Qué ver en Valladolid: lugares románticos para visitar en San Valentín

Valladolid es un lugar para enamorarse. La ciudad tiene algunos puntos que fácilmente podrían tener su espacio entre las líneas de 'Orgullo y Prejuicio' o, por qué no, ser el escenario de bailes al ritmo de Justin Hurwitz. La imaginación es infinita. Por San Valentín, acercarse a conocer la ciudad del Pisuerga es una buena opción. Estos son algunos de los lugares por lo que merece la pena perderse con esa persona amada.

Obviando los sitios que se deben visitar de forma obligada, vamos a proponer un paseo por rincones con encanto. Que, por supuesto, también los hay. Dicen que el lugar más romántico de Valladolid por antonomasia está en la casa de un escritor. La de José Zorrilla, autor de 'Don Juan Tenorio'. No es que la obra sea el ejemplo más propicio de qué hacer para conseguir el amor de otra persona, pero es un paso por el que comenzar nuestra visita romántica a Valladolid. Su jardín funciona como un paso previo para conocer el inmueble en el que vivió el escritor y conocer los detalles de su vida.

Nuestros pasos nos llevan ahora hasta otro de los mejores lugares para este San Valentín. Es el Viejo Coso de Valladolid, un remanso de tranquilidad. La vieja plaza de toros de la ciudad es ahora un pequeño oasis en pleno centro, que aisla a sus visitantes del ruido y el asfalto. Quizá este es el lugar idóneo para dar ese regalo. Sea como sea, acercarse a conocer este lugar es siempre una buena opción.

Con parada en alguna de las cafeterías que poblan el centro de Valladolid, podemos seguir con la ruta. El camino nos lleva ahora hasta el pasaje Gutiérrez. La galería comercial es una de las tres que se conservan en España y además también es un buen lugar para tomar algo. Merece la pena centrar la mirada en los detalles del techo del lugar. Además de la estatua de Mercurio, dios de, entre otras cosas, la comunicación.

Otra de las apuestas seguras es el Campo Grande, un parque perfecto para perderse entre sus caminos y senderos. Además, siempre merece la pena acercarse a ver los pavos reales y demás animales que habitan en el lugar. También, por supuesto, las solicitadas ardillas. Si ya ha caído la noche es el momento perfecto para enamorarse de las luces de Valladolid. Un paseo por toda la zona centro es el mejor modo de rematar la jornada y conocer los monumentos más importantes de la ciudad. Imposible no ser romántico en estos lugares.

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