La destitución de Diego Martín Cocca, transcurridas escasas 24 horas del final del partido frente al Sevilla, dejan claras dos cosas; la primera es que ... no hay estamento ni personaje futbolístico que soporte el peso de ese resultado y en segundo lugar, que el propio guarismo, no es sino el fiel reflejo de una situación que trasciende lo meramente futbolístico. Que el Real Valladolid como institución ha tocado fondo ya no es noticia, y como tal el cese de su entrenador más que noticiable es curiosidad y consecuencia. Sin más.
Posiblemente Diego Cocca, ahora con tiempo de analizar lo sucedido, se arrepienta de haber aceptado dos promesas incumplidas: la de mantener los futbolistas que había, junto a la de reforzar los puestos más débiles.
Del mismo modo que quizás le esté dando vueltas de cómo haber caído en esa atonía que le ha llevado a la anulación de sus capacidades para entrenar y dirigir jugadores. Porque lo cierto, como meridianamente dejó dicho Anuar tras el partido: «Hemos tocado fondo».
Quizás no entienda como su presidente ni está ni se le espera o su secretario técnico, cumpliendo órdenes, le haya vendido con lo que contaba a fin de que salieran cuentas y dineros necesarios para pagar intereses de créditos,… digo yo, y por poner un ejemplo. No sé si cuando vino se había documentado acerca de quiénes eran Monchu, Tárrega, Boyomo o Escudero… y lo que era de sus vidas. Lo cierto y verdad es que la réplica obtenida con Juma Bah, Kike o Lucas Rosa le habrán hecho comprender ahora cual era el percal que se vendía en las oficinas.
«Álvaro cuenta con la ventaja del favor del aficionado; un favor, incondicional de salida, que debe alimentar con sus decisiones»
Algo de todo esto y estos bien sabe Álvaro Rubio; y le presupongo tan ilusionado al máximo ante la ocasión presentada como receloso de quiénes y como se la ofrecen. El paréntesis 'disfrutado' entre Pezzolano y Cocca le ha hecho conocedor de con quienes se jugará los cuartos.
Sin embargo, Álvaro Rubio cuenta con la ventaja del favor del aficionado; un favor, incondicional de salida, que debe alimentar con sus decisiones y la imagen que de las mismas transmitan los futbolistas a la afición. Algo a lo que añadiendo resultados positivos puede disparar el ánimo y parar la bronca.
Con firmeza y serenidad, trabajando y constatando que los jugadores te entienden lo que propones y que lo aceptan convencidos; es necesario que vean que trabajas y que eres consciente de que el artista es el jugador, pero tú quien le sacas a escena.
Es tiempo de mostrar valentía en el vestuario y en el césped, cantándole las verdades a solas a los desmotivados, poniendo firmes a los díscolos y liquidando, si las hubiese, a las manzanas podridas… ¡Y al lio!
A partir de ahí, me tienes que perdonar el atrevimiento, busca el sistema para que de cabida los mejores jugadores de la plantilla –el mejor zapato es aquel que mejor se adapta al pie– y que lo hagan en el sitio más adecuado, para que se haga realidad aquello de que la buena alineación es aquella que da cabida a los mejores; y como ejemplo los 'cinco dieces' del 70 en México permitiendo que nadie se quedase fuera.
Mi última consideración Álvaro es que tengas presente -se que lo tienes- algo que es necesario e inherente a la esencia de este club desde finales de los 70: el trabajo de cantera. Ese es el futuro global inmediato y en algún jugador aislado el presente; ello revalorizará el trabajo de los compañeros entrenadores y dará ilusión y ganas de seguir a los chicos. Y a los de arriba les volverá a abrir el apetito por vender, no lo dudes.
¡Suerte míster!
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