Paulo Pezzolano, entrenador del Real Valladolid
«La relación con la afición se puede reconducir en Primera. Sin duda»Secciones
Servicios
Destacamos
Paulo Pezzolano, entrenador del Real Valladolid
«La relación con la afición se puede reconducir en Primera. Sin duda»Paulo César Pezzolano Suárez (Montevideo, Uruguay, 1983) llega sonriente y relajado a la entrevista con El Norte. Al entrenador del Real Valladolid se le nota satisfecho tras lograr el ascenso y prepara ya la próxima campaña en Primera, a expensas de lo que suceda con ... la propiedad del club. El objetivo para el próximo curso pasa por mostrar un mejor fútbol (sin perder efectividad) y reconciliarse con la grada de Zorrilla después de todas la polémicas de esta campaña.
Noticia relacionada
-¿Cómo se encuentra física y emocionalmente después de una temporada tan convulsa culminada con el ascenso?
-Estoy muy feliz. Logramos lo que queríamos y lo que programamos. Ahora toca desenchufarse un poco y cargar pilas de nuevo. Quedamos vacíos. Lo dejamos todo en la cancha. Dimos todo lo que teníamos. Por eso se logró el objetivo.
-Hablemos de éxitos y errores. Primero, los éxitos. ¿Cuáles han sido las claves para lograr el ascenso directo a falta de una jornada?
-Fueron muchas. El trabajo de todo el equipo, no de una persona, ni de diez, sino de todos los que trabajan dentro del club. El compromiso que se logró dentro de la plantilla y del resto de los que trabajamos acá dentro. A partir de eso, hay muchos detalles positivos más, pero el trabajo y el compromiso reflejan bien lo que fue el año.
-¿Cómo fortaleció el vestuario? ¿Les costó inicialmente a los futbolistas entender su mensaje de disciplina y orden? ¿Tuvo que vencer muchas resistencias?
-Si queremos lograr objetivos importantes, hay que salir de la zona de confort. Cuando hay reglas, hay resistencias. Es normal. Pero esas reglas se entienden si son claras y honestas y son lo mejor para ellos y para el club. Es algo natural. Al final, se exigen ellos mismos. La cultura de trabajo y la cultura individual pusieron los cimientos para lograr los objetivos.
-El equipo ha sabido reaccionar a lo grande en los malos momentos. El punto culminante fue la remontada en el tiempo añadido ante el Villarreal B para lograr el ascenso. ¿Qué pasaba por su cabeza con el 1-2 adverso en el minuto 90? ¿Estaba ya pensando en Tenerife?
-La realidad es que estábamos pensando en llevarnos el resultado hasta el último segundo. Es verdad que se nos hicieron cuesta arriba esos minutos, pero pensábamos en cómo podíamos revertirlo. Fue espectacular. El equipo se hizo responsable en el momento en que debía. Hemos logrado un sentido de pertenencia interno y hay muchos detalles que lo marcan. Hemos conseguido muchos goles y hemos ganado muchos partidos sobre la hora. Para mí es la base de trabajar esa responsabilidad. Antes sufríamos lo contrario, pero después de cierta cultura de la responsabilidad, vamos hasta el final. Cuando piensas que no puedes más, siempre puedes un poco más. Eso no es casualidad. Son los resultados que consiguen los equipos que ganan.
-Escribía Camilo Speranza, su número dos, en sus redes sociales que este equipo «tiene los atributos del héroe épico: que acaba exhausto pero victorioso, herido pero más vivo que nunca». Es lo que usted también comenta: se ha acostumbrado a esa capacidad para sufrir y superar el sufrimiento.
-Es la manera en que se consiguen los objetivos. Fue llegando gente nueva, arrancamos con jugadores del Promesas, jugamos con algunos de ellos por lesiones y expulsiones. En la segunda vuelta llegaron cinco refuerzos. Se trabajó con muchos cambios durante el año. Lo comenté anteriormente: trabajo, compromiso y responsabilidad. A partir de esas bases, todos los jugadores se sumaron.
Noticias relacionadas
-¿Cuáles son, a su juicio, los errores que ha cometido?
