«No es momento de hablar», zanjó a la tercera pregunta relacionada con su futuro. Aunque Diego Cocca transmite tranquilidad en rueda de prensa, al entrenador blanquivioleta hay que aprender a interpretarle el mensaje directo y el indirecto. El directo se queda en ese «No ... puedo garantizar que esté en Vallecas», como respuesta a una pregunta directa por su futuro. Eso abre la hipótesis de si su puesto está en el aire ligado a una decisión propia y de su cuerpo técnico; o si su cargo está a disposición de la secretaría técnica tras casi dos meses en el banquillo, con el equipo colista y cada vez más lejos de la salvación.
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La duda se quedó en la sala de prensa del Estadio de La Cerámica en Villarreal, porque a la tercera pregunta para que aclarase sus palabras llegó ese «No es momento de hablar». Antes, Cocca dejó en el aire su presencia en Vallecas en el próximo partido de los blanquivioleta este viernes. El preparador argentino defendió que en «en el fútbol no se puede dar nada por seguro», para responder a las preguntas sobre su continuidad en el banquillo. «Soy director técnico de fútbol profesional... No puedo garantizar nada de nada. Esto es el día a día y vivo al día. Hoy el equipo no estuvo a la altura. El rival es muy superior, eso está claro, pero la realidad está en la cancha», valoró en realidad a que todo los males del equipo se mostraron sobre el césped en tierras castellonenses.
«Espero que vengan más jugadores. Han venido dos y espero que vengan más», zanjó después de valorar que el equipo está mejorando. «Está mejorando, como puede, pero mejorando», añadió.
«Creo que mejoramos la imagen y lo hicimos más tiempo que contra el Real Madrid, porque aguantamos hasta el minuto 40, pero en lo mental es complicado. Te hacen el gol y aparecen los fantasmas de antes. Ahí se complica el seguir, y la parte mental la sufrimos mucho», destacó en relación a como el equipo se vino abajo tras el tanto del Villarreal en el minuto 41.
Cocca no quiso hablar de «bajar los brazos». «No creo que sea eso, es una cuestión de impotencia. El rival tiene muchas más herramientas para lastimarte, y esas herramientas pudimos resolverlas hasta que nos hicieron el gol».
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El entrenador blanquivioleta antes de no ser claro sobre su continuidad en el banquillo, sí que recordó que sabía donde se metía cuando aceptó el reto del Real Valladolid. «Sabía dónde me metía, la situación, el contexto... Es difícil, todo es difícil... El lio del pase, conseguir jugadores, todo se complica, es la vida», reflejó. «Es mi profesión. Tengo la ocasión por mejorar al equipo que me toca, al que tengo a mi mando».
Por su parte, Marcelino García Toral destacó «el rendimiento en los partidos en casa, pero que la gente no se acostumbre a que cada semana marquemos cuatro o cinco goles», analizó en un mensaje que tampoco deja en muy buen lugar al Real Valladolid, al go que ya sucedió la pasada semana con la valoración de Carlo Ancelotti tras el encuentro en Zorrilla. Eso sí, el entrenador asturiano admitió que «en el primer tiempo lo pasamos regular».
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