Misión imposible: tirar a portería contra el Real Valladolid

Otro ejemplo, de la mutación de los de Paulo Pezzolano, la comparativa en los enfrentamientos contra el Eibar, precisamente el equipo que marcó el punto de inflexión actual, y que ha terminado con el Pucela líder de la Liga.

En la ida, en Ipurua, la portería blanquivioleta concentró la mayor cantidad de golpeos a portería de la temporada, con trece. No es de extrañar que la goleada azulgrana (5-0) –que aún escuece y que decanta un posible goal average a favor de los vascos–, haya sido el marcador más abultado de la temporada en contra de los vallisoletanos, hasta el punto de que esos goles suman la sexta parte de todos los encajados por el Real Valladolid en la presente Liga (31).

El contraste con los de Joseba Etxeberria, uno de los rivales directos por el ascenso directo, es evidente. En el partido en Zorrilla del pasado 24 de marzo, los eibarreses se quedaron en dos tiros a portería, sumando el último balón que superó a Masip, antes de que iniciase la actual racha de imbatibilidad, con 718 minutos sin encajar un gol, la mejor de la historia del club.

Desde entonces, lo máximo que le han rematado al guardameta catalán del Real Valladolid ha sido tres tiros por partido. Lo hizo el Cartagena en su campo, y como uno de los equipos más ofensivos de la Segunda Vuelta, pero que tampoco encontró el camino del gol.

Repitió con tres lanzamientos entre palos el Amorebieta, casi todos en los primeros veinte minutos de partido, y luego apagón, también en buena medida motivado al jugar en inferioridad durante buena parte del choque disputado en Lezama.

Coincide de nuevo que los tres disparos en contra se vuelven a producir lejos del Estadio José Zorrilla en este periodo de escalada blanquivioleta. El último equipo que le hizo tres lanzamientos a Masip fue el Mirandés en Anduva, y tampoco logró perforar las mallas pucelanas.

De ahí que la estadística en Zorrilla sea intimidatoria para los rivales. No es que el portero del Real Valladolid no encaje goles, es que no recibe lanzamientos. El último que lo padeció fue el Espanyol el pasado sábado. Un tiro a portería, y su técnico Manolo González, valorando la falta de ideas de sus jugadores en el último pase o a la hora de finalizar las jugadas.

En cero se quedó el equipo que precedió a los catalanes en el césped pucelano, la SD Huesca. Ni un tiro entre los tres palos, y su entrenador explicando lo mucho que les costaba rematar...

El último equipo que logró dar con la clave para llegar a la portería del Real Valladolid fue el Racing de Ferrol. El equipo gallego le infringió la última derrota a los blanquivioleta a mediados del pasado mes de marzo (2-0), y los ferrolanos le remataron hasta en seis ocasiones a portería a Masip. Se da la circunstancia de que el equipo coruñés también es de los que más lanzamientos a portería ha logrado en Zorrilla, con tres, siendo además el único equipo que ha ganado al Real Valladolid tanto en la ida como en la vuelta.

Desde entonces, el guardameta pucelano no ha pasado apuros. No ha tenido que erigirse en protagonista en ningún encuentro, pese a su increible racha. El juego defensivo del equipo se ha impuesto al ofensivo en la mayoría de los minutos, y el técnico ha puesto en valor la capacidad de trabajo desde el punta hasta los centrales, eso sí, con Tárrega, Boyomo y Javi Sánchez, destacados en el blindaje pucelano.