CARMEN AGUADO
Palencia
Domingo, 15 de enero 2023, 00:47
La Universidad Popular de Palencia (UPP) no para de trabajar y quiere que todas las plazas que tiene disponible se cubran, bien sea a través de listas de espera o en la 'repesca' de enero. No son alumnos suspensos ni mucho menos, sino con muchas ... ganas de aprender, y los profesores de la Universidad Popular, también con muchas ganas de enseñar. En este nuevo plazo de inscripción para cubrir las plazas vacantes, el objetivo que persigue la institución es llegar a las cifras prepandemia con las que la entidad contaba en el año 2019 y que ascendía hasta las 3.500 personas matriculadas.
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Aunque actualmente se mantienen en torno a los 3.300 matriculados, su director, Cándido Abril, señala que el deseo del centro, tanto de profesores como de alumnos, es el de poder recuperar la completa normalidad que se tenía antes de la llegada de la pandemia, «y eso pasa también por volver a esa cifra», afirma. «En casi todos los cursos hay plazas libres y queremos aprovechar no solo el cupo de matrículas y el espacio sino la posibilidad de darle a más palentinos la oportunidad de formar parte de la UPP y de reincorporarse a alguno de sus cursos. Hay algunos que están completos, pero otros muchos que no», añade Cándido Abril.
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El director de la UPP recalca que no se trata de una educación formal, sino que se asiste con la única motivación de aprender y de hacerlo en un entorno amable y cómodo. «Hay cursos en los que cualquier momento es bueno para incorporarse y en la que hay gente de todos los niveles», agrega.
Cándido Abril destaca la importancia que tiene acudir a una actividad como esta, «no solo por el aprendizaje que se oferta, sino también por la posibilidad de poder relacionarse con otras personas y de establecer una rutina, sobre todo para aquellos que necesitan hacerlo y reestructurar su vida durante un espacio temporal completo».
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El actual plazo de matrícula también constituye un aliciente. «Quedan seis meses por delante y es un muy buen momento para reengancharse. Además, si el curso al que se quiere venir ya está cubierto, hay otros muchos que son igual de interesantes y de los que luego los alumnos salen encantados, aunque no fuera su primera opción», insiste Cándido Abril.
Los cursos más demandados, un año más, son los de cultura y arte además de otros como el taller de memoria que un año más se ha llenado en la primera matrícula. Los talleres literarios son otros de los favoritos por los palentinos a la hora de matricularse además del de pintura, idiomas o los de música. «Hay que apostar por todos los cursos. No somos una academia con ánimo de lucro y hay que dar la misma importancia a los que cuentan con diez alumnos y a los que tienen treinta. Queremos atender todo lo que sea necesario para la población adulta hoy en día», reitera Cándido Abril.
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Actualmente, 80 personas conforman el equipo docente, que se ha mantenido a pesar de la pandemia, que obligó al centro a reinventarse en el año 2020 cuando se suspendieron las clases. Durante el 2021 se llevó a cabo una adaptación de la docencia para en el 2022 recuperar la total normalidad. «Estamos en un momento de reflexión, analizando las carencias de la población y lo que demanda una sociedad que es diferente y en la que las nuevas tecnologías son clave como modelo de comportamiento. Queremos encarrilar de esta forma nuestras tareas en todos los sentidos en un futuro inmediato y a corto plazo», señala Cándido Abril.
Al eliminarse la obligatoriedad tanto de la mascarilla como de la distancia de seguridad, la UPP ha podido recuperar los aforos, así como volver a realizar todas las actividades que se han venido realizando en anteriores cursos como las excursiones por la provincia de Palencia, así como fuera de ella. «Este curso está completo y ha vuelto a las treinta plazas que siempre ha tenido. Tratamos sobre diferentes temas y avances científicos. Es un curso que lleva quince años y sus alumnos van repitiendo matrícula, por lo que son muy veteranos y llevan ventaja», explica María Antonia Pardo, docente del curso Avances de la Ciencia.
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Lidia Antolín, docente del curso Historia del Arte, también es una de las promotoras de las diferentes actividades que la institución hace como dinamizador en la Fundación Díaz Caneja como conferencias o visitas guiadas que están destinadas a todo el público de forma general.
El perfil de los alumnos sigue siendo mayoritariamente femenino, aunque apenas se percibe esa diferencia que hace años era abrumadora, cuando era del 90% frente a un 10%masculino.
Aunque hay alumnos de todas las edades, la mayoría son personas de entre 55 y 75 años que tras prejubilarse o jubilarse, aprovechan para seguir aprendiendo. «Nuestro gran reto siempre ha sido contar con quien no tenemos. Primero, el reto fue atraer a los hombres buscando otros contenidos más atractivos. Después, buscar a jóvenes porque teníamos más mayores. Lo que queremos es que todos vengan a la UPP», afirma el director.
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El presupuesto anual ronda los 900.000 euros. La ayuda institucional está en el 30% del proyecto, por lo que es el alumnado el que contribuye con sus matrículas a financiar la institución, «que nació con la finalidad de ofrecer educación a personas adultas, y se ha convertido en un proyecto cultural y social», subraya su director.
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