Borja Fernández intenta desde este viernes recuperar en la medida de lo posible su ritmo de vida normal, el que tenía antes de que fuera detenido en el marco de la operación Oikos. Borja llegó de Huesca a su domicilio cerca de la medianoche del jueves y hoy está haciendo vida normal por la ciudad, sin intención alguna de esconderse.
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Según manifestó ante los micrófonos de GolTV cuando accedía a su domicilio en su vehículo particular, el exfutbolista se encuentra bien, molesto por el poco rigor con el que a su juicio se han abordado algunas noticias sobre su detención y paso por la comisaría y el juzgados.
Añadió que estaba tranquilo, «dentro de lo que se puede estar en estas cosas», y señaló que en breve se sabrían más cosas. Fuentes cercanas al exfutbolista han señalado que Borja está pendiente de mantener una reunión con el club para tratar algunos asuntos y que cuando resolviera ese aspecto probablemente hable públicamente.
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