Los goles de Kenedy hacen brillar al Real Valladolid en Santander

El brasileño no jugó de inicio y Pezzolano mantuvo la misma alineación inicial que empleó ante el Tenerife, con Víctor Meseguer como enganche y Anuar en la banda izquierda del ataque. La idea de que 'si algo funciona, mejor no tocarlo' se cumplió en la formación blanquivioleta, aunque la primera parte ante los tinerfeños no fuese para tirar cohetes y la presencia de Kenedy resultase más que necesaria saliendo luego desde el banquillo. En el Racing, José Alberto López introdujo a Rubén Alves como central junto a Germán, lo que desplazó a Montilla al lateral derecho y a Dani Fernández al izquierdo, en detrimento de Saúl García. La sala de máquinas también cambió, con Aldasoro e Íñigo Sainz-Maza a los mandos en lugar de Grenier y Morante, así como la punta del ataque, con la vuelta de Arana, autor de dos goles.

Como estaba previsto, el Racing cedió el mando del balón al Pucela, que lo cogió gustoso y empezó a hincharse de posesión desde los primeros minutos. Los cántabros se entregaron a su juego vertical, con Íñigo Vicente como filtrador de balones hacia Arana. Así llegó la primera aproximación local, pero Jordi Masip estuvo atento para desbaratar la acción de ataque verdiblanca.

El Real Valladolid empezó a vivir muchos minutos en campo contrario, con continuos centros al área que resultaron infructuosos. Cargando por la derecha, el equipo de Pezzolano aculó a un Racing que achicó agua sin excesivos problemas durante este tramo. El cuadro blanquivioleta dejó algunos espacios atrás y Aldasoro llegó demasiado suelto en una preocupante jugada que acabó con un mal remate del mediocentro. Con el Real Valladolid percutiendo sin filo, los cántabros mostraron los dientes a balón parado. Germán remató con un gran cabezazo un saque de esquina, pero Masip voló para abortar el remate con una bella palomita. En el córner subsiguiente, el mismo Germán volvió a engatillar un testarazo que repelió el larguero. El Racing acechaba.

Los avisos alertaron al Real Valladolid, que se encomendó a la misma faceta de la pelota quieta para asestar el primer mazazo. Escudero prolongó el envío al área tras un córner para que Juric intentase una chilena que rebañó Anuar con un cabezazo ante Jokin Ezkieta que se convirtió en el 0-1. El tanto permitió respirar al Real Valladolid y desbarató los planes del Racing de guarecerse. Los cántabros acentuaron su fútbol vertical y Arana ejecutó un buen giro de cadera para zafarse de Juric y disparar fuera. En la otra costa, Monchu estuvo a punto de sorprender a Ezkieta, que había salido para despejar un balón.

Anuar chocó en un salto ante Dani Fernández y tuvo que ser asistido por una brecha en la cabeza. El centrocampista ceutí intentó volver al césped con un improvisado gorro a modo de vendaje, pero la conmoción que sufría obligó a cambiarle para dar entrada a Lucas Rosa. El Racing culminó sus llegadas de la primera parte con un disparo lateral de Andrés que volvió a mostrar distensiones en la zaga del Pucela.

Sylla gozó de una gran ocasión para aumentar diferencias tras el paso por vestuarios, pero Ezkieta le adivinó la intención en el mano a mano. El Real Valladolid siguió flácido atrás y Boyomo pecó de confianza para cometer una tremenda barrabasada ante Íñigo Vicente, que le robó la pelota para asistir a Arana en el 1-1. David Torres tuvo que multiplicarse en sus acciones atrás para cortar los ataques directos del Racing y salvó la papeleta en varias jugadas. Pezzolano revolvió el banquillo para dar entrada a Kenedy y Moro en busca de una versión más filosa. El Racing no tardó en voltear el marcador: Boyomo rompió el fuera de juego y permitió que Andrés se plantara delante de Masip, que abortó bien el mano a mano. Sin embargo, la pelota le cayó a Arana, que mandó una vaselina lejana para marcar el 2-1. El 'momentum' del partido ya parecía otro, pero Kenedy se sacó de la chistera un golazo de autor, con una jugada personal y un latigazo endiablado que batió a Ezkieta tres minutos más tarde. El Pucela desplegó las alas a toque de corneta para ir a por el triunfo, energizado por la inspiración del brasileño. Un gran centro de Moro encontró la irrupción de Monchu, con un remate a quemarropa que Ezkieta salvó de manera milagrosa. En la otra orilla, Torres volvió a apagar una hoguera ante Peque y Masip respondió cuando tocaba.

Ya en el tiempo de descuento, el Real Valladolid armó una contra relampagueante, con Sylla prolongando la pelota para Raúl Moro y el extremo como asistente para la llegada de Robert Kenedy, pletórico. El brasileño rubricó el 2-3 final, se despojó de la camiseta y se arrodilló con su cuerpo tatuado para ofrecer plegarias sobre el césped. Corría el minuto 91 y el triunfo visitante ya estaba encarrilado. La mejor versión goleadora de Kenedy apareció cuando más se necesitaba e hizo brillar a un Pucela victorioso también a domicilio.