en los que la ausencia de precipitaciones y el anómalo calor del verano evaporaron reservas del embalse ... que nutre a la capital segoviana. El Pontón Alto empezaba a deshojar el calendario del año hidrológico, el pasado 1 de octubre, con 4,6 hectómetros cúbicos acumulados. O lo que es lo mismo, al 62% de su capacidad. Con pequeños repuntes en septiembre, la curva descendente del volumen embalsado continuó en otoño el descenso que había iniciado en los albores de la primavera.
Ese trazo encontró su suelo al comienzo de noviembre. El día 3 de mes pasado, el Pontón contenía 4,2 hectómetros cúbicos, lo que significaba estar al 56% de alcanzar su capacidad total, los 7,4 hectómetros cúbicos que marca el tope del vaso de este pequeño pantano situado en el término de Palazuelos de Eresma.
Desde ese día, las precipitaciones que han empapado las caídas de las hojas de los árboles -y también del almanaque- han llenado a rebosar el embalse. Treinta y un días de agua caída del cielo han bastado para 'olvidar' las carencias de cinco meses de penurias pluviométricas que llevaron a varios Ayuntamientos de la provincia a restringir usos y apelar al consumo razonable del recurso hídrico.
Las precipitaciones que recaba la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en el punto de medición de la salida del Pontón Alto, a fecha de este lunes 12 de diciembre, acumulan en torno a 129 litros por metro cuadrado en el año hidrológico actual, es decir, desde el 1 de octubre. Este mes, la lluvia supera en esta localización los 72 litros.
Pero es el caudal el que explica mejor el fenómeno del veloz rellenado del pantano que abastece a la capital segoviana. El borbotar del Eresma en la salida del Pontón circulaba a un ritmo de 6,31 metros cúbicos por segundo al mediodía de este lunes. Son 6.310 litros por segundo, cuando la media del último trimestre era de 0,77 metros cúbicos en ese mismo lapso de tiempo. Se ha multiplicado por ocho el caudal saliente hacia el cauce que discurre por el tramo urbano. Solo en la referencia temporal del último mes, se ha triplicado el volumen que sale del Pontón.
De ahí que no extrañe la crecida que ha experimentado el cauce del Eresma a su paso por la capital segoviana, más evidente aún a raíz del paso de la borrasca Efraín, que ha regado con ganas la ciudad y el resto de la provincia. La CHD señala que el río ha elevado su altura 25 centímetros en el punto de medición que posee en la ciudad. Una variación que se ha producido en solo dos días de persistentes precipitaciones sin apenas tregua. Esos mismos datos especifican un nivel del cauce de 1,59 metros, cuando la media del trimestre más reciente no llega al metro (0,99).
Esto quiere decir que el Eresma baja por su trazado urbano de Segovia un 60% más alto de lo que lo ha hecho desde septiembre. El caudal, obviamente, también ha crecido. Este lunes, el río discurría con la mayor fuerza en lo que va de año hidrológico, a 11,47 metros cúbicos por segundo, es decir, 11.470 litros por segundo, lo que equivale a multiplicar por ocho aproximadamente el caudal medio del trimestre.
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