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Considerado en la época como el típico delantero tanque que se llevaba por delante todo lo que le salía al paso, fue importante con todos los entrenadores con los que jugó.
Alberto López Moreno (Madrid, 1967) inició su carrera en Burgos antes de recalar ... en Zorrilla donde intercaló diez temporadas con otras tres en el Racing de Santander (95-98) antes de poner punto y final a su trayectoria en el Numancia (2001-02). En la campaña 88/89 marcó siete goles, incluido el último con el que se cerró la liga ante el Espanyol, pero no fue suficiente para que Cantatore le incluyera como titular en aquel partido ante el Real Madrid disputado en el Calderón.
El gran berrinche de aquella final se lo llevó Alberto, que venía jugando como titular en Copa y aquel día vio como Jankovic y Peña ocupaban puesto en la delantera. «Volví en 23 días después de una lesión de menisco y no solo había jugado los dos partidos de semis sino que marqué el último gol en Liga, así que fue un chasco muy gordo no jugar», explica, «eso no quita para que se me ponga la carne de gallina cuando me acuerdo de esa final. Jugamos relajados porque ya teníamos billete para Europa».
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