Tímido arranque del inicio de la desescalada en Cervera de Pisuerga

Solo la apertura del bar Don Pascual, el único en toda la localidad que quiso hacer uso de sus terrazas, fue una de las pocas señales que indicaban al transeúnte que Cervera había pasado a una nueva fase. Alrededor de las mesas de este único bar abierto, situado en el centro urbano, fue donde se concentraron, al aire libre y respetando las distancias de seguridad, más vecinos.

«Pensé que iba a abrir más gente», afirmó Manolo González, propietario del bar, quien manifestó su alegría por tener ya clientela. «Entiendo que para algunos que tienen camareros sea más difícil y no les compense, pero no es mi caso porque somos una empresa familiar», explicó. «He abierto por motivos económicos y también mentales porque creo que ya necesitamos vernos las caras», añadió.

Del mismo modo, González agradeció a los clientes que se lo hayan puesto fácil al respetar la normativa, aunque aseguró que le ha costado coger el ritmo este primer día después de tanto tiempo sin atender el bar. «Ha sido un poco complicado arrancar sin olvidarse de todas las medidas que se tienen que poner en práctica», continuó.

Realmente radiantes se veían los clientes de Don Pascual con su cerveza u otra consumición en la mano. «Es una maravilla poder estar aquí con lo bueno que hace, porque se ve un poco de vida», apuntaba Katia Vega, vecina de Cervera, quien además agrega, que «aunque hemos estado paseando, es ahora cuando, después de todo el confinamiento, ves a más gente, y la verdad que se agradece que no sea a través de la pantalla del móvil».

«Es un regalo estar aquí tomando algo, después del confinamiento», considera Esteban Martín, de Arbejal. «Nos lo hemos ganado por respetuosos y creo que deberíamos estar en la fase 2«, añade.

Por su parte, Noel Fraile, su sobrino residente en Vañes, cree que en Cervera se podía hacer 'vida normal' respetando los protocolos de prevención, pero «hay miedo a cuando venga la gente de fuera, sobre todo lo tienen los mayores que son muy numerosos en este municipio».

También, los comerciantes que antes no tenían permiso de apertura, se mostraron muy complacidos de poder abrir. Varios establecimientos de la localidad se enfrentaron al público por primera vez desde el inicio del estado de alarma, como la administración de loterías que ya contó con una buena clientela, y otros que habiendo seguido vendiendo 'online' o con cita previa la semana pasada, ya han comenzado a subir la persiana, al menos en horario matinal.

«Estoy encantada de volver a abrir», apuntaba Amparo García, de la Mercería Maitane, que estuvo atendiendo con cita previa la semana anterior. Alega que para ella había sido una mañana movida con mucha demanda de material para hacer labores como lanas y también muchas gomas para elaborar mascarillas. «El problema que tenemos nosotros es que nos faltan algunos artículos porque varios de nuestros proveedores no han venido todavía», expone Amparo García.

Pedanías

En las pedanías de Cervera, como Ruesga o Quintanaluengos, el ambiente se veía igualmente tranquilo, continuando Ruesga con sus bares clausurados. Por otro lado, diversos vecinos de varias pedanías del municipio cerverano han querido hacerse eco de la falta de respeto que muestran los habitantes de zonas en fase 0, que se están desplazando hasta este territorio de la Montaña Palentina para pasar el fin de semana o quedarse de continuo en sus segundas viviendas.