Cuéllar licita por segunda vez la renovación de dos calles y del cruce de San Francisco

La renovación de la pavimentación de estos espacios viales se encuentra incluida en el presupuesto municipal de este año, e incluye la reorganización de los recorridos, la regularización de las pendientes y la sustitución, adecuación y soterramiento de las instalaciones, con canalizaciones para los suministros básicos, redes de abastecimiento y saneamiento, hormigonado y terminación en adoquín, al igual que el resto de las calles del centro de la villa.

De hecho, además del mal estado del asfaltado de algunas de estas vías, la motivación principal de llevar a cabo este proyecto es que este espacio cuente con una continuidad, ya que las calles Parras y Concepción, inicio y final de las calles Rosario y José Espronceda, están terminadas en adoquín, mientras que estas dos últimas no lo estaban.

Tanto en estos dos viales como en el cruce de San Francisco, la obra proyecta la ejecución de un viario de coexistencia, con las aceras al mismo nivel que la calzada, separadas por un encintado de piedra para la división visual de ambos espacios. En la calle Rosario, cuya anchura no alcanza los 2,70 metros en algunos tramos, se propone la formalización de una espina central, mediante un encintado de granito, que se prolongará desde el existente en la calle Concepción y rematará en otro transversal en su encuentro con la pavimentación de la calle Parras.

Noticia relacionada

El Ayuntamiento de Cuéllar moderniza el aspecto del salón de sesiones

Mónica Rico

Un caso distinto es el de la calle Espronceda, cuya anchura alcanza los 4,45 metros en su punto más estrecho, por lo que se optará por la realización de encintados laterales para delimitar una zona de calzada central de anchura constante, que rematarán en encintados transversales en su encuentro con las calles Parras y Concepción.

Tal vez el cambio más visible será el del cruce de la plaza de San Francisco, donde, aprovechando la realización de esta obra, se ha decidido eliminar el bordillo y aceras existentes en uno de los márgenes, donde también se eliminarán las vallas. Así, se trata de integrar esta zona con el resto del vial, lo que se hará con adoquín y encintados en piedra para las delimitaciones.