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Jóvenes repasan los apuntes instantes previos del comienzo del examen de Literatura. Antonio Tanarro

Una EBAU pasada por agua y algunas lágrimas

Los mensajes de suerte y ánimo proliferaron en el campus María Zambrano en la primera jornada de exámenes de acceso a la universidad de más de 750 segovianos

Miércoles, 7 de junio 2023, 17:20

«Ha caído el uno, el primer tema; la porra es mía», celebraba un aspirante a acceder a la universidad mientras abandonaba con sus compañeros el aula del examen de Literatura. Lo que para algunos ha sido una buena noticia, para otros ha sido el comienzo de un mar de lágrimas desconsoladas. Son gajes del oficio propios de la primera jornada de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), que reúne a 756 estudiantes segovianos en las dos sedes ubicadas en el campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid.

Los nervios y el estrés protagonizaban los minutos previos al comienzo del primer examen de la EBAU. Rubén Darío y Antonio Machado han sido los nombres más populares en la prueba de Literatura, que han relegado a los de Claudio Rodgríguez y Buero Vallejo. Aunque el ejercicio se inició a las 9:00 horas, el campus segoviano recibía estudiantes desde casi las 8:00 horas. Muchos de ellos, procedentes de lejanos puntos de la provincia, donde el largo viaje había estado amenizado por la repetición de los esquemas de las asignaturas.

Menos mal que algunos profesores llevaban bolígrafos o típex de repuesto ante la previsión de alumnos olvidadizos. También botellas de agua, pañuelos e incluso caramelos. En definitiva, todo lo necesario en un intento de levantar el ánimo a los jóvenes postulantes a los estudios universitarios. La presión se recrudece al ser 2023 el último año que se caracteriza por la 'modalidad pandemia', que permite elegir entre más opciones de preguntas a las que dar respuesta.

En esta ocasión tampoco ha faltado el paraguas. La EBAU ha estado pasada por agua, lo que ha dejado algunos momentos anecdóticos. No se sabe si la ropa mojada habrá afectado a la concentración del alumnado. Al menos, sí se ha dado crédito de varios casos de apuntes emborronados por la lluvia. En una mínima parte, también por las lágrimas. Son las consecuencias de apurar el repaso hasta el último minuto, pese a que «la suerte ya está echada», se tranquilizaban unos estudiantes a otros.

Sin incidencias

Las primeras horas de la EBAU han transcurrido sin incidencias reseñables. Algún DNI extraviado ha aparecido a los pocos minutos o los aspirantes han mandado el recado de buscarlo en casa a algún familiar. Uno de los momentos más críticos ha tenido lugar en el llamamiento de los alumnos para entrar en las clases repartidas por el edificio, donde sus nombres y apellidos en la lista no aparecían y tenían que acudir a otra aula. No obstante, todo quedó resuelto en los apenas unos minutos.

Una vez sentados en la mesa, todo era cuestión de comprender, recordar y escribir. «Ya estamos aquí, ya hemos llegado... Vamos a respirar», pronunciaba una de las profesoras en un intento de calmar el ambiente. Han sido habituales las uñas mordidas, el temblor de piernas o los discursos motivadores. Cada uno tiene sus trucos para estabilizar la gran montaña de emociones. «¡Ánimo!», manifestaban los docentes instantes antes de que los estudiantes recibieran las instrucciones pertinentes.

La hora estuvo proyectada en grandes paneles durante los 90 minutos de duración de los exámenes, un tiempo límite que la gran mayoría de postulantes agotaron. Nada más salir de clase, emotivos reencuentros con profesores y padres fueron testimonio de los posibles resultados. «No mires ya más, ya está, tienes buena nota en Bachillerato», consolaban unos compañeros a otros que se habían dado cuenta de que su respuesta era errónea tras revisar los apuntes.

La jornada continuó con la prueba de Historia de España, a las 11:30 horas, con preguntas desde los Tartessos hasta la Constitución de 1978; y prosiguió con Lengua Extranjera II, a las 16:30 horas. Este jueves y viernes los 756 jóvenes se darán cita con las materias troncales generales de modalidad y materias específicas. Algunos estudiantes se enfrentarán a siete exámenes, es decir, más de diez horas de concentración en tres días. Para muchos de los aspirantes, el resultado numérico de la EBAU será determinante en su futuro.

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