Palencia

Reabren el clásico Casa Marisa un mes después de la jubilación de sus dueños

El pasado 29 de octubre, un cartel en la puerta del restaurante Casa Marisa sorprendió y entristeció a muchos vecinos: «Cerrado por jubilación». Para Marisa y Abdón, propietarios de este emblemático local, era el fin de una etapa tras años dedicados a ofrecer su hospitalidad y buena comida.

Sin embargo, la historia de Casa Marisa no terminó ahí. Tan solo un mes después, el 6 de diciembre, el restaurante volvió a abrir sus puertas, esta vez bajo la dirección de Nawal, una joven de 27 años con experiencia en hostelería y una fuerte determinación por mantener vivo este rincón tan querido del barrio.

Nawal, quien previamente había trabajado como camarera en un bar en Venta de Baños, confiesa que estaba agotada por la rutina de su anterior empleo. Fue en un momento de reflexión, al ver el cartel de traspaso, cuando decidió dar un giro a su vida y embarcarse en esta aventura empresarial. «Tenía muchas ganas de coger un bar desde hace tiempo. Cuando vi el cartel de 'Se Alquila', llamé al dueño y, la verdad, me dio muy buenas facilidades. No pedía traspaso ni nada, solo un alquiler y una fianza. En ese momento, ni siquiera tenía para la fianza, pero el dueño se portó muy bien conmigo, me la bajó y así pude lanzarme».

Los comienzos no han sido fáciles, algo que Nawal reconoce abiertamente. «Dicen que los comienzos son complicados, pero sé que luego no nos arrepentiremos». Con ilusión y trabajo duro, junto con su hermano Mustapha, están devolviendo la vida a este querido restaurante del barrio de la Avenida de Madrid.

Desde su reapertura, Casa Marisa ha comenzado a recuperar el cariño de sus habituales y a conquistar a nuevos clientes gracias a su propuesta de cocina casera y cercana. El comedor ha comenzado ya a ofrecer menús diarios y de fin de semana, además de cenas más informales, con bocadillos, hamburguesas, raciones y platos combinados.

Para los desayunos y almuerzos, el restaurante apuesta por opciones tradicionales que nunca pasan de moda: tortilla de patata, tortilla de patata con chorizo, croquetas de jamón, torreznos y callos, entre otros. «Queremos que Casa Marisa sea un lugar donde la gente se sienta como en casa, desde el primer café de la mañana hasta la última copa de la noche», explica Nawal.

Más que una reapertura, simboliza la continuidad de un lugar que forma parte de la vida del barrio. Con la energía de Nawal y su hermano y la acogida cálida de los vecinos del barrio de la Avenida de Madrid, el restaurante promete seguir siendo un punto de encuentro, donde disfrutar de la buena comida y la compañía.

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