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No imaginaba una nota tan alta, aunque su expediente académico preludiaba los buenos resultados. Patricia Delgado Calleja, estudiante del instituto Andrés Laguna de la capital, consigue la mejor nota de la EBAU del distrito segoviano de la Universidad de Valladolid. Un 9,9 en la ... fase general -y un 13,9 si se suman las asignaturas específicas- le permitirán cumplir un sueño que tiene «desde pequeñita»: estudiar Medicina.
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A las 10:00 horas de este viernes, cuando se publicaban las notas de las pruebas de acceso a la universidad, la joven de San Cristóbal de Segovia cruzó los dedos y, tras armarse de valor, comprobó sus calificaciones. En ese momento estaba sola en casa. «Cuando las vi, dije: 'madre mía'». Apenas tardó un par de minutos en hacer el cálculo y llamar a sus padres para comunicarles que su cifra rozaba el diez. «Ha sido una alegría», insiste.
Los nervios y las intensas horas -casi días- de repaso del temario de 2º de Bachillerato han dado sus frutos. La alumna segoviana reconoce que ha sido el curso más complejo de toda la etapa lectiva, «un año durillo, de mucho esfuerzo». Pero para nada «horrible y agobiante». A su juicio, lo peor es el nivel de autoexigencia de cada uno. Su aspiración desde la infancia había sido estudiar Medicina, grado que requiere una elevada nota. «Iba con miedo, porque además hay diferentes exámenes en el resto de comunidades autónomas... Pero no queda otra», subraya.
Al principio de curso, Patricia se dijo: «Hay que ir a lo que se pueda». Nueve meses más tarde, sabe que podrá seguir los pasos de su madre, quien es médico y, por tanto, su principal referente. Ya tiene alguna preferencia sobre la especialidad: «Cardiología siempre me ha gustado», refiere.
Su primera opción es formarse en Valladolid, donde nacieron sus padres y familiares. «Es una ciudad más recogida y le tengo especial cariño», afirma. No obstante, su excelente calificación le hace dudar. El sumatorio de las materias específicas le permiten alcanzar un 13,9 de un máximo de 14 puntos. «Puedo ir donde quiera», reconoce. Esta será una elección que consultará con la almohada en los próximos días.
La joven del Andrés Laguna cursó la modalidad de Ciencias de la Salud y obtuvo un diez «redondo» en Matemáticas e Inglés. En Química, le faltó tan solo una décima. Si bien es cierto que rechazó adivinar las notas para evitar sobresaltos, «con malas sensaciones no salí de ningún examen». Un pensamiento bien merecido después de repasar unas diez horas diarias las dos semanas previas a la EBAU.
«Soy bastante cuadriculada y me repartí las asignaturas en mañana y tarde», esgrime. La planificación es un consejo que traslada a los futuros aspirantes, además de «dormir bien» los días previos para acudir tranquilos a los exámenes y, en definitiva, «perder el miedo».
La joven ya tiene numerosos planes este verano. La playa y el examen teórico del carnet de conducir son protagonistas, aunque sobre prioriza descansar. Se lleva un buen recuerdo de su preparación en el CEIP Marqués del Arco y de su instituto. Así, agradece el apoyo de todos sus profesores, sobre todo de los del último año al considerar que ha sido «esencial» a la hora de obtener los buenos resultados.
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