![Coronavirus en Salamanca: Salmantinos en busca de alimentos](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202005/07/media/cortadas/SA1-kDMC-U11082413911UEC-1968x1216@El%20Norte.jpg)
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Rosa M. GArcía/ word
SALAMANCA
Jueves, 7 de mayo 2020, 11:23
L a «situación de necesidad ahora ya le toca a cualquier persona, sea inmigrante o española», afirma Javier García Sánchez, responsable de Cajas Solidarias de Salamanca; una asociación que comenzó su andadura a finales de la crisis económica anterior y que desde entonces ha atendido mayoritariamente a personas emigrantes, «pero ahora vuelven otra vez los españoles».
Coronavirus en Salamanca
M. JESÚS GUTIÉRREZ / WORD
Cajas Solidarias nació hace seis años por iniciativa personal de Javier García para paliar la situación de las familias que no podían acceder a algo tan básico como es el alimento; para esta labor cuenta en la actualidad con una veintena de voluntarios. La crisis económica derivada de la alerta sanitaria por la covid-19 ha provocado que las familias que necesitan de su ayuda se hayan duplicado; son 300 familias nuevas y más de mil personas a las que atienden en estos momentos, porque «no tienen para comer».
García explica que desde la primavera del año pasado «había aumentado la demanda por la llegada de mucha gente de Latinoamérica que huía de situaciones político-económicas». Ahora «se ha unido el tema de la pandemia; el flujo de inmigración se ha frenado un poco, pero ha aumentado la demanda por el coronavirus».
Una situación que ha provocado que «el perfil de las personas que nos llegan ahora sea distinto», afirma. Por un lado, explica «sigue la población inmigrante que ya estaba en Salamanca y que se ha quedado sin el trabajo en negro que hacían -no pueden acudir a ningún tipo de prestación-, porque la mayoría se dedicaban a cuidar ancianos y se han muerto muchos por coronavirus; además, muchas personas que tenían a una mujer para limpiar unas horas o ya no la necesitan o por miedo no quieren que vayan».
Esta situación «les afecta de tal manera que se han quedado sin nada». Antes la ayuda de alimentos que les prestaba «era para llegar a fin de mes, pero ahora es el único recurso alimenticio con el que cuentan». Entre ellas, comenta, hay muchas situaciones de madres solteras y de muchas familias de 4 ó 5 miembros que están viviendo el confinamiento en la habitación de una casa compartida en la que hay tres familias.
Y a estas personas se une ahora «otro perfil, el de las familias salmantinas corrientes, que se han visto en el paro o que aún no han cobrado el ERTE o la ayuda de autónomo». Acuden a la asociación, «muchos con vergüenza por no estar acostumbrados a solicitar ayuda, y te dicen que ya no pueden tirar más de la familia, que no tienen dónde acudir y esperan que esto se solucione pronto», aunque «no va a ser fácil».
Gracias a ONG como Caja Solidaria, Cáritas y Cruz Roja, estas personas tienen ayuda. «En mucha ocasiones, es una persona que tenía un negocio o un autónomo, que sigue teniendo gastos, pero ha dejado de tener ingresos y tiene que elegir si paga recibos o si come; y cuando se les acaban los recursos, ya ni pagan recibos ni comen». Y la situación «no va a ser sencilla», insiste, ya que una vez que «esto pase, va a haber un gran número de personas que, además, va a arrastrar deudas contraídas de este periodo, es decir, tienen que salir adelante y tapar los agujeros creados».
Cajas solidarias reparte alimentos normalmente dos días a la semana, y si hay fruta, tres. El reparto se realiza por parte de los voluntarios, que se van turnando, «citando a cada familia cada dos minutos» en función de una selección previa centrada «únicamente en la necesidad económica». Cada familia tiene un día al mes asignado y cada día de reparto proporcionan alimentos a unas 70; «los días que tenemos fruta o verdura», que suele ser semanalmente, van las 300 familias.
La asociación no cuenta con ninguna subvención pública, aunque «sí con los recursos del Banco de Alimentos y del Fega». Conseguían algunos fondos del mercadillo solidario que tenía en el almacén, ahora cerrado por la pandemia. «Necesitamos dinero», porque «las cosas se acaban», así como leche, arroz, pasta y conservas, entre otros productos. Su situación económica también es complicada, pero «afortunadamente, hasta ahora con los donativos personales podemos seguir adelante», afirma.
Cajas Solidarias, además de proporcionar alimento, intenta dar respuesta a otras necesidades de personas en situación de vulnerabilidad, a través de «la coordinación estrecha que mantenemos entre pequeñas asociaciones».
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