El Betis vende cara la derrota ante el Promesas

Intentó el Betis de Yepes sorprender al filial blanquivioleta con una línea defensiva de cinco que era hasta de seis si los interiores del Promesas avanzaban mucho. Quería Yepes hacer el campo estrecho para así contrarrestar la superioridad técnica de los rivales. Pero los de Baptista no cayeron en la trampa y desde el primer momento buscaron entrar por las bandas y aprovechar la velocidad de Cedric.

Los de las Delicias, hipermotivados, aguantaron 23 minutos, hasta que un centro desde la derecha fue cabeceado por Joao muy lejos del alcance de David Jiménez. Pero no por ello cambiaron su forma de jugar. En los minutos de inicio habían logrado dos interesantes aproximaciones al área de Yari, así que tenían claro que el plan podía dar réditos. De hecho Lozano, una pesadilla para su defensor al que superó claramente siempre y al que le escamotearon un claro penalti, tuvo el gol después del enésimo error de los defensas del Promesas, que continuamente se tragaron los balones a la espalda que enviaban los béticos.

El Betis tenía un plan. Estaba claro. El Promesas no tanto, más allá de hacer valer su mayor calidad.

Conforme pasaron los minutos, los de Yepes fueron mermando físicamente, apenas llevan 10 días de trabajo, mientras que el Promesas fue creciendo bajo la batuta de Maroto. El zurdo centrocampista se encontró muy a gusto flanqueado por Fran Rivera y sus aperturas a banda, precisas, fueron desmoronando poco a poco la resistencia táctica de los verdiblancos.

El inexistente penalti que supuso el tanto de los de Yepes tampoco cambió demasiado el tono del partido. Yepes refrescó las bandas para buscar la espalda de un Promesas cada vez más ofensivo. El plan estuvo a punto de funcionar en un par de contras, pero sobre todo en un remate de Giralte solo ante Yari. La deficientísima iluminación del campo de Los Pinos impidió al arete conectar el remate. El Promesas sufrió lo que no esperaba ante el pundonor y la honradez de su rival y ganarse el pase a semifinales, donde le espera La Cistérniga