-Obviamente he cometido errores. Siempre se cometen. Pero dentro de eso están las virtudes. Por ejemplo, el blindaje que hemos logrado internamente para conseguir los objetivos. Desde fuera se veía como un error porque no había transparencia, pero internamente fue algo muy positivo. El jugador se sintió muy cubierto y a partir de ahí pudimos lograr los objetivos. Soy una persona muy pasional y la gente pasional tiene aspectos muy positivos, pero me ha llevado a decir cosas que no tienes que decir. Soy explosivo y luego me arrepiento. Esos son los errores más grande que he cometido.
-Está hablando de las declaraciones sobre la afición… o contra la afición. Usted ha focalizado las críticas de manera consciente, algo que le habrá supuesto un desgaste personal. ¿Ha habido excesos por su parte?
-Sí, claro que sí. Pero siempre fue con el objetivo de blindar y que viniera todo a mis espaldas. Yo consideraba que había ciertos jugadores jóvenes en el plantel que no podían soportar eso. Cuanto más llamara la atención, más se cargaría todo sobre mi espalda. Fue positivo por el resultado obtenido, pero hubo excesos. Eso sí: nunca fue con el objetivo de hacer daño ni de atacar a nadie. Yo busqué todas las herramientas para lograr el ascenso. Hice cosas de más y hubo gente que se sintió agredida verbalmente. Les pido mil disculpas. Fue cuestión de lograr el ascenso y blindarse.
-Lo que se entiende menos es que también hiciera declaraciones de ese tipo, con el ascenso ya conseguido. Me refiero a sus polémicas palabras sobre la ciudad y su trato a los extranjeros por las que ya pidió perdón…
-Bueno, quedaba un partido más y queríamos lograr el campeonato (sonríe). No, no. Fue un malentendido. Me expresé mal. Cuando lo escuché, vi que no tenía sentido. Dije que esta ciudad era 'particular', pero porque la gente es espectacular. Lo dije siempre, desde el primer día. La ciudad es maravillosa. Dicen que la gente aquí es fría, para mí es todo lo contrario: muy cálida. Pasó algo con una persona y se llegó a generalizar, pero fue un error de expresión. Valladolid es la ciudad que nos hospedó y que nos dio la oportunidad de crecimiento profeisonal y para la familia. La expresión quedó fea. Pido disculpas.
-¿Cree que se puede reconducir la relación con la afición del Real Valladolid si se respeta su contrato y comienza la temporada en Primera? ¿Volveremos a vivir el mismo divorcio de este curso?
-Se puede reconducir. Sin duda. He visto el cariño y la alegría de la gente cuando ascendimos. La gente está feliz en el día a día porque estamos donde merece el club y la ciudad por historia. Sí, se puede reconducir. Saber en lo que he fallado yo personalmente. También tenemos que jugar mejor. A la gente le va a gustar jugar más lindo, más vistoso. Yo opté por un camino práctico y eficaz por cómo habíamos conformado el plantel con los tiempos que teníamos. Hay equipos que juegan mejor y no están Primera División. Nosotros sí. Me habría gustado que mi equipo jugase más vistoso, mejor con balón, pero no iba a ser productivo para el objetivo. También me adapté. Soy un entrenador joven y mí me gusta todo lo otro, pero no teníamos las herramientas. Hay una ciudad y un club por encima que se merecen otra cosa. El blindaje que logramos tiene que ser todo lo contrario la próxima campaña: debemos estar todos más cerca y de la mano porque ya sabemos lo que es la Primera División. Tenemos que ir todos juntos a por el objetivo.
-¿Hasta qué punto le afectan las críticas de los medios de comunicación? En la rueda posterior al ascenso habló de que existía «mucha manipulación por detrás de la prensa y de la gente». ¿De verdad piensa que existen unos intereses ocultos para desestabilizar?
-No. Hablamos de muchas cosas positivas, pero de repente hay una negativa y todos consumimos la polémica. Vamos a poner esto porque voy a vender más... Yo entiendo su trabajo, pero a veces se hace daño al club. Y a mí me duele por la institución. Pero se entiende que necesiten vender, que se hable…
-Quizá sólo se trate de visiones y opiniones diferentes. Al final, es fútbol y cada uno tiene su opinión.
-Sí, sí. Pero vamos a poner un ejemplo: cuando hablamos del éxito y el fracaso en su momento. Cuando dije que si no ascendíamos no sería un fracaso. Bien, deportivamente sí, pero no todo lo que se hacía iba a ser un fracaso. Yo represento la parte deportiva, pero para la parte médica no iba a ser un fracaso si no hubiéramos ascendido. Yo me refería a algo más amplio, pero se agarró eso. Se estaban haciendo bien las cosas en los cimientos. Son pequeños detalles. Ahora toca pensar en positivo y arrancar un nuevo camino con mejor ambiente para el Real Valladolid.
