Un gol de Meseguer pone al Real Valladolid colíder de Segunda División

La novedad en la alineación blanquivioleta fue que Pezzolano no introdujo novedades con respecto al triunfo anterior a domicilio ante el Amorebieta. El técnico uruguayo repitió once, lo que incluyó a Álvaro Negredo en la punta del ataque. Al entrenador del Pucela le convence más la participación que tiene en el juego el veterano punta... a pesar del reencuentro con el gol de Marcos André en Lezama.

Con Javi Sánchez fuera de la convocatoria por sus dolencias, el eje de la zaga volvió a ser ocupado por Tárrega y Boyomo. Oliveira se mantuvo como ancla en la medular y Anuar y Moro siguieron por las bandas del ataque, aunque el ceutí se movió por la izquierda y el barcelonés por la derecha. En el Huesca, Antonio Hidalgo se vio obligado a retocar el centro del campo por la ausencia del sancionado Sielva, lo que dio entrada a Kento. Javi Martínez y Obeng fueron las otras dos novedades de los oscenses.

El Pucela salió muy intenso, con ganas de resolver el partido por la vía rápida y elevarse en la tabla hacia el ansiado coliderato. Con un ritmo de circulación alto, fue Luis Pérez el encargado de ofrecer la primera carta de presentación en el área del Huesca, con un disparo que acabó en el lateral de la red. La acción fue repetida, casi con papel de calco, por Sergio Escudero segundos después.

Las buenas sensaciones que transmitía el Pucela en los primeros compases acabaron por cristalizar en una acción a balón parado, el gran manantial blanquivioleta. Escudero botó una falta cometida sobre Anuar y Meseguer se merendó todos los marcajes en el segundo palo para anotar de cabeza el 1-0. Ese gol acabaría dejando tres puntos de oro.

En apenas ocho minutos, el equipo de Pezzolano supo cómo romper el cerrojo que el Huesca suele imponer en sus desplazamientos. El tanto sirvió como cierto anestesiante para el Real Valladolid y aumentó las necesidades ofensivas de los oscenses. Obeng logró zafarse del marcaje de Boyomo para rematar alto, en uno de los escasísimos fallos del central blanquivioleta, autor de un partido colosal.

En la otra orilla, el Huesca empezó a ofrecer síntomas de nerviosismo. Álvaro Fernández cometió un fallo garrafal en un centro templado de Luis Pérez al que salió con el cazamariposas y los guantes aceitosos. Monchu estuvo a punto de aprovechar el desaguisado del guardameta, pero Loureiro salvó al Huesca bajo palos para enmendar la pifia de su compañero.

Los azulgrana trataron de estirarse y buscaron a Gerard Valentín, más exigido en sus subidas por la derecha. El Real Valladolid, contemporizando, no aprovechó los regalos visitantes: Monchu estrelló en el corpachón de Álvaro Fernández un disparo a quemarropa tras un saque de banda 'made in Escudero'.

Mientras Anuar y Juanjo Nieto, antiguos compañeros en el Promesas, se zurraban en cada balón dividido, el partido entró en una fase de poca definición. Vilarrasa (otro ex de la cantera pucelana) remató alto un libre directo. Raúl Moro encendió motores para armar un contraataque personal que acabó con un disparo demasiado elevado. Anuar se escabulló de Juanjo Nieto para sacar un gran centro al que no llegaron por centímetros ni Negredo ni Luis Pérez. Un remate de Negredo tras iniciar un taconazo que le devolvió Lucas Oliveira mostró a un Pucela con ganas de atacar, pero poco filoso y con más predisposición a conservar el botín.

El Huesca merodeó por el área de Masip durante la segunda parte, pero sin exigir realmente al guardameta blanquivioleta. Gerard Valentín aparecía como gran amenaza con sus rupturas y sirvió un pase muy peligroso a Obeng que cortó Tárrega. El extremo se rompió en esa jugada y dejó su lugar a Tresaco, otro rival con gran capacidad de aceleración por banda.

El Real Valladolid entró en una fase de estatismo, aunque encontró la manera de generar ráfagas arriba. Anuar, que se llevó un sinfín de golpes, fue capaz de plantarse en el área antes de que Nieto desactivase el remate del ceutí. Pezzolano ejecutó un triple cambio, para refrescar las bandas del ataque (Amath por Moro; Iván Sánchez por Anuar) y reforzar la defensa de la banda izquierda (Rosa por Escudero). El partido se movía por márgenes muy estrechos en el marcador, con la amenaza siempre latente de que cualquier acción a balón parado o transición mal defendida acabase causando un cortocircuito. Iván Sánchez y Luis Pérez encontraron algunas asociaciones interesantes por la derecha y Monchu pudo conectar un buen centro del lateral, aunque su remate se marchó desviado.

Las malas noticias llegaron en forma de lesión: Amath corrió a la presión en un balón largo hacia territorio rival, notó la 'pedrada' muscular en la pierna derecha y tuvo que retirarse lesionado cuando sólo llevaba un cuarto de hora en el césped. Isra Salazar ocupó su puesto y Marcos André, que estaba a punto de entrar, tuvo que retrasar su ingreso en el partido. La lesión de Amath supone un mazazo para el equipo en este tramo final. Además, Lucas Rosa y Víctor Meseguer recibieron sendas tarjetas amarillas y no podrán jugar en Anduva frente al Mirandés.

El Huesca intentó hasta el final meter el miedo en el cuerpo al Pucela. Tresaco encontró una autopista hasta que Boyomo le frenó en otra acción imperial. Una mala salida de Jordi Masip en el 90 acabó sin consecuencias. Hubo escarceos finales de los azulgrana, pero sin fuego real. Zorrilla celebró a lo grande los tres puntos. El Real Valladolid aparece ya como colíder de Segunda junto al Lega con una gran racha victoriosa en el momento más decisivo de la temporada.