La historia dice que la Gimnástica Segoviana saca puntos en La Albuera y rasca lo que puede en la carretera. Pero tras casi dos tercios de competición, la estadística deja un escenario inaudito en su historia reciente: el número de puntos en su estadio y ... a domicilio es exactamente el mismo. Así es como el equipo de Ramsés Gil ha dado la vuelta a la tortilla. De pasar nueve meses sin ganar lejos de Segovia a registrar unos números desde noviembre que dan miedo, los mejores del grupo V.
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Son diferentes ingredientes para un resultado similar al del curso pasado. La Segoviana tenía doce meses atrás 35 puntos tras 22 jornadas y estaba empatada en el tercer puesto con Navalcarnero y Villanovense. El 71% de esos puntos (25) llegaron en La Albuera, donde el equipo estaba aún imbatido. Fuera había ganado dos partidos –en Leganés y Socuéllamos, que posteriormente perderían la categoría–; tenía lejos al líder, el Melilla (44), y solamente un punto de ventaja respecto al primer perseguidor del 'play off' de ascenso. Este curso la Segoviana, cuarta, tiene un punto más (36) y suma los mismos (18) en casa que fuera. El liderato lo tiene a tiro, a tres puntos. Y tiene una ventaja de dos puntos con el primer rival a la caza de la fase de ascenso, el Getafe B (34), que va a más.
El mérito del equipo es haber dado la vuelta a su dinámica a domicilio y transformar una debilidad en fortaleza. La Segoviana llegó a noviembre con nueve meses sin conocer la victoria lejos de casa, los que transcurrieron entre su triunfo en casa del Montijo el 26 de febrero y la victoria ante el Cacereño el 19 de noviembre. Desde entonces, el equipo de Ramsés Gil suma cuatro victorias (Cáceres, Badajoz, Villanueva de la Serena y La Palma), dos empates (Llerenense e Illescas) y una derrota (Numancia) en sus últimas siete salidas: 14 puntos de 21, un promedio de 2 por partido. Ha perdido tantos partidos en casa como fuera: dos.
La consecuencia es que la Segoviana ha pasado de ser uno de los visitantes menos fértiles al tercero del grupo V que más suma a domicilio, los mismos que el Cacereño (18) en 12 partidos. Solo suman más el Sanse (20) y el Illescas (21), que cimentó el domingo su condición de viajero hostil con su victoria en Soria ante el Numancia tras una primera parte histórica para un equipo que el curso pasado estaba en Tercera División, un 0-3 que conservaron con apuros para el 2-3 final. Los dos equipos inmersos en la lucha por el ascenso que menos suman fuera son el Atlético Paso (12), que pudo ganar en Navalcarnero y tuvo que conformarse con el empate, y el Getafe B (10). Estos dos son el perfil azulgrana del año pasado, clubes que cimentan su buena temporada porque suman mucho en casa.
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Así las cosas, la Segoviana tiene 11 puntos de ventaja con el descenso y podría desbancar el domingo al Sanse del liderato. Para ello necesitaría ganar a los madrileños –una victoria que valdría el average particular– y que ni Numancia ni Illescas, segundo y tercero, respectivamente, ganen sus partidos. El club anunció ayer una promoción de cara a este partido que los socios puedan recoger entradas a tres euros para sus acompañantes en venta anticipada en los puntos habituales (Estanco UVa, Deportes Miguel Ángel, Óptica C&C, Bar Gallego, Pastelería Acueducto y la sede del club). La opción está disponible hasta el viernes; el domingo, la entrada en taquilla tendrá el precio habitual.
Pasan las jornadas y los ocho primeros están en seis puntos. Se suma al carro el Adarve, el próximo rival de la Segoviana a domicilio, que ganó al Talavera y le igualó en la tabla (33). Por abajo, sigue el drama del Badajoz (21), que perdió en San Fernando, que marca el 'play out' con 26.
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La Gimnástica Segoviana consiguió a la séptima su primera victoria en Canarias, 24 años después de su primer viaje al archipiélago en su primera temporada en Segunda B. Un historial aciago de cinco derrotas y dos empates en recintos con denominadores comunes: escasas dimensiones y césped artificial.
La Segoviana se estrenó en el archipiélago en el mismo campo en el que terminó rompiendo el fario, ante el Mensajero, encerrado entre montañas. Fue el 26 de septiembre de 1999, en el tramo inicial del concurso de los azulgranas en el grupo I de Segunda B. Y cayeron sin paliativos (4-0), un partido en el que el actual presidente, Agustín Cuenca, vestía de corto y vio una amarilla. Esa campaña incluyó tres viajes más a las islas. El siguiente, en octubre, fue un empate a cero ante el Universidad de Las Palmas, el único punto de los segovianos en Canarias, hasta ahora. Ya en 2000, con el descenso a Tercera en el horizonte, los azulgranas cayeron ante el Lanzarote (3-1) y el Playas Jandía (2-1).
Las dos siguientes aventuras de los segovianos en Segunda B (2011/12) y 2017/18) estuvieron exentas de compañeros canarios. En Tercera, hubo dos 'play off' de aciago recuerdo. En 2007, la Sego empató la ida a cero en Santa Brígida (Gran Canaria) y cayó eliminada en La Albuera tras un 2-2. Otro fue en 2013, entonces bajo la dirección de Santi Sedano. La Segoviana superó en la ida de la primera ronda al Atlético Granadilla (1-0), pero perdió en Tenerife una semana después (3-0) en el último partido como futbolista de Agustín.
La primera temporada de los segovianos en Segunda RFEF no incluyó rivales canarios. Pero el curso pasado sí hubo visita insultar, también en La Palma, ante el Atlético Paso, un duelo en el que los segovianos perdieron por 3-1 pese a adelantarse. El calendario les da una revancha el 28 de abril; antes, el 10 de marzo, visitarán al San Fernando.
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