Las industrias eléctricas quieren sumar 29 nuevos parques eólicos a los 42 que ya funcionan en Palencia

El proceso de descarbonización está provocando que las propias eléctricas inviertan en energía fotovoltaica o en hidrogeneras (estaciones de repostaje de hidrógeno). