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El Pucela logra el ascenso amparado en la plantilla más solvente de la Liga, con un gran sistema defensivo aderezado con chispazos decisivos delante.
La temporada también pasará a la historia por los aciertos cometidos en el mercado invernal, que cambiaron la dinámica del equipo, con Tárrega y Amath como los dos jugadores más valorados.
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El capitán ha sido uno de los pilares dentro del vestuario. Arropado por una gran defensa, ha estado a punto de lograr el Trofeo Zamora de Segunda, y solo la desconexión del último partido le ha privado de terminar como el portero menos goleado. Jugador de equipo que siempre termina jugando año tras año.
Experimento con gaseosa que no terminó de cuajar en la portería del equipo. Poco seguro bajo palos, y perjudicado por una plantilla en construcción que arrancó la temporada sin el suficiente cuajo para competir en la Liga. Su paso por el club ha sido testimonial, y su adaptación nunca fue la adecuada para lo requería el Pucela.
De menos a más durante todo el año, para terminar siendo de los jugadores más importantes de la plantilla. Se convirtió en un fijo para Pezzolano en el tramo definitivo de la Liga, en el que se consiguió el ascenso. A su despliegue físico ha sumado llegadas con peligro al área contraria. Ha terminado como un tiro.
El mejor jugador, pese a haber estado solo una vuelta en el equipo. Su llegada ha dado solvencia a la defensa blanquivioleta, y sobre él se ha elevado el ascenso. Su baja en los dos últimos partidos (lesionado en el 60 del choque ante el Villarreal B) se ha traducido en cuatro goles en contra... Más que en los dos últimos dos meses.
El mejor complemento para Tárrega. Aplicado y agresivo en el corte. Su estado de forma y solvencia han dado un plus al Real Valladolid en los dos últimos meses de competición. Destaca por su anticipación, y solo se le puede poner en el debe que a veces se pasa de revoluciones, con especial atención en el área.
El lateral –por decir algo– puede jugar en cualquier posición en la banda. Destaca por su capacidad física, pero siendo diestro ha tenido que adaptarse a la izquierda. Futbolista de esos que los entrenadores siempre quieren en el vestuario. No protesta y juega donde se le diga sin desentonar. Aprovechable para dar el salto a Primera División.
También ha ido en progresión junto al equipo. Veteranía dentro del vestuario, que además ha aportado muchísimo a balón parado, el arma secreta del Pucela en partidos casi siempre atascados. Además, ha logrado ver portería y es uno de los mejores asistentes de la plantilla blanquivioleta. Más justo atrás.
Defensa de futuro en el club, polivalente, y que ha rendido también de lateral. Ha cumplido en la primera parte de la temporada, pero la llegada de Tárrega y el regreso de Javi Sánchez le han condenado a ser el cuarto central. Debe seguir creciendo, y si no es en Valladolid, en una cesión con minutos para progresar.
Central de calidad, por arriba y por abajo, con un gran desplazamiento de balón. Su regreso al equipo ha sido importante en la parte final de la temporada. Sin embargo, el futbolista no es capaz de jugar dos partidos seguidos, ni de aguantar más de sesenta minutos en el terreno de juego, nu hándicap importante en su rendimiento.
El ascenso le convierte en jugador del Real Valladolid en propiedad. Fundamental en la primera parte de la competición, pero relegado a un segundo plano en la parte más importante de la temporada. No goza de la confianza de Pezzolano, y su futuro puede estar ligado a la continuidad del míster. Puede salir, pese a ser muy aprovechable.
Pivote defensivo durante buena parte de la temporada. Fue el primer futbolista elegido por el cuerpo técnico para asumir el rol de 'stopper' en el centro del campo y dar más libertad a Monchu y Meseguer. La llegada de Oliveira y los buenos resultados con este, le han privado de minutos al final de la Liga.
La palabra es talismán. Y así lo ven dentro del vestuario. Desde que se le alineó el equipo no perdió un partido, hasta el último jugado en Tenerife y en el que terminó como central. Pezzolano lo asocia al equilibrio logrado en los últimos dos meses, a lo que suma su capacidad para abarcar más campo y llegar de área a área.
Quizá sea el futbolista más desequilibrante de la plantilla junto a Moro. Capaz de regatear en una baldosa y de convertir en misión imposible quitarle el balón. Sin embargo, no jugar con media punta, y relegarle a la banda derecha, lastra su rendimiento. Buena dupla con Luis Pérez por la derecha.
Una de las grandes decepciones de la temporada. Otra más. El futbolista estrella de la plantilla junto a Marcos André. Las lesiones y los problemas físicos le han lastrado, pero nunca ha estado al nivel que se le presupone y para el que se le fichó. Pezzolano trató de recuperarlo, al igual que el club, pero no ha logrado aportar en el objetivo.
Ha sido el 'tapado' de la plantilla. Su capacidad para llegar desde la segunda línea le ha dado goles importantes al equipo. A falta de un ariete de quince tantos o más por temporada, la aportación ofensiva de Meseguer con siete dianas es una de sus mejores cartas de presentación. El club lo ficha en propiedad.
Jugador de club y hombre ascenso. Atesora cuatro con el equipo, y ha jugado de casi todo para ayudar, hasta con la nariz partida. De esos futbolistas que aportan más dentro del vestuario de lo que se ve desde la grada. En Segunda, fundamental. Derroche físico en una categoría sin más exigencia.
El mejor jugador de la temporada por puntuación para El Norte de Castilla. El más regular y fundamental para el cuerpo técnico. Con presencia ofensiva, buen manejo de ambas piernas y goles importantes. Solo le ha restado presencia, el estilo de juego del equipo y la acumulación de minutos. Otro de los destacados en el ascenso.
Ha demostrado en cuatro ratos –hasta que se lesionó– que tiene más gol que todos sus 24 compañeros de esta página, incluso que de toda Segunda. El club le ficha en propiedad para Primera con la esperanza de que los problemas físicos se queden en un espejismo. Se le ha echado de menos en la recta final.
Destellos que no le han dado para ganarse la confianza del técnico. De esos futbolistas de los que esperas que siempre pase algo. Sin embargo, no ha logrado tener continuidad, hasta el punto de que en el último encuentro en Tenerife, el club ha dedicido que no superase un límite de minutos para tener que ficharle.
Uno de los destacados. Importante en la parte final de la temporada y el jugador diferente. Una de las mejores noticias sería que el club anunciase que adquiere al futbolista en propiedad. El dolor de muelas de todo lateral y el recurso cuando no hay a quién darle el balón.
Ha crecido desde el Promesas para hacerse un sitio en la primera plantilla. Su mejor partido lo cuajó contra el Eibar, en el choque que cambió la dinámica del equipo, y que marcó la recuperación hasta el ascenso. Una buena opción sería una cesión para seguir creciendo en su trayectoria.
Por encima de lo esperado. Ha sido el goleador del equipo con nueve goles, y su tanto de penalti ante el Villarreal B en el descuento será recordado para la posteridad por los aficionados, por consumar el ascenso, y por su sangre fría para lanzarlo. Jugador de equipo y se ha ganado al público.
No ha aparecido, y cuando lo ha hecho no ha estado al nivel para el que se le fichó. Tiene gol, pero su estado físico nunca ha sido el adecuado, hasta el punto que el técnico le ha ido relegando hasta quedarse sin minutos y sin presencia en el equuipo. No ha aportado para el ascenso, pero se le sigue esperando.
El jugador con más nombre de la plantilla. Exinternacional, exPrimera y uno de los delanteros más importantes de los últimos quince años. Llegó en invierno como agente libre, y será recordado por el gol que le metió al Alcorcón en la antepenúltima jornada. Se celebró en el vestuario como el ascenso.
El segundo jugador más joven en debutar con el primer equipo del Real Valladolid con 17 años. El club tiene depositadas muchas esperanzas en un ariete que viste la Roja con España, y que lleva el gol en sus botas. Pezzolano ya le ha dado la alternativa y ha renovado con el club para seguir creciendo.
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