Asenjo ensucia el golazo de Anuar

Pacheta retocó el once, con cambios en todas las líneas. En la zaga Javi Sánchez apareció junto a El Yamiq, lo que dejó a Joaquín como 'paganini' por sus errores en la primera jornada. Kike Pérez se asomó a la medular. Y, en la línea atacante de tres, permutas por doquier: Iván Sánchez ocupó como estaba previsto la banda derecha en ausencia de Gonzalo Plata; el multiusos Anuar relevó a su amigo Toni por la izquierda; y la posición de 'nueve' recayó en Sergi Guardiola, recuperado para la causa blanquivioleta, después de permanecer sin un solo minuto en la pretemporada por decisión del club, cuando parecía que se iría. Así son los vaivenes del fútbol.

En el Sevilla, Lopetegui también efectuó cinco cambios de inicio, con Montiel en el lateral derecho, el recién llegado Nianzou en el eje de la zaga, Óliver Torres y Joan Jordán en la medular, y Lamela como sustituto de Tecatito, lesionado de gravedad el jueves.

La revolución sentó mejor de inicio al Sevilla, que desató un huracán ofensivo en los primeros minutos. Al Real Valladolid no le quedó otra que sacar el paraguas y tratar de guarecerse ante el monzónico juego local. Apretó el cuadro de Lopetegui y el Real Valladolid se encomendó al sufrimiento, con la esperanza de que escampase. El Sevilla siguió a machamartillo. Montiel explotó la banda derecha y los hispalenses bombearon continuos balones sobre el área de Asenjo. Óliver Torres burló a Anuar en el área y estuvo a punto de armar el taco. Nianzou se elevó poderosamente para rematar un córner. Rekik también se animó al cabezazo tras un saque de esquina. El Sevilla crecía y el Pucela menguaba. Para complicar las cosas, El Yamiq se lesionó en una cadera, lo que obligó a la entrada precipitada de Joaquín. Los saques de esquina a favor de los andaluces se sucedieron a velocidad de vértigo. Y Asenjo, antes de armarla, exhibió sus virtudes con los pies para frenar un disparo de Rafa Mir con aroma de gol tras una pared de Lamela. La jugada se inició en una pérdida garrafal de Iván Sánchez, que jugó con la brújula averiada.

El Sevilla disminuyó el ritmo y el Pucela vivió algunos minutos de respiro, aunque el centro del campo visitante siguió con los faros rotos y jugó frecuentemente hacia atrás ante un rival ordenado y que mordía en cada 'tackling'. Roque Mesa no mostraba la jerarquía que se le supone. Se vieron algunas costuras, como una mala coordinación entre Asenjo y Kike Pérez. El Real Valladolid ofreció una imagen de debilidad, como si aún le sentase muy holgada la categoría.

Guardiola vivió en un islote, a la sombra de Nianzou y Rekik. El Pucela no logró mirar hacia adelante en toda la primera parte, mientras Pacheta arengaba desde el banquillo. Pero siempre hay rendijas: el Sevilla se confío de mala manera, Nianzou se cortocircuitó, perdió el hilo y la pelota acabó mágicamente en las botas de Guardiola, solo ante Bono. El delantero blanquivioleta se ofuscó y estrelló el balón ante el guardameta marroquí. Tal vez jugar amistosos en pretemporada sí sirva de algo. O tal vez no. Quién sabe. En el carrusel de malas decisiones, Asenjo retiró el guante en un latigazo lateral de Lamela que se estrelló en el palo. La mejor noticia para el Real Valladolid fue el 0-0 al descanso.

Olaza relevó a Escudero, esta vez con 45 minutos por delante. El vallisoletano no ha acabado de coger el pulso a esta temporada y el uruguayo acecha. El Pucela halló otro aire, con más posesión y presión más efectiva. Las espadas se igualaron. Guardiola cayó en el área de Bono tras una buena recuperación. Nianzou le rebañó la bota de apoyo. El penalti fue claro, pero Pulido Santana se tragó el silbato y el VAR se inhibió de manera escandalosa.

El Sevilla empezó a destensarse ante un Pucela en luna creciente y en busca del filo arriba. El Sevilla atacó con menos fluidez, pero la entrada de Ocampos y En-Nesyri refrescó la zona de vanguardia. Respondió Pacheta con las incorporaciones de Sergio León, Plano y Monchu por unos desteñidos Guardiola, Iván Sánchez y Roque Mesa. Monchu estuvo a punto de marcar tras un disparo que tocó en Plano y despistó a Bono. Sergio León armó una contra que malgastó Aguado. El Real Valladolid se infló. Anuar sacó petróleo tras un balón suelto, se coló entre Rekic y Nianzou y marcó el 0-1. Jugadón y golazo del ceutí. El Real Valladolid metió una dentellada, pero Asenjo la pifió lamentablemente en un balón que solo tenía que agarrar ante su compañero Joaquín. Rekik empató a placer. Un fallo tremendo, impropio del palentino.

Ocampos embarulló el final con una falta de roja ante Olaza que Pulido dejó en amarilla. Hubo lío en los banquillos y rojas a suplentes. Un empate en el Pizjuán no es mal botín, pero dejó un regusto muy amargo. El Pucela, a través de los guantes flojos de Asenjo, tiró dos puntos a la basura.