Reacción o enfermería para el Real Valladolid ante el Sevilla

Será, sin duda, una prueba de fuego para la capacidad futbolística del plantel pucelano frente a una auténtica pléyade de estrellas (el Sevilla se gastó el pasado verano 140 millones de euros en trece fichajes frente al millón que invirtió el Pucela en adquirir los derechos federativos de Pablo Hervías), pero también un test a la capacidad mental del equipo para continuar creyendo en sus capacidades y en seguir a pies juntillas los postulados de su técnico pese a haberse estrellado con estrépito en Vitoria hace ya dos semanas.

Dos serán los pilares en los que se apoyen los hoy locales para intentar competirle los puntos a sus huéspedes de esta noche. El primero, su capacidad para levantarse de entre sus cenizas cuando peor le van los resultados (desde que regresó a Primera División, el conjunto castellano nunca ha perdido tras sus derrotas más abultadas después de empatar el año pasado ante el Villarreal y ganar al Eibar después de ser goleado por el Huesca y el Real Madrid y tras tumbar esta temporada al Mallorca por tres goles a cero después del 5-1 que había recibido cuatro días antes en su visita al Barça en el Camp Nou).

Su otro soporte será un Nuevo José Zorrilla que continúa imbatido en lo que va de curso y en el que el equipo parece sentirse muy cómodo en los brazos de una grada que pueblan de media 20.237 espectadores en cada cita. El coso pucelano se ha convertido así este año en un fortín que nadie ha conseguido asaltar con todas las de la ley y llevarse los tres puntos. El equipo ha logrado desde el vestuario local tres empates y dos victorias en cinco encuentros en los que solo ha encajado dos goles. De hecho, Jordi Masip acumula 318 minutos sin recoger un balón del fondo de las redes de Zorrilla.

Ahora el conjunto blanquivioleta suma más puntos como local que como visitante (9 contra 8), algo que no sucedió en toda la campaña pasada, cuando terminó la competición doméstica con 20 logrados como anfitrión y el resto, hasta 41, recogidos en sus viajes a los otros diecinueve campos de la categoría.

En este cambio de paradigma es fundamental, en opinión de Sergio González, el año de experiencia que han ganado sus jugadores frente a la condición de noveles de muchos de ellos hace doce meses. «El equipo tiene mucho más aplomo, es más veterano y ese tipo de situaciones las maneja mucho mejor. Eso hace que tenga más tranquilidad a medida que va pasando el partido y que no le pueda la sensación de presión o ansiedad de poder ir a por ello», describía el técnico catalán el pasado viernes en su comparencencia previa al duelo frente a los del barrio de Nervión.

Hasta el último momento no se conocerán las intenciones del técnico del Sevilla para intentar pescar puntos en Valladolid, después de que ayer por la tarde su equipo viajara a la ciudad pucelana en avión con 21 futbolistas integrando la expedición.

Lo que parece claro es que Lucas Ocampos, pichichi del equipo con cinco goles, está completamente recuperado de los problemas en el piramidal que le hicieron dejar antes de tiempo la concentración de la selección argentina, aunque habrá que ver si Julen Lopetegui le ofrece un hueco en el once inicial. En la lista, un conjunto de nombres que impone respeto con un simple vistazo. Jesús Navas, Reguilón, Banega, Nolito, Óliver Torres, Franco Vázquez o Chicharito Hernández encabezan un plantel con hasta nueve internacionales que están maravillando al planeta fútbol en este primer tercio de temporada y mantiene la esperanza de la afición sevillista de poder celebrar algo grande en liga, en Copa o en la Europa League.