Paredes ya presume de un centro de artes escénicas de dimensión nacional

Nadie se quiso perder la puesta de largo de este ambicioso proyecto que ha tardado tres años en pasar de ser un sueño a convertirse en realidad para un pueblo y una provincia entera. Isaac Sastre de Diego, director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, acudió en representación del Gobierno al no poder ir finalmente el ministro de Cultura, Miquel Iceta, que sí que confirmó su presencia pero posteriormente la anuló. También estuvo en la inauguración el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Manñueco; la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el alcalde de Paredes de Nava, Luis Calderón; y la arquitecta y directora de la obra, Pilar Diez, junto con representantes de las distintas administraciones y organismos.

La rehabilitación de este convento del siglo XV se ha podido llevar a cabo, como bien explicó el alcalde, gracias al programa del 1'5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que apuesta por conservar el patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, junto con el apoyo económico del propio Ayuntamiento, la Diputación y la Junta. La unión hace la fuerza y, en este caso, así ha sido.

El consistorio paredeño al unísono se dedicó en cuerpo y alma e invirtió una cantidad (más de medio millón de euros), gracias a las licencias de obra de los parques eólicos que ya funcionan y que puede dar luz a todas las casas de la capital palentina. Por eso «este edificio es sostenible hasta en su financiación», recalcó Calderón, quien subrayó que la obra, los 2,5 millones de euros que ha costado, es superior el presupuesto de todo un año de Paredes de Nava. También subrayó que la obra está «terminada, pagada y el expediente justificado», gracias al trabajo de la empresa palentina Valuarte, encargada de la obra, de la propia Pilar Diez y de la secretaria del Ayuntamiento, Gloria Seco.

Este teatro que es más que un teatro, es el centro de artes escénicas, donde el arte, teatro, danza, humor o música tienen cabida. «Es la mayor obra llevada a cabo en Palencia en este último lustro en una época de crisis coronavírica, queremos que se convierta en el primer Palacio de Congresos de Palencia», argumentaba Luis Calderón, a la vez que tendía la mano a todos los posibles espectáculos, porque está abierto para todo y para todos.

Hizo historia y explicó que «donde tienen sus pies (el público) se reunían, rezaban o se enterraban los descendientes de Don Rodrigo Manrique, primer Conde de Paredes, en esos siglos en los que Paredes era una de las quince localidades más pobladas del Reino de Castilla» y quiso saludar a los representantes del mundo manriqueño, llegados desde Castilla la Mancha, y al actual Conde de Paredes, la Duquesa de Nájera y la Marquesa de Aguilar.

Las sillas granates contrastaban con las paredes verdes, al igual que el techo, con alguna zona recubierta de madera de bambú, que actúa como revestimiento acústico, y con el escenario de color negro, «para que cuando apagues la luz, todo esté oscuro», explicaba Pilar Diez recientemente. Las piedras de los restos de los arcos del monasterio se entremezclaban con la nueva creación, mientras las antiguas capillas laterales de la iglesia se convertían en palcos del nuevo teatro.

«Este centro ha sido posible gracias a la colaboración de todos», subrayaba, también, el director general de Patrimonio, Isaac Sastre de Diego, que además destacaba la importancia de la cultura y del arte, porque «los conflictos bélicos son la muerte y la cultura es la vida».

Ángeles Armisén también quiso subrayar la importancia de la cultura y la importancia de que llegue al medio rural. «El derecho a la cultura es un derecho esencial de todos los vecinos», sentenció, en su compromiso por «acercarla a nuestros pueblos». El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, puso el punto y final a la inauguración afirmando que «el patrimonio es una clara alternativa de futuro».

Las castañuelas y los bailes del grupo de danzas Jorge Manrique, como no podía ser de otra manera, acompañaron en esta fiesta, porque lo que se vivió este viernes en Paredes fue una fiesta, un triunfo, una celebración. Y hasta hubo tiempo, antes de entrar al propio teatro, para bendecir el nuevo centro de artes escénicas: «que sea lugar de encuentro, de diálogo, de comunicación, donde se exprese el arte y la cultura», afirmó el sacerdote de la localidad, Diego Redondo.

Varias veces se escucharon ayer los versos: 'Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte', que escribió el paredeño Jorge Manrique, quien da nombre a este ambicioso e ilusionante centro.