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El Ejército tiene suficiente demanda de candidatos en estos momentos en Segovia para cubrir la oferta de plazas. «La ratio de tres por plaza se sobrepasa», esgrime el subdelegado de Defensa, Roberto Fernández, quien habla de la presencia tradicional de la Base Mixta y la ... Academia de Artillería como incentivos para que los segovianos asuman la carrera militar. «Estamos dentro de las provincias de España con mayor índice de gente que pregunta y que se presenta para acceder a la carrera militar. La juventud es nuestro futuro», apostilla el responsable.
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Ana María Criado
Ana María Criado
Desde enero hasta diciembre, Segovia recibió 143 solicitudes de información relacionada con el acceso a las Fuerzas Armadas,. De ellas, 73 fueron consultas presenciales; 44 telefónicas, mientras que 26 se hicieron a través de la web del Ministerio de Defensa. El incremento es del 31% respecto al mismo periodo del año 2022.
Las preguntas suelen ser sobre cuándo salen las convocatorias, los requisitos, la documentación a aportar o los posibles destinos. La ratio es de dos candidaturas por cada tres consultas.
143 solicitudes
de información se han registrado en la provincia, entre enero y diciembre de este año, relacionadas con el acceso a las Fuerzas Armadas
Tras la publicación de las diferentes convocatorias para acceso a las escalas de oficiales, suboficiales, tropa y reservistas voluntarios, se tramitaron 95 solicitudes de ingreso. Destaca el hecho que el 21% correspondió a personal femenino, lo que supone un incremento del 5% respecto a 2022. En términos globales, prácticamente se calcaron las cifras alcanzadas el anterior ejercicio (96), lo que mantiene porcentualmente a Segovia entre las primeras provincias de España. Son candidatos con residencia en la provincia que se presentan a través del Ministerio.
De ellos, once lo hicieron en la escala de oficiales (Academia General Militar del Ejército de Tierra, Escuela Naval Militar o Academia General del Aire); cuatro en la de suboficiales (Academia Básica de Suboficiales del Ejército de Tierra, Escuela de Suboficiales de la Armada o Academia Básica del Aire); 68 dentro de tropa y marinería en los centros de formación de los Ejércitos y Armada, y doce para reservistas voluntarios a los que se activa durante cuatro meses al año.
La Subdelegación desconoce cuántos de esos 95 obtuvieron plaza por protección de datos: cada candidato tiene asignado un número que solo conoce el tribunal. «Nosotros estamos fuera del circuito. Tenemos sospechas, pero no hay pruebas fehacientes».
El sistema de ingreso es por concurso de méritos. Los candidatos tienen que presentar su expediente académico; los oficiales necesitan la EBAU; los suboficiales, Bachillerato, y la tropa, acabar la ESO. Hay requisitos globales como la nacionalidad española, cumplir los 18 a lo largo del año de la convocatoria y la ausencia de antecedentes penales o de tatuajes –en cualquier parte del cuerpo, pues el reconocimiento médico es desnudo– que «atenten contra la disciplina o la imagen de las Fuerzas Armadas».
Después hay una prueba eliminatoria de inglés, un examen psicológico y las pruebas físicas, las mismas para oficiales y suboficiales. Es obligatorio superar cada una: tren inferior, salto vertical, tren superior –flexiones–, 50 metros en velocidad, un kilómetro –los hombres deben hacerlo en 3:55 y las mujeres en 4:25–, natación y un circuito de agilidad. El último paso es el reconocimiento médico para descartar problemas. «Aquí detectamos hace años a un chico que no había desarrollado bien un riñón y no pudo ingresar», recuerda Fernández. Hay límites por edad: 21 años para oficiales y suboficiales y 29 para tropa y marinería.
La convocatoria de oficiales y suboficiales sale en mayo; tropa y marinería, al ser más, se convocan en dos ciclos: enero y junio. A nivel nacional, entre los oficiales en 2023 hubo 245 plazas para el Ejército de Tierra, 82 para la Armada, 96 para el Ejército del Aire, 75 de la Guardia Civil, 20 jurídicos, 20 interventores y 123 de sanidad –incluye médicos, psicólogos o dentistas– y dos músicos. En suboficiales, hubo 224 para Tierra, 48 para la Armada, 60 en Aire y 30 para músicos. Para tropa y marinería, salieron 4.576 plazas en Tierra, 1.160 en la Armada y 1.090 en Aire. Fernández esgrime que la ratio se mantiene a nivel nacional.
245 plazas
para oficiales fueron convocadas a nivel nacional para el Ejército de Tierra; 82 para la Armada; 96 para el Ejército del Aire, y 75 para la Guardia Civil.
Lo habitual es que todo aspirante segoviano al Ejército haya escuchado alguna charla en el instituto. Fernández, profesor de academia y con formación pedagógica, es reconocido por la calle por su público. Hace unos días un amigo suyo escuchó a un grupo de adolescentes decir: «ese es el coronel que vino a darnos la charla». Cuenta un ejemplo reciente de una alumna de cuarto de la ESO «muy ilusionada» que se presentó con sus padres en busca de más información. «Todas las semanas tenemos visitas. Diariamente pueden ser uno, dos o tres, dependiendo del calendario. Chicos con sus padres que vienen a interesarse». Una comunicación que se antoja necesaria por el salto generacional y los requisitos del nuevo Ejército.
«Hay padres que vienen pensando que esto en como la antigua mili, pero la formación mínima es cuarto de la ESO porque ya tropa ya es profesional y desempeña cometidos que pueden ser complejos como manejar sistemas de armas», expone el subdelegado de Defensa. Los famosos carros de combate Leopard son, en esencia, ordenadores de 52 toneladas. «Y muchas cosas se manejan desde pantallas táctiles», agrega.
Roberto Fernández
Subdelegado de Defensa en Segovia
La demanda de aspirantes da a las Fuerzas Armadas manga ancha para no bajar el listón de acceso. «Siendo estrictos, tenemos bastantes aspirantes. No se ha quedado nada vacante y nunca hemos bajado de tres por plaza».
Fernández admite la dificultad para diferenciar la captación de la propia difusión de la labor del Ejército. «Para convencer a alguien, primero tiene que conocerte», matiza. La Junta de Castilla y León dio el año pasado cabida a hablar sobre las Fuerzas Armadas –tanto en lo que atañe al acceso a la carrera militar como las misiones– dentro de la asignatura de Educación de Valores Cívicos y Éticos. «Cuando vimos esto, nos ofrecimos a todos los directores de los centros de Secundaria y les dimos dos opciones. Si querían que formásemos nosotros al profesor de la asignatura o que fuésemos nosotros a dar la charla. Contamos lo que estamos haciendo por ahí, los diecisiete escenarios en los que estamos desplegados, los casi 3.000 hombres y mujeres que van relevándose». Se enorgullece de que esas charlas son meses después 'vox pópuli' hasta el punto de que Nava de la Asunción las pidió para adultos.
Por error, en la primera versión de esta noticia se llamaba Roberto Martínez al subdelegado de Defensa en Segovia. El fallo ya ha sido corregido y se ha actualizado con el verdadero nombre del subdelegado de Defensa en Segovia, Roberto Fernández.
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