Loteria de Navidad en Palencia

«¡Que sí, que tengo el segundo premio!»

Los aplausos y los abrazos se sucedían durante el vermut en el interior del establecimiento del bar La Cripta este domingo. «¡Que sí, que lo tengo!», repetía Jose Calleja, una y otra vez con el décimo en la mano, detrás de la barra del establecimiento, después de enterarse a través de este periódico que había ganado y acudiera a su almacén para comprobarlo. Era el número 40014, agraciado con el segundo premio de la Lotería de Navidad con una cuantía de 125.000 euros al décimo (y 1.250.000 euros a la serie).

El intercambio fue el viernes por la noche, a última hora. «Lo cambiamos entre Jorge y yo, que somos amigos desde niños y lo hacemos casi todos los años», señalaba Jose Calleja, en referencia al dueño de Comercial Infante, Jorge Infante, con el trueque de décimos entre el número 41004 de la distribuidora de bebidas y alimentación de Villamuriel y el número 15.057, que juega desde hace 35 años el bar La Cripta de Palencia.

«Es la primera vez que me toca algo en la Lotería de Navidad», afirmaba emocionado, a la vez que seguía recibiendo felicitaciones de los clientes y amigos que entraban en el bar y se iban enterando de la noticia.

«Toca ronda gratis», se escuchaba en distintos grupos que permanecían en el establecimiento y que brindaban por tener salud, a la vez que se alegraban por el agraciado y le animaban a volver a jugar en la Lotería del Niño, a ver si «seguía llegando la suerte».

La Cripta, además, había formado parte de la campaña 'Toma un vino y saldrás ganando' de Comercial Infante con participaciones del numero 40014 de 5 céntimos para una serie de vinos, por lo que al premio inicial de 125.000 euros del décimo se añadió un reembolso de 31.250 euros.

«Tenemos de todo hoy en día», contestaba Jose Calleja, a la pregunta de en qué iba a utilizar ese dinero, «así que no sé en qué lo gastaremos, pero sí que nos iremos de vacaciones, eso sin dudarlo», añadía, mientras continuaba recibiendo felicitaciones y sirviendo bebidas para el vermut, a la vez que poco a poco se iba creyendo la noticia del premio.

Una cosa sí que tenía clara Jose Calleja, que el bar iba a seguir abierto. «No, no pienso cerrar», comentaba con algunos clientes que le bromeaban con la posibilidad de que, tras este premio, el negocio que lleva 35 años en la calle Mariano Prieto, 1, decidiese bajar la persiana para siempre.

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