Secciones
Servicios
Destacamos
La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cervera de Pisuerga ha dictado un auto en el que acuerda el sobreseimiento provisional de las actuaciones en relación con el caso de Virginia Guerrero y Manuela Torres, las dos menores de Aguilar, ... de 13 y 14 años, respectivamente, que desaparecieron el 23 de abril de 1992 cuando regresaban a casa haciendo 'autostop' tras pasar la tarde festiva del Día de Castilla y León en Reinosa y un coche blanco, identificado como un 127, se paró delante de ellas y las recogió a la altura de la fábrica de galletas Cuétara. Un caso que fue reabierto en junio del año pasado tras la declaración ante la Guardia Civil de una mujer que, en 1991 y también junto a una amiga, las dos por entonces menores también, afirmó haberse subido a un Seat 127 de color blanco en la zona de influencia de la desaparición de las dos niñas de Aguilar. El joven que las paró cuando esperaban a un taxi para volver a casa y se ofreció a llevarlas en su coche se desvió del destino y ella tuvo que agarrar el volante para desviarse a la cuneta y poder abandonar el vehículo huyendo.
Noticia Relacionada
Ricardo Sánchez Rico
La jueza levantó en marzo el secreto de sumario tras siete meses de investigación cerrada a las partes (salvo a la Fiscalía, desde diciembre de 2021) y el despacho criminológico jurídico B&CH, que representa a las familias de las menores desaparecidas, remitió al juzgado una serie de alegaciones derivadas de esa investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, solicitando que autorizase más diligencias que consideran «de sumo interés» para avanzar en el caso. Transcurridos más de dos meses al respecto, el despacho B&CH urgía esta semana al juzgado a que se pronunciase al respecto ya que, en su opinión, resultaba «insuficiente» toda la investigación que se ha llevado a cabo hasta el momento y en la que se establecían dos líneas, denominadas A y B, cada una con un sospechoso. Ahora la jueza, en un auto fechado este miércoles, no admite la práctica de las diligencias solicitadas por la representación legal de las familias al considerar que «no van a aportar dato o circunstancia alguna significativa y relevante en orden al buen fin de la investigación» y ha decretado el sobreseimiento provisional de las actuaciones.
La Línea A de la investigación se relaciona con la declaración ante la Guardia Civil de una mujer que, en 1991 y también junto a una amiga, las dos por entonces menores, se subió a un Seat 127 de color blanco en la zona de influencia de la desaparición de las dos niñas de Aguilar y que asegura que el joven que las paró cuando esperaban a un taxi para volver a casa y se ofreció a llevarlas en su coche, se desvió del destino y ella tuvo que agarrar el volante para desviarse a la cuneta y poder abandonar el vehículo huyendo.
«Ninguna de las gestiones policiales ni judiciales practicadas ha dado un resultado positivo que mínimamente conduzca o pueda indiciariamente conducir a pensar en una implicación del mismo en la desaparición de las dos menores», señala la jueza en su auto de sobreseimiento. «El investigado fue propietario de un Seat 127, vehículo que pertenecía a otra persona en la fecha de los hechos; su vida laboral la desarrollado en el ámbito de su comunidad autónoma (Asturias); si bien tiene antecedentes policiales, en la actualidad no tiene nada pendiente; y del seguimiento que se ha efectuado a su vehículo Seat Altea , se concluye que los viajes realizados por el mismo lo han sido en las proximidades de su domicilio y de su comunidad autónoma, sin que se haya producido movimiento alguno que indique cercanía con el lugar donde se produjeron los hechos. Finalmente, tras la escucha autorizada de su número de teléfono, no ha habido comunicación alguna en el cual se haya hecho referencia directa o indirecta al hecho investigado ni hay ningún dato que establezca algún tipo de relación con las localidades de Reinosa o Aguilar de Campoo», agrega la jueza en su auto.
La Línea B de la investigación se vincula con el principal sospechoso en la fecha en que tuvo lugar la desaparición de las menores de Aguilar. «De las diligencias de investigación llevadas a cabo en el momento actual, ningún indicio conduce a pensar que el mismo tuvo participación en los hechos. De las distintas bases de datos policiales, no se extrae que tenga antecedente alguno. De las escuchas autorizadas de su número de teléfono móvil, si bien puede destacarse que mantuvo una conversación el 27 de septiembre de 2021 con una persona identificada como abogado y amigo familiar en la que le recomendaba no hablar con la prensa, interesándose por si la Policía se había puesto en contacto con él, desde esta fecha y hasta el 28 de enero de 2022 no hay ninguna referencia por su parte al caso de la desaparición de las dos niñas. En este día habla con su hijo y le comenta sobre la reapertura del caso de la desaparición de las menores de Aguilar de Campoo; y el día siguiente mantiene una conversación con su amigo, quien le informa de que la Guardia Civil había mantenido con él una conversación sobre la desaparición de las menores, que querían entrevistarse con él y que si no tiene nada que esconder, que hablase con ellos, a lo que el sospechoso contesta que no tiene nada que esconder y que no tiene problema en hablar con ellos, que hace 30 años ya habló con ellos. Dicha conversación no es indicativa de indicio alguno de su participación en la desaparición de las menores», recoge el auto.
«Por otra parte, del dispositivo de seguimiento de su vehículo no se ha obtenido datos de interés para el esclarecimiento de los hechos, igual que de la entrevista personal que se mantuvo con el sospechoso. Ni tampoco las entrevistas policiales llevadas a cabo con personas de su entorno han resultado exitosas», agrega en el auto de sobreseimiento la jueza, que alude incluso a una tercera línea de investigación, denominada C, llevada a cabo «como consecuencia de la denuncia formulada en fechas recientes por una mujer en la que da cuenta de unos hechos que tuvieron lugar en el año 1979 cuando tenía 13 años, en la que un vecino de Aguilar de Campoo, con el pretexto de enseñarla a conducir, la llevó a la localidad de Villallano y una vez allí se abalanzó sobre ella y la intentó agredir sexualmente, lo que no denunció ni comentó a nadie en ese momento.
«Ningún indicio concurre de que esta persona pueda tener relación alguna con la desaparición de las menores de Aguilar, toda vez que, si bien es cierto que tuvo un vehículo Seat 127, en la fecha en que las niñas desaparecieron el citado automóvil no circulaba puesto que había sido dado de baja y llevado al desguace. Igualmente, el hecho de que transcurrieran trece años desde el episodio denunciado por la mujer hasta la desaparición de las menores, conduce a pensar que ambos acontecimientos no se encuentran relacionados», concluye la jueza en su auto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.