Alumnos del Padre Claret, el colegio de los hijos de la víctima, llenaron las primeras filas de la concentración convocada por las instituciones para condenar el crimen. Manuel Brágimo

La víctima de violencia machista en Palencia mordió a su agresor en el antebrazo para defenderse

La autopsia confirma que fue estrangulada por la espalda «con una cuerda o correa» y que el hombre se arrojó al tren seguidamente

Martes, 27 de septiembre 2022, 13:21

La sonrisa contenida de algunos de los pequeños por el sonido de la moto o el avión a monedas de la tienda de chuches que rompía a jirones el sepulcral silencio en la Plaza Mayor, era puro antagonismo a las lágrimas ahogadas y la consternación ... y la repulsa a la lacra de la violencia machista. Los alumnos del Padre Claret de primer a sexto curso de Primaria, compañeros de colegio de los dos hijos de 7 y 2 años de Raquel Carrión Díez –la joven de 32 años muerta el pasado lunes en Palencia a manos de su pareja, que acto seguido se quitó la vida arrojándose a las vías del tren– quizá no comprendieran del todo este martes el porqué de esos rostros tan serios, por qué no se oía ni un mínimo susurro, pero ellos son el futuro generacional y ojalá a través del 'machaque' en clase no tengan que acudir de adultos a una concentración en recuerdo de una víctima porque, con su educación, la violencia machista consiga erradicarse.

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De momento es una quimera, con un caso más confirmado por el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Miguel. La joven palentina Raquel Carrión Diez, encontrada el lunes muerta en un domicilio del inmueble número 3 de la avenida Reyes Católicos de la capital palentina después de que el cuerpo sin vida de su pareja, Boris Pascual Martínez, de 36, fuese hallado a primera hora de la mañana del mismo día arrollado por un tren a la altura de la calle Jardines, fue víctima de violencia machista. El subdelegado incidió en el informe preliminar de la autopsia, que confirmó la muerte violenta de Raquel, en concreto por estrangulamiento, «que era el último dato que faltaba para confirmar que era un caso de violencia de género». «Es un informe preliminar porque se requieren más cosas, se toman muestras que se envían a Madrid y eso tardará tiempo, pero lo que necesitábamos saber era el tema de la muerte violenta, que es lo que se ha confirmado», apuntó el subdelegado del Gobierno en Palencia instantes después de esos cinco minutos de silencio que se guardaron en memoria de la fallecida en la Plaza Mayor por los representantes políticos de las distintas administraciones, los colegiales del Padre Claret y sus familias y los palentinos que en importante número quisieron despedirse de Raquel después con aplausos.

Ángel Miguel atendió a las preguntas de los medios al término de esos cinco minutos de silencio y señaló que «algo de lucha sí hubo» entre Raquel y Boris, «por una señal de mordida en el antebrazo de él», así como que el estrangulamiento se cometió por la espalda con algún objeto como una cadena, cuerda o correa (la pareja tenía un perro)». En cuanto a la hora del crimen, Ángel Miguel comentó que cuando el forense acudió al domicilio pasadas las 11:00 horas, «no había rigor mortis en el cadáver», calculando que habían pasado cuatro horas desde la muerte. «El agresor, después de matarla, salió de casa al momento y se tiró al tren. Afortunadamente, no se le ocurrió dañar a los chavales», apostilló el subdelegado del Gobierno. Fue en torno a las 7:20 horas cuando Boris Pascual Martínez se arrojó a las vías de tren, y sobre las 9:50 horas cuando la Policía Nacional acudió a su domicilio en el número 3 de la avenida Reyes Católicos para comunicar a su familia lo ocurrido y les abrió la puerta la niña de 7 años, que estaba con su hermano de 2, y en una habitación de la casa, el cuerpo sin vida de su madre (el niño de 2 años es hijo en común de Raquel y Boris y la niña de 7, de una anterior relación de ella).

«Que denuncien por favor, si no, las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen las manos atadas», insiste el subdelegado del Gobierno

Por lo que respecta al móvil del crimen, Ángel Miguel subrayó que «es verdad que la relación estaba un poco tensa, pero no hay datos concluyentes al respecto», y agregó que la investigación policial prosigue con la toma de declaración a los familiares y amigos de la fallecida.

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Boris Pascual Martínez ya fue investigado por la Policía Nacional en 2019 por violencia de género sobre Raquel Carrión, pero la mujer no denunció el hecho y el caso fue sobreseído. «En 2019 ella avisó a la Policía Nacional porque tenía señales de violencia en el cuerpo. La Policía habló con ella y le ofreció la posibilidad de denunciar, así como apoyo psicológico. De haber ocurrido eso, ahora hubiera sido diferente, porque las cosas han ido evolucionando. Por el juzgado se sobreseyó el caso por el problema fundamental en estos casos, que la mujer agredida no denuncia. Que denuncien por favor, que si no las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen las manos atadas», afirmó Ángel Miguel, consternado por el daño psicológico «para toda la vida» que habrán sufrido los dos hijos de la pareja, «por lo menos la niña de 7 años».

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