Noticia relacionada
-¿Considera que ha pagado un peaje personal muy caro esta temporada? Lo digo por su familia. Usted ha reconocido que no quería que sus hijos vinieran al estadio para no escuchar los cánticos en su contra. ¿Cómo lo ha llevado su familia y usted mismo cuando llegaba a su casa?
-Sí, con dolor. Uno se hace fuerte hacia dentro, pero hay un ser humano atrás, con una familia… Cuando hablo de mi familia me emociono. Soy una persona durísima, pero también muy sentimental. Los niños te preguntan si venían porque siempre iban a la cancha los fines de semana en todos lados. Uno no quiere que vengan y escuchen eso. Lo traté de evitar y de blindarles a ellos también. De eso se trata. Obviamente se sufrió [se le saltan las lágrimas]. Me emociono por la familia que tengo al lado, mi mujer y mis hijos. Soy una persona fuerte, pero hay una persona debajo y muy sentimental. Se sufrió, sin duda, pero se terminó muy lindo. El sufrimiento también fue un poco provocado. Yo me hago cargo. Si hay que sufrir para lograr el objetivo, se sufre. Esas son mis raíces. El 99,9% de los entrenadores se van tras un descenso porque saben lo que se les puede venir. Yo asumí la responsabilidad de estar acá y llevar al club de nuevo donde debía estar. Habría sido más fácil irme y buscar otro equipo, pero lo primero es hacerse responsable. Hoy estamos en Primera. Para lograr eso, había que pasar por sufrimiento. Bienvenido sea. Fue un crecimiento tremendo personal y familiar.
-¿Está preparando y planificando ya la próxima temporada en Primera?
-Sí, sin duda. Estamos funcionando en los asuntos deportivos. Ya sabemos que los jugadores deben volver el 8 de julio a la ciudad. Ya tenemos la planificación de la temporada, los días de entrenamiento, y los amistosos. Ya tenemos uno cerrado. Durante las vacaciones, monitoreamos a los jugadores. Cada uno se llevó su trabajo individual. Pensamos en lo que viene. El descanso tiene que ser activo. Todo lo que hagan en sus vacaciones va a repercutir en la pretemporada para evitar lesiones. Ahora toca refrescar la cabeza.
-¿Cuántos amistosos quiere disputar?
-Entre cuatro y seis. Es lo que ya tengo previsto. Veremos qué rivales tenemos. Puede ser de menos a más, porque el primer rival estará en una fase de entrenamiento intenso de pretemporada. Luego iremos subiendo la intensidad de los partidos para terminar lo más arriba posible y llegar preparados a la primera fecha.
-¿Está seguro de que comenzará la temporada como entrenador? Un cambio en la propiedad puede afectar a su futuro, aunque tenga contrato…
-Yo estoy seguro de que estamos planificando el inicio del campeonato. La parte deportiva sigue andando. Mi cabeza está acá al cien por ciento. Luego, ya veremos qué sucede.
-¿Tiene garantías por parte de Ronaldo de que seguirá al frente del equipo pase lo que pase con el club?
-Hemos hablado lo que hemos hablado. Yo hablo mucho con la parte deportiva y estamos armando todo para lo que viene. Seguridad la tengo. Después veremos cómo se va dando todo.
-Demos por hecho que usted continúa. ¿Qué objetivo se marca como entrenador para la próxima temporada en Primera?
-El objetivo se basa en lo mismo que este año. Ya tenemos una base con la cultura de trabajo que queremos. Los que vengan deben incorporarse a eso: el que llegue al Real Valladolid tiene que venir a trabajar 24 horas al día. El trabajo no es sólo acá dentro, sino también fuera. Intentamos estar en todos los detalles. Implicación al cien por ciento. Necesitamos gente que se haga responsable dentro de la cancha y que sepa que van a ser exigidos al máximo. Es lo quiero para afrontar un campeonato durísimo e ilusionante.
-Antes habló del estilo. ¿Puede el Real Valladolid jugar en Primera de manera más vistosa sin perder efectividad?
