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Moro intenta regatear a Aramburu durante el partido del Pucela frente a la Real Sociedad. R. García-Efe
La crónica

Punto de valor para el Real Valladolid

El conjunto de Pezzolano, con una defensa inédita, empató sin goles frente a una Real Sociedad que tuvo más llegada

Fernando Arconada

Valladolid

Sábado, 21 de septiembre 2024, 16:37

Un punto es un punto. Uno más. Resulta obvio. El Real Valladolid empató sin goles frente a la Real Sociedad en un encuentro que estuvo marcado por la incertidumbre. Pudo perder, pudo también ganar y al final terminó por empatar. Habrá que valorarlo en su ... justa medida. Puede que al final no sea tan malo, sobre todo teniendo en cuenta cómo se desarrolló el partido, y como dice el proverbio, «hay que hacer de la necesidad una virtud».

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Porque necesidad tenía el Pucela de sumar. También la Real Sociedad. Y por eso el conjunto de Pezzolano se aferró a Zorrilla para fortalecerse en casa, recuperar la credibilidad, romper la dinámica de los últimos partidos y mejorar la imagen de las dos últimas salidas. Y en este sentido, el Pucela sí que se muestra como un equipo diferente cuando juega en casa que cuando lo hace fuera.

Real Valladolid:

Hein, Luis Pérez, Juma (Cömert, min. 78), Cenk (David Torres, min. 13), Lucas Rosa, Meseguer, Juric, Amallah (Kike Pérez, min. 46), Moro (Sylla, min. 78), Machis (Iván Sánchez, min. 61) y Latasa.

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Real Sociedad:

Remiro, Aramburu, Zubeldia, Aguerd (Pacheco, min. 81), Sergio Gómez, Kubo (Sadiq, min. 81), Zubimendi, Turrientes, Sucic (Olasagasti, min. 61), Becker y Oskarsson (Oyarzabal, min. 61).

  • Goles: No hubo.

  • Árbitro: Cuadra Fernández. Mostró amarillas a Pezzolano, Luis Pérez, Juric, Lucas Rosa y Latasa por el Real Valladolid y a Aguerd, Aramburu, Zubeldia y Zubimendi por la Real Sociedad.

  • Incidencias: Antes del partido se homenajeó a la yudoca Marta Arce y se recordó a Sofía Oliva. 21.171 espectadores en el José Zorrilla.

Que hay que sufrir está claro. Y sufrió el equipo, sufrió la afición, sufrió Pezzolano... Pero también hay que saber sufrir. Y vaya si sufrió porque la Real Sociedad seguro que lamentará su falta de acierto ante un Real Valladolid que, con lo que tiene, trató de no perder la cara. Luchó hasta la extenuación. Y más allá de los aspectos tácticos, hay que quedarse con este valor de entrega en un partido marcado por las adversidades. Mucho esfuerzo, siguen sin encajar en Zorrilla, siguen sin perder como locales... Toca seguir trabajando.

Sorprendió Pezzolano con el once inicial. El técnico dio la alternativa a Juma en el centro de la defensa. De Sierra Leona al Promesas y de ahí al primer equipo, en un tiempo récord. Eso es más que dar un salto. Es licenciarse en tiempo récord. Dijo Pezzolano antes de este partido que había que tener tranquilidad con el joven jugador. Y todos tranquilos. Directo al once inicial. Con su presencia física no pasó desapercibido. Fue la principal novedad dentro de los cinco cambios que hizo Pezzolano respecto al equipo que cayó en Vigo. Juma debutó en Primera sustituyendo a Cömert, Meseguer y Juric entraron por Kike Pérez y Mario Martín y arriba volvió Machis y Moro.

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El partido comenzó con ganas por parte del Pucela. Tenía color. Primero, el amarillo, el de la tarjeta que vio el central Aguerd a los pocos segundos por un codazo a Latasa, y después con el color de los locales en un lanzamiento de Amallah desviado.

