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La pretemporada suele ser la época en la que los aficionados se ponen nerviosos porque no terminan de ver lo que quieren en su equipo y los entrenadores ven aspectos de la plantilla que los seguidores casi nunca descubren. Ningún entrenador da valor a los ... resultados en estos encuentros, pero si resaltan, por lo general, otras virtudes que son las que a su juicio terminarán por permitir que los marcadores durante las temporada les permitan sumar puntos.
Ante el Stade Brest al Real Valladolid le pasó algo de esto. Quienes vieron el partido percebirían un equipo muy bien colocado, dominador, algo lento con la pelota, con problemas a la hora de replegar, sin remate y corto de profundidad por las bandas. Pacheta vio otras cosas: competitividad, despliegue físico, capacidad para ajustar las marcas, versatilidad.
Todos aciertan, claro, que esto del fútbol no tiene verdades absolutas, pero del análisis uno a uno de los que jugaron más tiempo se pueden empezar a extraer señales que los amistosos contra el Rayo (probablemente el 5 de agosto aunque está sin confirmar) y el Lazio el día 6 deben terminar de asentar.
Sergio Asenjo. Es él. Un año casi en blanco no le ha afectado. Rápido para tapar huecos, ágil bajo los palos, técnico en los despejes, potente de piernas. Fue el mejor. La portería no parece que vaya a dar quebraderos de cabeza.
Luis Pérez. Le falta chispa, lo que es lógico. El Brest cerró las bandas y se encontró sin espacios. Apena sufrió para defender, pero apenas le encontraron sus compañeros salvo en alguna desplazamiento en diagonal de los centrales. Discreto.
Javi Sánchez. Le ganaron la espalda en un par de ocasiones. No está fino físicamente aún y lo nota a la hora de recuperar el sitio, algo que trató de solventar con colocación. Su entendimiento con El Yamiq es muy bueno. Aprobado.
El Yamiq. Se le ve cómodo tenga a quien tenga al lado. Sufrió alguna pérdida de concentración que le hizo cometer algún error poco trascendente. Sobrio y eficaz por alto, se animó a irse al ataque y, como casi siempre, se lio y dio opciones al rival. Muy bien en los pases en diagonal para abrir el campo. Notable
Lucas Olaza. Lo dicho para Luis Pérez sirve para el uruguayo. La salvedad es que lo intentó menos y que Toni no siempre le dejó el carril abierto para que subiera. Sobrio y riguroso en la marca, en cuanto adquiera tono físico será el de antes. La competencia con Escudero garntiza una muy buena banda izquierda.
Aguado. Salvo unos minutos en los que Pacheta le ordenó ser más posicional, el jienense corrió lo que no está en los escritos. Ayudó, presionó, se acercó al área... Se entiende con Roque sin mirarse. Su juego es básico porque combina inteligencia para tapar el hueco que deja el compañero con velocidad para replegar.
Roque Mesa. Lo que el canario te da, el canario te quita. Determinante en la salida de balón y vital para que el equipo adquiera profundidad, pero un punto remiso a la hora de recuperar la posición cuando el balón se pierde en el centro del campo. Cuando mejore físicamente mejorará su clarividencia en el campo.
Iván Sánchez. Irregular. A ratos conectado, a ratos intrascendente. Cuando entra en juego el equipo lo nota porque es un futbolista diferencial por su verticalidad, su regate y su visión del último pase. Jugó en banda y de volante pareció sentirse más cómodo en esta segunda posición. Quizá porque en ese momento tenía a Plata por delante
Kike Pérez. Jugó donde le gusta, en el centro del terreno, con una visión amplia del campo. Formó un buen triángulo con Mesa y Sánchez, pero anda algo corto de forma y le falta el punto de velocidad que le convierte en peligroso. Se le vio con ganas y muy implicado. Está llamado a ser importante si se centra como se centró en Elche en el tramo final de la temporada pasada.
Toni Villa. De más a menos. Sorprendió al principio a los rivales con sus diagonales y sus conducciones. Le falta la chispa propia de la excesiva carga de trabajo físico, pero esta es su temporada. Tiene competencia que le hará apretar los dientes, Pacheta confía en él y ya sea en banda o por el centro tiene que romper los moldes.
Sergio León. Trabajador, como siempre, pero solo en punta se encuentra muy huérfano. Su juego es más de caer a banda para abrir las vías interiores a los volantes. Estaba en clara inferioridad física con los centrales pero aún así les ganó varios balones. Acabó fundido.
Anuar. Empezó de lateral derecho y acabó de volante. S el hombre para todo porque siempre cumple. Nunca será un 9,5, pero siempre será un 7,5 como poco.
David Torres. Su sentido de la colocación y su técnica defensiva son impropios de su edad. Sabe además lo que no debe hacer para evitar equivocarse. Un canterano cada vez más interesante.
Monchu. Pacheta le colocó entre los centrales para sacar el balón. Da la pausa necesaria, se equivoca entre poco y nada a la hora de entregar el balón. Cuando esté en el campo sacará todas las faltas.
Hugo Vallejo. Poco tiempo estuvo en el campo, pero se le apreció falta de ritmo a la par que intensidad. Ayudó a Olaza y a Escudero.
Gonzalo Plata. Aún está muy lejos de lo que se peude esperar de él. Se trataba de que jugara para ir cogiendo ritmo.
Sergio Escudero. No tuvo problemas y para David Torres es un seguro de vida tenerle cerca. Está algo corto de preparación aún.
Sekou Gassama. En el poco tiempo del que dispuso quiso demostrar a Pacheta que no se necesita un tercer delantero. Fue al choque contra los centrales en la presión a la mínima oportunidad. Su valor es lo diferente que es de Weissman y Sergio León, lo que le hará necesario en muchos momentos de la Liga.
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