Segovia

El Ayuntamiento realizará más ensayos de movilidad tras probar las lanzaderas

Las lanzaderas han protagonizado los temas de conversación de la semana en marquesinas y asientos de los autobuses. Los usuarios han intercambiado opiniones de diversa índole: hay algunas experiencias a favor y muchas en contra. Este dilema también llegaba a los conductores, que durante el periodo de prueba han tenido que adaptarse a diversos cambios y resolver un sinfín de dudas de los pasajeros.

De lunes a viernes, se han observado multitud de personas que atravesaban la plaza Oriental, bajo el Acueducto, o corrían desde la avenida Vía Roma para llegar a tiempo a la estatua de la Loba Capitolina. Allí se estacionaban las dos minibuses con señalización luminosa que indicaba: «Lanzaderas al centro». Compartían espacio con la línea 10, lo que dio lugar a confusiones. A diferencia de esta última, las salidas de las lanzaderas eran cada diez minutos -no dependían del número de viajeros- y el destino era la plaza de San Facundo, no la calle Colón.

En este tiempo, multitud de testimonios han lamentado sobre todo la necesidad de realizar trasbordos y esperar al vehículo a la intemperie e, incluso, bajo la lluvia, algo que sucedió este jueves. Otros han considerado que estos inconvenientes pueden resolverse de cara a mejorar la fluidez del tráfico y el estado de conservación de la vía en el casco histórico. En cualquier caso, el regidor remarca que estos cambios en el servicio de transporte de Avanza consisten en «un ensayo para recopilar datos que no es definitivo». «No estamos tomando decisiones, estamos viendo la posibilidad que tenemos de hacer estos cambios», refiere.

Aún consciente de «las críticas de los vecinos», Mazarías considera que los resultados recabados demuestran que «la reducción del paso de grandes autobuses por el casco antiguo y la optimización del servicio son posibles». Será necesario acometer reajustes, para lo que se contempla determinar un espacio concreto a modo de intercambiador donde los ciudadanos se bajarán de los autobuses y subirán a las lanzaderas. Esta alternativa permitiría a su vez evitar la dispersión de las líneas en cinco localizaciones, una cuestión que también protagoniza las quejas más repetidas entre los usuarios.

Otro de los inconvenientes más populares es el incremento del tiempo requerido para realizar los viajes con motivo del trasbordo. «Evidentemente hay un retraso, pero no podemos atender solamente a criterios de la duración de los desplazamientos», indica. En este sentido, declara que se van a estudiar distintos modelos para hacer más eficiente el servicio de transporte.

Hay cifras que explican el interés del Ayuntamiento por persistir en este objetivo. Según detalló Mazarías, se llevan a cabo 96 viajes de lanzaderas por jornada, por lo que en cinco días han tenido lugar 480 entre el Acueducto y la plaza de San Facundo, que han sustituido 1.250 trayectos de autobuses de mayor tamaño. «Son 770 menos», apostilla. Sería un ahorro de más de 40.000 circulaciones por la calle San Juan en tan solo un año. El Ayuntamiento recibe la noticia de forma positiva al considerar que esta práctica permitiría alargar la vida útil de las vías adoquinadas del casco antiguo.

Si se traducen las idas y venidas en kilómetros, estos días se han reducido los 1.000 habituales -con la llegada a Colón- a tan solo 264 -con la parada en la plaza de San Facundo-. «Hay que tener en cuenta que en el contrato de autobuses una de las cosas que se paga es la distancia recorrida», especifica. No obstante, la puesta en marcha de esta medida conlleva un mayor gasto de personal, ya que son dos servicios más que se suman a los ordinarios. Esta variación de costes relativa a los ensayos se ajustará a final del año.

También perciben este aspecto como un punto a favor a la hora de descongestionar el tráfico del centro de la ciudad, lo que será un dato «a tener en cuenta» en la definición de la Zona de Bajas Emisiones, cuya solicitud de prórroga a 2025 ya se ha enviado a los organismos competentes. «La movilidad en una ciudad como Segovia es un todo; los pequeños detalles repercutirán en el resto», especificó el alcalde.

Mazarías hace hincapié en la media de ocupación de los vehículos. Hasta el jueves, cada autobús trasladaba a cerca de siete personas. Si se aplica esta misma cifra a un vehículo que alberga mayor aforo, «saldría a 1,7 personas por trayecto», asevera. Las pruebas se han realizado de 10:30 a 13:00 horas y de 17:00 a 22:30 horas, en un momento de baja demanda de pasajeros considerado «valle». «Con las dos lanzaderas, es suficiente», insiste.

No se descarta probar esta alternativa a la movilidad en otros puntos de la ciudad, como es en la conexión entre la zona del Velódromo y el Paseo del Salón. Hay parámetros cuyo análisis ha quedado pendiente, como es el efecto disuasorio. «Tenemos que seguir investigando», afirma.

La digitalización también guiará muchos de estos ensayos, ya que se prevé la implantación de un nuevo método que permita el pago de los autobuses a través del móvil. Está previsto que esta iniciativa llegue a mediados de octubre en las líneas 11 y 12, de traslado al Ave. «Si funciona, lo extenderemos al resto de líneas», concluye el regidor.