El Ratoncito Pérez abre su casa en la provincia de Palencia

Los hermanos Eduardo y Enrique Ibáñez son unos enamorados de su Velilla natal, donde desde hace años regentan diversas empresas que han llevado el nombre de la localidad por todo el territorio nacional. «El precursor de la idea fue mi padre, Maxi, que paseando por la zona vio los agujeros de los árboles y encontró la posibilidad de llevar a cabo este proyecto, que podría ser un punto fuerte para la promoción de Velilla y de toda la comarca», explica Eduardo Ibáñez, que también agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Velilla, «desde el primer momento en el que propusimos la idea».

La primera publicación que realizaron en las redes sociales se volvió tremendamente viral, con más de dos millones y medio de visualizaciones y la idea que se materializó no hizo más que confirmar los buenos presagios.

«Es impresionante ver Velilla lleno de coches, gente con reservas en los alojamientos de la zona y peticiones hasta de Murcia para venir a pasar una semana en cuanto se levanten las restricciones sanitarias», explicó Ibáñez, que aseguró en todo momento que la idea de este proyecto trata «de hacer comarca y de apoyarnos entre todos».

Por su parte, la alcaldesa del municipio, Belinda Mencía, aseguró que «apoyamos esta iniciativa desde el primer minuto porque creemos que es muy buena, que todo suma y que con todos los proyectos que tenemos pendientes, ayudará a tener un gran futuro para Velilla». También quiso añadir que el proyecto «está dando una publicidad impresionante y ha tenido una repercusión que nos ha dejado alucinados».

Encontrar recursos que permitan generar riqueza y fijar población es la principal meta del Ayuntamiento, que ve en este proyecto una posibilidad de poner Velilla del Río Carrión en el mapa del turismo familiar. «Estamos muy contentos de que cualquier cosa se inicie en el municipio», afirmó. Y aprovechó la presentación para desear mucho éxito a los promotores de esta iniciativa, que ha ilusionado a grandes y pequeños de muchos puntos de España y del extranjero.

Hasta Velilla también acudió el ganador de Supervivientes, Jorge Pérez –acompañado por su mujer, la escritora Alicia Peña, y sus tres hijos– como padrino del ratoncito. «Me parece una idea muy buena. Estas iniciativas hay que apoyarlas, sobre todo para estar en la naturaleza y más por los niños. Los más pequeños no están enseñando que esto que nos toca pasar se puede sobrellevar muy bien, pero hay que intentar respirar aire puro y este es un lugar perfecto para hacerlo», argumentó el encargado de cortar la cinta y dar por inaugurado el mundo que rodea al roedor más famoso y a sus ayudantes.

El primer grupo de niños que accedió al recinto pudo escuchar la verdadera historia del Ratoncito Pérez durante 'La Ruta de tus Sueños'. «Un día, a las 6 de la mañana, mi padre, escuchó un ruido. Miró y vio que se metía algo por debajo de aquel árbol y vio al Ratoncito Pérez. Él es un hombre mayor, de 70 años, y no tenía móvil, así que no pudo hacerle una foto, pero vinimos al día siguiente y nos encontramos que los árboles, que estaban llenos de dientes de niños», explicaba Ibáñez a los niños congregados para escuchar esa fabulosa historia.

Europa, África, América… en cada árbol están los dientes de los niños de un continente. «Al árbol de ahí atrás le cayó un rayo. Ahí se hizo el almacén de comida, lleno de bellotas, hayucos y, sobre todo, dientes de animales», apuntaban los creadores del proyecto a los atónitos y afortunados niños que se convirtieron en los primeros en ver la casa de Pérez, un roedor que «desde pequeño, siempre ayudaba a los demás. Cuando algún animal tenía problemas, le llamaba. El ratoncito, que tenía unas orejas muy grandes, rápidamente les oía y les ayudaba. Como casi siempre era un problema en los dientes, empezó el trueque, le ponía a los animales los dientes de los niños y a ellos les dejaba a cambio una chuchería o algún regalo», explicaba Eduardo.

Los niños tienen como misión seguir la ruta de los sueños, con nueve paradas en la localidad, para recibir un regalo seguro. «Estamos muy ilusionados porque todo el mundo se ha volcado con la iniciativa, que queremos que sea un aliciente para los negocios locales», aseguraba Eduardo, que explicó también que «todos los restaurantes tendrán un menú del Ratoncito y próximamente también venderemos quesos de un chico de Camporredondo», explicaba el promotor de la iniciativa, que también explicó que las entradas pueden adquirirse a través de Internet.

Se han programado entradas de 6 personas cada 15 minutos, cumpliendo todas las medidas de seguridad, con toma de temperatura, dispensación de gel hidroalcohólico y mantenimiento de la distancia social.