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En la residencia Ciudad de Dueñas, el brote de esta quinta ola de coronavirus que ha ocasionado siete muertes en un centro que ha estado libre de covid desde el inicio de la pandemia «parece controlado», ha afirmado este miércoles el alcalde, Miguel Ángel Blanco ... Pastor, quien considera que «la mejor noticia de todas es que parece que la cadena de contagios se ha parado, que hay un camino descendente» del brote, aunque reconoce que «es inquietante que hayamos vuelto a cifras del inicio de la pandemia».
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Dueñas es uno de los municipios de la provincia palentina donde la quinta ola se está dejando sentir con fuerza y se ha focalizado en la residencia del mismo nombre, de titularidad municipal y que gestiona una filial de Clece.
Según el último parte de la inicidencia del virus en el geriátrico ofrecido por el regidor, tras la cascada de fallecimientos de siete mujeres de avanzada edad y patologías previas(las dos últimas, el mismo día 3 de agosto), los 48 residentes que en la actualidad albergaba el centro (de 51 plazas) se han quedado en 41; de ellos, 9 permanecen hospitalizados, mientras que los otros 32 contagiados, la mayoría asintomáticos, están aislados en el mismo centro y ya se han dado 15 altas, tras realizarse las últimas pruebas PCR este miércoles a 12 residentes, que se suman a los tres que ya superaron la enfermedad.
Señala el munícipe que nadie se explica el origen del contagio en la residencia, porque todos los ancianos están vacunados desde el pasado enero, así como todas las trabajadoras, casi todas ellas vecinas del municipio.
Tras detectarse el brote el pasado 17 de julio a raíz de la prueba realizada en el hospital a una residente que iba a ser sometida a una operación, ha explicado el alcalde, se decretó el confinamiento de los ancianos en sus habitaciones de la residencia y los días 19 y 20 se realizaron los primeros cribados, en los que también dos de las trabajadoras dieron positivo en las PCR, mientras que la pasada semana otras dos cuidadoras, que estaban trabajando en la «zona sucia» de la residencia, también se han contagiado y han dado positivo.
«La percepción es de desasosiego por los fallecidos, aunque también de que estamos llegando al final de esta pesadilla. El deseo es que los expertos estudien lo que ha pasado y se evalúe, porque esto no es normal. Estábamos tranquilos porque fuimos de las primeras residencias donde se suminitró la pauta completa y gracias a ella no han sido más los fallecidos, porque sin esta protección el desastre habría sido mayor». Insiste en que siempre en el centro se han seguido las pautas restrictivas marcadas por los protocolos y la autoridad sanitaria y, sobre la posibilidad de una tercera dosis de refuerzo para los mayores de 65 años señala que, «si finalmente se decide, nosotros seremos los primeros en facilitar los medios para que se pueda llevar a cabo».
Opina Blanco, tras esta dura experiencia, que «aunque es muy duro decirlo, no se tendrían que haber relajado las medidas en las residencias». De las siete mujeres fallecidas, seis son vecinas de la localidad, de edades comprendidas entre los 85 y los 97 años. «Es una pena el impacto, igual que si fuera la primera ola y eso es lo llamativo», refiere el alcalde, que expresa su preocupación por las otras nueve personas que todavía están hospitalizadas y que al cierre de esta edición, se desconocía la evolución en su estado. «Queremos agradecer a los trabajadores que están dando el cien por cien y a las familias por su comprensión, así como tener un recuerdo para los fallecidos», concluye el alcalde.
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