Inicio conservador por parte de los dos equipos. La ocasión más clara fue para la Real por medio de Oskarsson. Primero salvó Cenk un balón que iba dentro y después atrapó Hein tras una buena jugada de Kubo, aunque el colegiado había pitado mano. Cenk se hizo daño y tuvo que ser atendido por los servicios médicos. Como si no tuviera problemas el Real Valladolid en defensa.

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Y eso a los doce minutos de partido. Un minuto a tener en cuenta en el desarrollo del encuentro. Mientras atendían a Cenk, la afición protestó contra la gestión de la directiva. Con una pancarta en la que se leía 'no somos un ascensor, somos un histórico' y gritos de «directiva dimisión».

Pero los problemas también estaban en el terreno de juego. Cenk tuvo que retirarse lesionado y en su lugar salió David Torres. Esta vez sí tuvo que llamar Pezzolano al jugador por aquello de los perfiles zurdos y diestros. Aún así se recompuso el Pucela, con una buena jugada, tras un buen pase de Juma, de Moro, típica de las del extremo, controlando, haciéndose sitio hacia dentro, aunque su lanzamiento, buscando la escuadra de Remiro, salió alto. Lo de Moro es de nota. Cada vez que cogía el balón, se encendía la luz roja en la defensa del conjunto donostiarra.

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El choque se animaba, porque la Real dio un paso al frente. Hein tuvo que salvar un remate de Becker, bien ayudado en defensa por Amallah, que dificultó el remate del atacante visitante. Llegaba con claridad la Real, que se estiraba cada vez más, ante una defensa desajustada. Olía sangre el equipo visitante. Y menos mal que los de Imanol Alguacil pecaron de inocentes en los últimos metros.

Era una angustia y un estado de nervios ver a los jugadores de la Real pisar el área de Hein, quien tuvo que lucirse a remate de Becker poco antes de que el colegiado pitara el descanso. Lo mejor, el empate a cero en el marcador en una primera parte en la que el equipo pasó de querer y proponer algo, pero poco, a la nada. Tampoco es que se viera mucho a Remiro, el portero de la Real. Tiempo para el bocadillo, reponer fuerzas y prepararse para lo que pudiera deparar el segundo tiempo.

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La segunda parte comenzó como terminó la primera, con la Real Sociedad pisando el área de la portería de Hein, y un remate fuera de Sucic, aunque se animó el Pucela por medio de Latasa. Primero en una contra de Moro, aunque dio tiempo a la defensa realista a desbaratar la ocasión, y después, en un lanzamiento lejano viendo adelantado a Remiro. Se fue fuera por poco, pero bastó para que se animara la afición. Y más que se animó con otra galopada de Moro, que se escoró demasiado y salvó Remiro con la pierna.

El partido entró en una fase de locos. La Real pudo marcar en una doble ocasión de Kubo y Zubimendi. Lo hizo pero el colegiado anuló el tanto de Oyarzabal por fuera de juego en una jugada en la que hubo falta sobre Kike Pérez. Se estaba salvando el Pucela de forma milagrosa, como en otra ocasión de Becker al larguero, un remate claro de Oyarzabal fuera.... Aguantaba como podía el Pucela.

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Nadie se movía del asiento; cualquier cosa podía pasar. Atacaba más la Real e Imanol Alguacil incluso metió más madera para calentar su caldera, pero en una de esas también podía dar un susto el Pucela. La incertidumbre se adueñó de esos últimos minutos.

Zorrilla se calentó en esa recta final del choque. Primero, con una acción de Kike Pérez, que luchó un balón que parecía perdido y se llevó la ovación de la afición. Y después, con una caída de Iván Sánchez dentro del área en la que se reclamó penalti. Ni Cuadra Fernández ni el VAR lo consideraron. Se animó el Pucela en los últimos instantes. Al menos no le perdió la fe e incluso pudo llevarse la victoria en un remate de Latasa que salió por encima del larguero. Lo dicho, un punto es un punto.

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