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Óscar Blanco Esteban, en el Campo Grande de Valladolid. Carlos Espeso
Óscar Blanco: «Cada vez más se necesitan espacios donde refugiarnos y poder conversar»
V Foro de la Cultura. 'Del brasero al meme'

Óscar Blanco: «Cada vez más se necesitan espacios donde refugiarnos y poder conversar»

«En la siguiente edición vamos a hablar sobre el odio», avanza el coordinador del Foro de la Cultura

El NOrte

Valladolid

Viernes, 14 de enero 2022, 07:45

Óscar Blanco Esteban (Villalón de Campos, Valladolid, 1975) es el coordinador del Foro de la Cultura, y el fundador y director desde 2001 de Cultura & Comunicación, la empresa que lo organiza. Diplomado en Relaciones Laborales, además de escritor, durante su larga trayectoria profesional ha promovido y gestionado numerosos eventos en toda España en torno a la música, el arte, el teatro, el cine o la literatura.

–Han explicado el traslado del Foro de la Cultura por la necesidad de «crecer». ¿Burgos no lo permitía?¿Se debe a que en Valladolid han encontrado más apoyo de las instituciones públicas?

–En Burgos hemos estado muy cómodos todos estos años, hemos tenido una respuesta del público que jamás hubiésemos pensado y estamos enormemente agradecidos. Empezamos allí en 2014 porque coincidió que optaron a la Capitalidad Cultural Europea y nos pareció que era la ciudad perfecta, vinculada al pensamiento, con el Museo de la Evolución Humana y un enorme patrimonio. Cuatro ediciones después creíamos que era el momento de cambiar y por eso hemos elegido Valladolid. Y no es tanto por tema de apoyos institucionales, sino porque creíamos que nos iba a permitir crecer más.

–¿Nunca se han planteado como sede Madrid o Barcelona?

–No. Hemos tenido la opción de ir a ciudades mucho más grandes pero siempre hemos apostado por las de provincia, porque un foro de estas características tiene un mayor arraigo en sitios donde la ciudadanía conecta mucho más con experiencias de este tipo. En ciudades grandes como Madrid o Barcelona se diluye. Hacemos una extensión en el Espacio de la Fundación Telefónica en Madrid, pero la hacemos porque para nosotros es un colaborador extraordinario.

–El encuentro se define como un marco de reflexión sobre los retos de la sociedad del siglo XXI. ¿Es necesario un foro como este?

–No sé si decir que lamentamente, pero yo creo que sí. Cada vez más se necesitan espacios donde refugiarnos y poder conversar. Siempre digo que el foro es una especie de oasis donde pararnos a reflexionar y escuchar las voces de gente de todo tipo. El foro te permite pensar y escuchar opiniones e ideas muy diversas, que te pueden gustar o molestar, pero sobre todo te hacen reflexionar. A mí lo que más me gusta de las ediciones pasadas es que la gente sale como de un sanatorio, diciendo «¡qué experiencia más chula!». Para nosotros ese es el gran reto, y por eso es un proyecto tan variado.

Salto generacional

–En esta quinta edición se aborda la brecha intergeneracional, con el lema 'Del brasero al meme'. ¿Por qué han elegido este tema?

–Porque creemos que está en todos los ámbitos de nuestra vida. Deberíamos de aprender muchísimo tanto la gente sénior de la gente más joven como al revés, y eso no se está construyendo para nada. Hay un salto generacional enorme, cosa que antes no había. Una desconexión brutal. Yo lo veo con mis hijos, hablamos lenguajes completamente diferentes. Ese salto lo hay en todo, en la cultura, en la ciencia, en la arquitectura... De esto queremos hablar, de cómo es posible que haya esa desconexión tan grande, que tiene mucho que ver con la tecnología. A nuestra forma, porque una de las características del foro es hacer una mezcla entre un encuentro profesional y un acto festivo. Nunca hemos querido ser un congreso o algo excesivamente sesudo, sino que el espectador vaya a ver a 50 ó 60 ponentes de prestigio pero a la vez se lo pase bien y vea experiencias únicas. Eso para nosotros es lo más importante, que el espectador sienta que ve algo que es muy difícil de ver en otro sitio. Por eso va dirigido a todo el mundo. De hecho, la entrada es gratuita porque queremos que venga gente de todo tipo.

«La mayoría de la gente que nos dedicamos a la gestión cultural sobrevivimos por pura militancia»

–¿La tecnología, junto a la velocidad a la que vivimos y las redes sociales, hacen cada vez más difícil el diálogo del que hablaba?

–Dependiendo de cómo la usemos, la tecnología une o desune. Yo creo que la tecnología es un peligro total, pero por el uso que le estamos dando. A nosotros nos salvó la edición pasada, porque permitió que se hiciera el foro 'on-line', pero a la vez no creo en la inteligencia artificial porque no creo que haya inteligencia artificial. A mí me preocupa muchísimo el actual clima de crispación que hay ahora. Sobre todo hay una falta de credibilidad total de la democracia, y eso es peligrosísimo. Todo está basado contra alguien, todo está lleno de dogmas y todo está lleno de odio. Y el foro es precisamente lo contrario de eso. Lo que buscamos es que la gente hable, se escuche, reflexione, que se compartan ideas. Estamos pensando ya en la siguiente edición del foro, y vamos a hablar sobre el odio.

Ley de Mecenazgo

–Usted ha confesado que se mira en el modelo cultural francés. ¿Es mucho lo que nos separa todavía del país vecino en esta materia?

–Es muchísimo. Los franceses tienen la suerte de tener una Ley de Mecenazgo, que en España lamentablemente no tenemos. Aquí los gestores culturales dependemos muchísimo de las instituciones públicas, lo cual es un problema enorme. Es importantísimo que de una vez por todas se ponga en marcha una Ley de Mecenazgo para que puedan existir proyectos como el Foro de la Cultura, porque si no es imposible que la administración pública pueda asumir que haya eventos culturales como este. En ese sentido, el modelo del foro es muy francés en cuanto a la parte institucional, porque somos de los pocos proyectos que conseguimos mezclar la financiación pública con la privada. Nosotros siempre hemos apostado por un marco de financiación mixto, y ese es el modelo francés. En cuanto a contenidos el Foro de la Cultura es también muy francés por ser un foro de pensamiento, allí también están muy avanzados en eso.

–¿Cómo está Castilla y León en relación al resto de autonomías?

–Si exceptuamos el País Vasco, la mayoría de las comunidades son muy parecidas. Con una precariedad absoluta. La mayoría de los que nos dedicamos a la gestión cultural sobrevivimos por pura militancia. Es triste decirlo, pero es así.

«La ciudadanía no entiende que la cultura es fundamental para su desarrollo personal y para el desarrollo del país»

–La pandemia impactó de manera brutal en el sector cultural. ¿Se ha recuperado ya toda la oferta?

–Estamos acostumbrados a trabajar en condiciones extremas, pero lógicamente nos ha afectado. Se habla mucho de la hostelería, que está muy bien que se les apoye, pero imagínate cómo lo hemos pasado nosotros. El sector cultural tiene dos problemas gravísimos. Uno es la dependencia del sector público. El otro, que la ciudadanía no entiende que la cultura es fundamental para su desarrollo personal y para el desarrollo del país. Eso en Francia lo tienen clarísimo.

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