«Me dan ganas de llorar por no poder volver a Salamanca»

Las redes sociales se han han visto salpicadas por lacrimógenos y nostálgicos mensajes de estudiantes foráneos, que todavía se muestran incrédulos ante el anuncio que les remitió a sus correos electrónicos días atrás el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, donde les comunicaba que no habrá clases presenciales hasta final de curso por culpa de la propagación del temible y letal Covid-19. El curso se prolongará hasta el 31 de julio, pero la actividad lectiva, tanto docente como evaluadora, continuará realizándose de forma no presencial hasta esa fecha, mientras no varíen las circunstancias actuales, condicionadas por la exigencia del necesario distanciamiento social, incluyendo las dos convocatorias de evaluación final de las asignaturas. Únicamente durante el mes de septiembre se podrán mantener algunas actividades presenciales del curso 2019-2020 que estuvieran previamente programadas o que excepcionalmente hayan sido trasladadas a dicho mes.

Los mensajes en Twitter de alumnos de otras provincias que no podrán disfrutar de los meses finales del presente curso, bien en colegios mayores y residencias o bien en pisos compartidos en Salamanca, no cesan. Así, Susana confiesa en su cuenta que «¡no sé cómo asimilar no volver a Salamanca hasta el curso que viene!», mientras que Arousal muestra su rostro compungido cuando comparte sus sentimientos en la red con otros internautas confesando que «estoy muy triste porque no vuelvo a Salamanca».

En parecidos términos se expresa otra estudiante –Els– quien proclama con lánguidas aseveraciones que «todavía no asimilo que no vaya volver a Salamanca hasta septiembre» y Cristian derrocha todavía más sinceridad cuando admite que «la idea de no volver a Salamanca hasta el curso que viene hace que solo me entren ganas de llorar».

El coro de lamentaciones prosigue con Lucía Hernández, quien se consuela también en Twitter entonando un melancólico «no sabes cuánto te echo de menos, mi Salamanca».

Finalmente, Ibán Hernández no puede evitar caer sucumbido por las garras de la añoranza y se dedica a rebuscar en su particular baúl de los recuerdos para rememorar que «el mayor recuerdo vivido en Salamanca fue el Training Day de 2019, cuando se celebró el mayor desfile del mundo de personas de la saga Star Wars».