-Sin duda que sí. Lo tenemos que mejorar. No es cien por ciento lo que a uno le gustaría porque habrá muchos rivales más fuertes que nosotros. Pero sí que tenemos que mejorar muchos detalles de juego y lo podemos hacer. Siempre dentro de las características de los jugadores que tengamos. Ese es el desafío: mejorar el juego y seguir siendo eficaces para el objetivo. El club es más importante que el entrenador. Puedo jugar más lindo, perder y no lograr los objetivos. Eso sería muy egoísta por mi parte.
-Usted ya intentó implantar el 'estilo Guardiola' cuando empezó su carrera como técnico en el Torque uruguayo…
-Sí y nos fue bien en todos los clubes que estuvimos. Siempre intentamos trasladar el juego de posición, buscar ventajas, hombres libres, ir avanzando todos juntos… Lo hemos hecho en todos lados, con buen trabajo. Pero hay que tener los jugadores para eso. En todos los clubes nos traían los futbolistas para hacerlo. Entonces lo podíamos lograr, pero si no tienes los jugadores, no puedes ser egoísta porque no lo vas a conseguir. Uno debe adaptarse para ser eficaz y productivo. Los entrenadores buscamos un método. En ese sentido hay que ser inteligente.
-A usted como futbolista le costaba jugar más con entrenadores que fuesen «de respuesta que de propuesta». ¿Le habría costado encajar al Pezzolano jugador con el Pezzolano entrenador del Real Valladolid?
-Al Pezzolano jugador le habría costado encajar en todos los equipos de Pezzolano entrenador. La exigencia física y mental del entrenador Pezzolano no sé si la habría soportado ese futbolista… Cuando empecé como entrenador lo compatibilicé como jugador durante cuatro jornadas. El mejor cambio que hice en mi vida fue sacarme a mí mismo en el minuto 75-80… y empatamos gracias al futbolista que entró por mí. No sé si habría podido soportar como jugador la intensidad que pido ahora como entrenador.
-¿Cómo afectó a su cuerpo técnico la marcha de Martín Varini el pasado mes de diciembre?
-Se incorporó Joaquín Papa, otro asistente técnico, pero todo siguió igual. Yo estoy muy contento por Martín porque se fue para crecer en Primera División [uruguaya]. Va tercero en la tabla. Es un gran entrenador y tuve la suerte de que estuviera conmigo durante dos años.
-Dígame en pocas palabras cuáles son las virtudes de sus principales asistentes en el cuerpo técnico.
-Camilo Speranza es un asistente técnico con mucha metodología. Entiende muy bien el juego y es una persona muy capaz. Además, trabaja muy bien en campo. Joaquín Papa ya fue entrenador número uno en Uruguay y tengo la suerte de que esté con nosotros acá. Es un entrenador con una energía tremenda y también con mucha metodología, lineamiento en los trabajos y mucha visión individual de los jugadores rivales y de los nuestros. Se complementa muy bien con Camilo. Luego tenemos a Manuel Ramas, que es analista cien por ciento de los rivales y trabaja con Trinchet, un excelente profesional del club y una excelente persona. Siempre ven fortalezas y debilidades del rival y me traen todo desglosado en vídeos. Matías Filippini viene a ser como mi secretario personal. Es algo diferente que no tienen otros entrenadores. Su función es que me llegue todo colado porque a mí me gusta estar en todos los detalles. Habla con todos y trata de solucionar mil cosas para que no me lleguen a mí. Si me llega algo que no quiero, ya tengo problemas con él porque lo tengo para eso. Está siempre alerta al cien por ciento. Gonzalo Álvarez es un preparador físico joven, con un presente y futuro tremendo, profesional y con un gran entendimiento de todo. Estoy muy contento de tenerlo. Lo más importante de todo es lo buena gente y buenas personas que son. Eso está por encima de todo. Además, tienen grandes capacidades.
-¿Qué aspiraciones tiene Pezzolano para el futuro? ¿Dónde se ve en unos años?
-Yo ahora sólo me veo descansando, preparando la pretemporada y la primera jornada acá, haciendo lo que hay que hacer para lograr el objetivo en cada partido. No miro mucho la carrera del entrenador para adelante.
-¿Qué va a hacer estos días hasta que comience la pretemporada?
-Caminar, tomar café por todas las cafeterías que vea en Valladolid, comer por todos lados. Tendremos algunos días de playa. Ahora es tiempo de estar con la familia y descansar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.