Los agentes medioambientales reclaman más autonomía y mejoras laborales

Además, también piden el cumplimiento estricto del reglamento actual y que si se encomiendan nuevas funciones sean remuneradas; una mejora de la organización o una comarcalización más operativa con un aumento de las retribuciones por guardias.

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Para ello, los agentes medioambientales señalaron algunas de sus fortalezas, entre las que se encuentran una cualificación mayor con la incorporación de agentes con diferentes titulaciones universitarias y grados superiores. Además destacaron su conocimiento detallado de las problemáticas ambientales y su capacidad e independencia jurídica.

Para lograr sus objetivos, los agentes medioambientales también apuestan por poner fin a las necesidades de un sector con una plantilla envejecida, muy dispersa en el campo, con malas praxis y costumbres arraigadas por el fomento de prestación de servicios individuales, con una «fuerte desmotivación profesional» que va en aumento y en la que existe el individualismo y la falta de formación continua, según pusieron de manifiesto durante la concentración.

A todas esas debilidades señaladas por los propios agentes medioambientales se le une amenazas como la reducción de más de 70 plazas en la relación de puesto de trabajo, una pérdida de poder adquisitivo, el «impulso de la jerarquización de 'jefes' que no pertenecen al cuerpo al servicio de los cargos políticos» o una dificultad para una protección ambiental eficaz debido a la instrumentalización de las normas hacia determinados intereses.