Parecía que la fiebre por ir en masa a los supermercados había pasado. Las largas colas de a mediados de marzo se habían esfumado y la cordura se adueñaba de tediosas y ordenadas jornadas en los establecimientos. Se respetaba la distancia de seguridad y el ... papel higiénico, ese bien que escaseaba hace tres semanas, volvía a poblar las estanterías. Hasta que llegaron las vísperas de la Semana Santa y el cierre de muchos de estos establecimientos mañana jueves y el próximo viernes. Todo eso volvió a echar a los palentinos a las calles, que ataviados con mascarillas y guantes, hacían largas colas a la espera de que el personal de seguridad hiciera un movimiento de muñeca para acceder al local. «Siguiente, por favor», fueron las palabras que más repitieron a lo largo de la jornada de ayer y que hoy, si nadie lo remedia, volverán a pronunciar.
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Coronavirus en Palencia
No había supermercado que se resistiera a las colas. Todos enfrentaban la jornada reponiendo material y con el sonido del paso de un producto por la caja. Esa era la situación del Mercadona del parque comercial El Arambol, que ha reducido su aforo durante estos días a 170 personas. Eso generó una larga cola de más de 50 personas en sus aledaños. Y es que este supermercado recibió a 5.000 personas clientes entre la hora de apertura y las 16:00 horas.
A escasos metros de este Mercadona, el Aldi también aglutinaba a gran parte de la clientela. La escasez de algún producto en el Mercadona propició que muchos cruzaran un par de calles hasta un establecimiento que a las 14:00 horas ya había alcanzado la facturación de una jornada normal.
Estos son dos ejemplos de lo que se vivió en Palencia ayer. En otros puntos de la ciudad, la instantánea era similar, aunque en muchos casos con tintes de realidad, como en el Lidl de Pan y Guindas, donde empleados de limpieza desempeñaban labores de desinfección.
Asimismo, muchos de los supermercados estuvieron controlados ayer por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, desplegados principalmente en los de gran afluencia. De hecho, en el Mercadona de la salida hacia Valladolid, la Policía Nacional solicitaba el DNI a todo aquel que se acercaba en coche hasta el aparcamiento y a quien no vivía a un razonable radio de distancia, le invitaba a seguir el camino de vuelta a su hogar. No es tiempo para bromas.
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Consejos y recomendaciones
Carmen Barreiro
Otro ejemplo se vio en el Familia de Pintor Oliva, donde la cola sobrepasaba el centro de salud camino de la Escuela Oficial de Idiomas o en el Carrefour del Centro Comercial de las Huertas, en el que había que esperar para poder acceder a un supermercado que días atrás no había registrado aglomeraciones.
Y para hoy se esperan los mismos movimientos en los supermercados de la capital, pues el cierre de los establecimientos durante los días santos ha vuelto a generar largas colas. La fiebre por comprar regresó ayer a Palencia y seguirá hoy y el sábado, cuando vuelvan a abrir sus puertas.
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