Segovia

El Ayuntamiento implantará las lanzaderas cuando disponga de un intercambiador cubierto

Mazarías sí insistió en que las pruebas que se realizan desde el lunes son precisamente eso, ensayos que buscan detectar posibles mejoras del servicio para que sea más eficaz. En este sentido, subrayó que las lanzaderas consiguen uno de los principales objetivos perseguidos, que no es otro que evitar que alrededor de 800 expediciones con autobuses de gran tonelaje lleguen cada semana hasta el casco antiguo de Segovia. «Estamos moviendo hierro para transportar aire», dijo Mazarías en referencia a la envergadura de los vehículos y a la escasa ocupación que suelen tener en la parte final de sus trayectos.

«Es una forma de trabajar por la sostenibilidad y de facilitar el transporte urbano», defendió el regidor, que advierte a los segovianos de la necesidad de cambiar la costumbre que hay en Segovia a utilizar un transporte público «lineal» en el que no es necesario realizar cambios de líneas para llegar al destino. «No es sostenible ni medioambientalmente aceptable», comentó.

Sobre los tres primeros días de ensayo del sistema de lanzaderas, afirmó que han resuelto varios de los problemas detectados el año pasado, cuando hubo numerosas quejas por la necesidad de desplazarse a pie desde el punto en el que los autobuses descargaban a los pasajeros hasta el lugar donde iniciaban su trayecto las lanzaderas. También han observado que los microbuses son más utilizados por las tardes que por las mañanas, con preferencia por la línea que llega al casco antiguo a través de la cuesta de San Juan. La otra de las lanzaderas, que entra al recinto amurallado a través de la calle Doctor Velasco, solo ha alcanzado el centenar de usuarios en uno de los tres primeros días de ensayos.

Por último, reconoció que el número de pasajeros que llegan hasta el casco antiguo es inferior al que habitualmente se traslada al centro de la ciudad a través de las líneas con final de recorrido en Colón. «Somos conscientes de que hay gente que no quiere esperar esos cinco minutos que pueden tardar en llegar las lanzaderas y prefieren subir andando», dijo. Una situación que para el alcalde no supone desincentivar el transporte público. «Se trata de proporcionar un adecuado servicio y de optimizar los recursos», concluyó.