Dos jugadores llegan a las manos en el entrenamiento del Real Valladolid

Un bache en lo deportivo que ha generado una tensión inédita hasta la fecha en la era Pacheta que ha derivado en un enfrentamiento en el entrenamiento matinal de este martes en los Anexos. Un intercambio de golpes con Malsa y Roque Mesa como protagonistas que ha llegado en el tramo final de la sesión programada por el técnico, y en la que ha debido intervenir buena partes de los jugadores, además del propio entrenador, para frenar el impulso principalmente del futbolista francés.

El entrenamiento ha concluido con dos mini partidos en dimensiones reducidas, y ha sido en el último cuando, en un lance en el que los dos jugadores pugnaban por un balón dividido, ha saltado la chispa hasta el punto de que Malsa y Roque Mesa han llegado a las manos. Inmediatamente varios jugadores y el propio Pacheta han mediado para separar a ambos jugadores, pero se ha generado un nuevo tumulto al tratar el francés de ir de nuevo a por el canario. Pacheta ha recibido, incluso, un empujón por parte de Malsa cuando trataba de frenarle. El mismo director deportivo, Fran Sánchez, que estaba viendo el entrenamiento desde la banda ha saltado al campo para mediar y que el incidente no fuera a más.

El técnico no ha enviado a ninguno de los dos a la ducha, y el partidillo ha continuado aun con el riesgo de que los dos protagonistas volvieran a cruzarse. Apenas unos minutos después Pacheta ha dado por terminada la sesión, y tanto Roque Mesa como Malsa han enfilado el camino de vestuarios por separado. Primero el centrocampista francés, acompañado por Weissman que intercedió y le fue calmando, y a continuación el canario.

No es la primera vez, y no será la última, que la tensión que generan los malos resultados traspasan los límites. Algunos de los presentes este martes en los Anecos aún recordaban el último enfrentamiento entre dos jugadores del Real Valladolid, Gianniotas y Ontiveros, durante la etapa de Sergio González.

Ya en sala de prensa, Joaquín ha tratado de poner paños calientes sobre los sucedido en el entrenamiento. «Sabemos que es una semana importante y obviamente entrenamos con mucha intensidad, y en fútbol puede pasar. Es una acción en la que han ido los dos fuertes y se han enzarzado, pero han hablado en el vestuario y se queda ahí», ha señalado el central almeriense minutos después.

«Sabemos todos lo que nos jugamos el sábado y que el partido que tenemos es vital para cortar la mala racha que tenemos. Hay que subir el ritmo e intensidad en los entrenamientos, e igual que puede pasar en un partido también pasa en un entrenamiento», ha concluido, sin que haya trascendido mucho más del incidente.