El nuevo contrato del servicio de transporte urbano tendrá que esperar. Al menos hasta el primer trimestre del próximo año, «que ya tendremos algo», según ha reconocido el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, en el pleno municipal de este jueves. Habrá que esperar, a pesar ... de que esto suponga tener que seguir pagando a la actual empresa concesionaria del servicio, Palbús, los gastos mensuales de forma extraordinaria, puesto que el plazo de la concesión de este servicio finalizó el pasado mes de febrero.
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Pero como el Ayuntamiento no ha licitado un nuevo contrato y no hay nueva empresa, todos los meses deben abonarse los gastos de la explotación de forma extracontable, mediante reconocimientos extrajudiciales de deuda. En el caso del pleno ordinario de septiembre, lo que se ha aprobado es un gasto de 511.000 euros que deben abonarse a Palbús por haber seguido prestando hasta ahora el servicio del transporte urbano, a pesar de que haya caducado el contrato.
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Es una práctica habitual en las administraciones públicas, pero que no se ajusta a la contabilidad ordinaria, y que ha sido este jueves muy criticada por formaciones como IU-Podemos o Vamos Palencia, que ha reprochado al equipo de gobierno la tardanza en elaborar un nuevo pliego de condiciones para sacar a concurso una nueva concesión del servicio. «¿Acaso no sabíamos que el contrato se acaba en febrero?», ha criticado Rodrigo San Martín, IU-Podemos.
Desde el equipo de gobierno se ha insistido en que Palbús ha prestado el servicio, por lo que es obligatorio pagar la empresa. Además, se ha explicado que elaborar un nuevo pliego resulta muy complejo si se quiere ofrecer a los palentinos una verdadera red de transporte que satisfaga sus necesidades.
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Para ello, se ha contratado una empresa consultora (ha costado 14.500 euros) que ha elaborado ya una primera propuesta de un diseño óptimo de líneas y paradas en la ciudad de Palencia, pero que supone un incremento en el precio del contrato de 2,2 millones anuales. En estos momentos, el transporte urbano ya supone un gasto anual de 3,2 millones y la recaudación por la venta de billetes no alcanza los 900.000 euros, por lo que es un servicio muy deficitario. Este incremento de 2,2 millones es «inasumible», según han reconocido desde el equipo de gobierno, que ha reclamado a la consultora que elabore un nuevo diseño de líneas y paradas más austero y que responda a las necesidades generales de la ciudad. «Elaborar un una propuesta de estas es muy complejo y lleva tiempo. Se podría haber dejado lo que hay ahora y ya estaría todo, pero eso sería absurdo, porque hay que ofrecer al ciudadano un servicio de transporte de la mejor calidad posible y que responda a sus demandas», indicó el edil de Hacienda, quien señaló que para el primer trimestre próximo año «ya tendremos algo».
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