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Los alrededor de 2.000 empleados de la factoría de Renault en Villamuriel de Cerrato pararán desde este miércoles 16 hasta el lunes 28 de ... abril para ajustar la producción a la demanda del mercado. La planta palentina, donde se mantiene un turno de trabajo y la cuarta parte de otro en horarios de mañana y tarde, ensambla las nuevas versiones de los modelos Espace, Austral y Rafale de la marca del rombo.
La compañía ha decidido hacer uso de la bolsa de horas –la herramienta de flexibilidad laboral que utilizan los constructores de automoción precisamente para hacer frente a ese tipo de eventualidades– coincidiendo con la Semana Santa. El hecho de que los próximos días sean festivos permite alargar la pausa temporal en la fabricación durante doce jornadas con la ventaja de consumir únicamente seis.
Tal y como figura en el convenio colectivo de Renault, la bolsa de horas colectiva «se creó con el objetivo de optimizar la utilización de las fábricas mejorando su competitividad». Además «su existencia es, en los periodos de baja actividad, el elemento alternativo a la utilización de los Expedientes de Regulación» de Empleo. Tanto es así, que la Dirección no puede aplicar ni un ERTE ni un ERE sin haber recurrido previamente a ella.
La decisión de parar Palencia hasta finales de mes responde, según los representantes sindicales consultados, a que los pedidos no están siendo tan elevados como se esperaba. Ocurre en un contexto de elevada incertidumbre en el sector automovilístico, sobre todo por la aplicación de la normativa CAFE de la UE (que obliga al control de las emisiones contaminantes so pena de cuantiosas multas y suscita dudas en los potenciales compradores), pero también por la guerra de aranceles iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Estamos en un momento en que la gente no sabe si tirar al híbrido, al microhíbrido, al eléctrico o a qué», sentencia el secretario general de UGT en Renault España, Adolfo Arnáez. A esto suma que el Plan Moves III «tampoco ha ido en la línea que demandábamos desde el sindicato, que fuese una ayuda directa que te dieran al comprar el coche, sino que es una ayuda que aunque te la tramita el concesionario tardará en confirmarse». Y en tercer lugar cita «la precariedad en los empleos», que hace difícil adquirir vehículos de cierto nivel como los que salen de Villamuriel. «Todo confluye en una tormenta perfecta que al final hace que no tengamos el volumen de actividad que deseamos», resume.
Arnáez insiste en que «nos gustaría que Palencia tuviera mucha más actividad de la que tiene, pero el mercado del auto está como está y poco más podemos hacer que seguir demandando productos atractivos para esa factoría y para la de Valladolid y desear que cuajen», apunta. Recuerda que «la bolsa es un mecanismo ante las fluctuaciones del mercado y obedece a eso e incluso a los ejercicios económicos que hace la empresa cada tres meses», y al hilo de esto lanza un mensaje de tranquilidad. «La marca tiene clara la apuesta por Palencia y por esa gama alta», incide, y destaca que gracias a que «hemos conseguido que nuestros coches no pierdan tanto valor con el paso del tiempo», Renault está situándose como una opción para las flotas de alquiler. «Es un mercado al que cuesta entrar pero que también es necesario, puesto que las competencias que vienen por debajo son muy feroces», reflexiona.
En relación a la situación de la planta palentina Sergio García Delgado, el portavoz de la Sección Sindical Intercentros de CC OO Renault, incide por su parte en que desde la multinacional francesa «hablan de que hay algunos componentes que llegan un poquito más tarde pero está claro que Palencia tiene que parar por las ventas, porque no son las más adecuadas». «No nos lo confirman, hablan simplemente de necesidades de la empresa. Ellos (en referencia a la Dirección) te lo disfrazan de adaptación de líneas, pero todos sabemos que las ventas son las que son, ni más ni menos«, zanja contundente el dirigente de Comisiones Obreras. La consecuencia es un cierre que se hará efectivo desde mañana mismo y que, «aunque no afecta a la totalidad de los departamentos», sí tendrá una incidencia muy importante en tanto que repercute en la mayoría de la plantilla.
En la misma línea el delegado general de CGT, Miguel Ángel León, señala rotundo que «aplican la bolsa de horas por falta de producción. No hay pedidos». «El turno que está a un cuarto se está manteniendo más por decir que está que porque realmente haga falta», sostiene, y detalla que «a ese turno pequeño le llevan aplicando bolsa tres viernes, cuando están de tarde no van», lo que le lleva a considerar que «la situación de Palencia es un poco preocupante». «Cada vez hay menos trabajadores y los pocos que quedan están con unas condiciones y unos ritmos de trabajo en los que intentan hacer lo mismo con menos gente», lo que tiene «efectos perjudiciales en su salud». «Hay gente que se está cogiendo excedencias ganando menos dinero que en Renault para irse a otros sitios», asegura, y denuncia que «la tasa de bajas en el automóvil está en un 4,5%-5% y en Renault Palencia es del 15%, una barbaridad».
En relación a los modelos que salen de las instalaciones, Miguel Ángel León esgrime que «el que menos vale son 40.000 euros y ese es el problema que tiene Palencia». «El Megane funcionaba muy bien, decidieron ir a los grandes coches y claro, a gran coche, gran precio, y los pedidos evidentemente no son los mismos», resume, a lo que añade »la incertidumbre« sobre lo que está por venir. «El 20 de marzo estuvieron aquí Fabrice Cambolive, que es el CEO de Renault, y Herbert Steiner, que es el director de Fabricación del grupo, y se les preguntó qué futuro veían a las fábricas españolas. Contestaron que estaban muy contentos con nuestro trabajo y que siempre que se sacaba un coche salía en tiempo y forma y muy bien hecho, pero que no podían prometer nada porque en esto se trata de quién hace el coche más barato», advierte.
El delegado general del Sindicato de Cuadros y Profesionales (SCP), Raúl Valentín Caballero, indica por último que «no era nada que no esperáramos, sabíamos que el primer semestre iba a ser malo y estamos pendientes de que Europa termine de tomar el rumbo que quiere seguir con el tema de la normativa CAFE». «Hay incertidumbre en el mercado y al final la gente no sabe qué comprar», lo que termina notándose en los encargos porque «va todo unido». «No sabes si el camino es que vaya todo al eléctrico y te vas a comprar un híbrido y en tres o cuatro años vas a tener más restricciones o qué va a pasar», concluye.
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