El 'algodón' revela más secretos de la Catedral de Segovia

Falta poco para que el Cabildo de la Catedral de Segovia vista de largo otro proyecto divulgativo. Las tareas de documentación y catalogación están en la recta final, deslizan fuentes eclesiásticas, que mantienen un halo de misterio que acrecienta la curiosidad y ceba el desenlace de una trama que se lleva desarrollando desde el primer trimestre del año. La propia institución ha ido soltando píldoras en las redes sociales, escenas de descubrimientos que han salido a la luz en los trabajos de restauración abordados en la Capilla de Santiago Apóstol.

Secretos que han permanecido ocultos tras varias capas de mortero en la cripta, tapados en la bóveda y escondidos bajo la suciedad acumulada en el retablo. Algunos de los hallazgos que se conocen como consecuencia de las tareas que ejecuta el equipo de restauradores se localizan en la reja. Mejor dicho, en las cornisas superior e inferior.

En una zona hueca, debajo de una densa capa de unos diez centímetros de polvo, los expertos han encontrado varios objetos que han despertado el interés de los especialistas que llevan a cabo la recuperación de la capìlla, que fue conseguida para la Catedral por el contador de Felipe II y caballero de la Orden de Santiago, Francisco Gutiérrez de Cuéllar, «un personaje importante natural de Segovia que contó con los artistas y escultores más importantes del momento», tal y como contó la restauradora Paloma Sánchez. La reja, por cierto, fue encargada en Flandes «pero se quemó en el puerto de Laredo y encargó otra en Salamanca».

Tras limpiar el hueco, el equipo ha rescatado trozos de pergaminos cuyos textos tratan de descifrar; una cerámica que bien pudiera pertenecer a un tipo de luminaria; una estampita de la Virgen del Destierro, así como materiales que forman parte del proceso de la decoración del policromado. Entre ellos, un punzón para hacer las plantillas con los motivos ornamentales, pigmento negro para pasar por encima de esas pautas y rellenar las formas o una tela con restos dorados que se usaba como bruñón para dar la capa de oro.

Además, en esta limpieza de las cornisas de la reja se han descubierto una pelota de piel similar a las que se utilizaban para jugar al frontón y una moneda de ocho maravedíes acuñada en 1604, en la época de Felipe III.

Como en el popular anuncio del mayordomo de la tele, el algodón –o los pinceles en este caso que han despejado la amalgama de polvo– no engaña. El retablo de la Capilla de Santiago Apóstol de la Catedral de Segovia también ocultaba otra serie de objetos que los restauradores han recuperado para determinar su caracterización y origen. Por ejemplo, al adentrarse en el acceso a la base de la imagen del santo, la limpieza llevada a cabo ha sacado a la luz un conjunto de remates de un retablo posterior, un apagavelas, una pieza de cerámica, una pequeña jarra, una cruz y elementos decorativos.

También en esta estancia han hallado trozos de escritos que los expertos están uniendo cual puzle para descifrar lo que dicen. Estas piezas se están recomponiendo y transcribiendo.

Cuando el equipo comenzó a trabajar en la nave central de la cripta, en la parte inferior se toparon con uno de los descubrimientos más curiosos. Como apuntan los expertos, quizás no sea el de más valor artístico, pero sí entraña una importancia histórica. Después de retirar minuciosamente varios estratos de mortero, la pared reveló las pintadas de unas caricaturas. ¿Los grafitis de la época?

El 'algodón' de los restauradores raspó hasta tres capas de mortero en la bóveda de la nave principal de la cripta, debajo de las cuales hallaron pintada una gran cruz de Santiago de unos seis metros de largo por cuatro de ancho. Asimismo, han sacado a la luz cuatro conchas a ambos lados del lado corto de la cruz y dos más al final.

En cuanto a las exploraciones hechas sobre imágenes de madera de detrás del retablo, los profesionales concluyen que las piezas unidas de manera vertical estaban vacías por detrás para aliviar el peso y reducir los cambios volumétricos causados por la temperatura y la humedad. Son tallas realizadas de una sola pieza en lo que atañe al tronco de las figuras, a las que se les añadieron otras partes como un brazo o las manos en la imagen de San Juan.

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