Animalejos lanza un SOS para reparar los desperfectos del temporal en el refugio

Dentro de lo malo y de las adversidades que se desencadenaron por las inclemencias meteorológicas, en la asociación respiraban aliviados este pasado sábado 8, día de la crecida que afectó a la protectora. Y es que, en el momento en que se desbocó el cauce, se hallaban en las dependencias del centro Francisco Martín, que es el responsable de que los animales estén lo mejor atendidos posible, y un grupo de voluntarios que colaboran desde la solidaridad con Animalejos. «Gracias a su rapidez a la hora de reaccionar y actuar, no hubo que lamentar daños» en los huéspedes caninos, gatunos y equinos que viven en las instalaciones, se felicitan en la asociación.

Eso sí, no fue nada sencillo. «Tuvieron que dejar los coches allí y salir a la carretera para que vinieran a buscarlos», relata Fátima García, representante de la protectora segoviana. La portavoz pone de manifiesto cómo no solo las fuertes lluvias que cayeron en esas horas fatídicas y que se acumulaban a las que se habían registrado durante las jornadas anteriores, sino también las potentes rachas de viento, se aliaron para sembrar un cúmulo de desperfectos en las dependencias que gestiona la asociación.

Esas feroces ráfagas «tiraron vallas de varios patios y numerosas placas metálicas que hacen las funciones de tejado en los cheniles» donde se alojan los animales que cría, cuida y custodia este colectivo hasta que encuentran un dueño apropiado para ellos.

En ese escenario harto complicado, los voluntarios arrimaron el hombro y se pusieron manos a la obra para intentar minimizar el reguero de daños que estaba dejando tras de sí el paso de la borrasca Jana. Y menos mal, porque «de haber estado solo Francisco, la situación hubiera sido más grave», apunta Fátima. Los que estaban presentes en la protectora subieron a la cubierta para poner pesos con el objetivo de impedir que saliera volando. La portavoz describe cómo colocaron piedras y otros materiales para reforzarla y sujetarla en la medida de lo posible frente a las embestidas del viento.

Al maniobrar de urgencia y a toda prisa para evitar males mayores, al final hay una serie de placas galvanizadas que hacen las veces de tejado que se doblaron. La representante de Animalejos apremia en la necesidad de cambiar estos elementos que quedaron maltrechos e inutilizados para cumplir con su función.

En este sentido, la asociación ha elaborado una lista con los materiales que les serían de una gran utilidad en la reconstrucción y el arreglo de las instalaciones dañadas. Así, se antojan perentorias la provisión de vallas metálicas de obra para sustituir las afectadas por el temporal, así como la puesta a disposición de la protectora de malla de ocultación de tipo militar, que también el vendaval rompió, desgarró y voló durante el azote del último fin de semana. Los representantes de Animalejos hacen hincapié en pedir además postes metálicos y arena o cemento para sujetarlos a las vallas.

El colectivo añade a esta relación de necesidades que han quedado tras el paso de la borrasca bridas y placas galvanizadas como las que vienen usando como tejado en las casetas donde se alojan los animales.

En la actualidad, Animalejos da cobijo en su sede de La Losa a cinco gatos, treinta y dos perros y un par de yeguas. Estas se llaman Sara y Concha. La portavoz de esta protectora advierte de que el terreno en el que normalmente se encuentran las dos jacas presenta una pronunciada pendiente. «Cada vez que llueve, se embarra todo y el agua cae en cascada», describe la situación Fátima. Para paliar estos problemas, la asociación solicita ayuda, bien de alguien que disponga de un tractor para que are la zona y abonarle el precio de la labor, o bien que haya algún propietario que se disponga a convenir con Animalejos un alquiler por la maquinaria para que los propios miembros de la protectora efectúen la tarea. El pero que ven a esta opción es el transporte hasta las instalaciones, ya que presuponen que sería caro.

No es la primera vez que el colectivo demanda ayuda a través de los altavoces de sus perfiles en redes sociales. Hace unos años, la falta de reservas de pienso para alimentar a los animales ya motivó otro SOS, un llamamiento a la movilización, ya que cuanto más viejos son los inquilinos, más gastos.

Fátima llama la atención sobre la reciente llegada al refugio de varios galgos, coincidiendo con la finalización de la temporada de caza. Los dueños, una vez que ya les han servido para sus prácticas cinegéticas, les abandonan y en los casos más crueles, les matan. En la actualidad, Animalejos se hace cargo de once galgos recogidos.

Además, la asociación tiene repartidos alrededor de veinticinco perros y unos veinte gatos en casas de acogida, que es otra de las modalidades que brinda a quienes estén interesados en colaborar con el trabajo que desarrolla el refugio. «Son animales maravillosos». Así anima Fátima a conocer a los inquilinos de la protectora.

La mejor contribución es la adopción, ya que, además de asegurarles un hogar en el que se sientan queridos y reciban los cuidados que merecen, a la protectora la permite avanzar en acondicionar las instalaciones, mejorar el estado de los patios y de los cheniles para los que vengan después. Pero quienes lo deseen también pueden poner su granito de arena con donaciones económicas o mediante el apadrinamiento de los inquilinos del refugio.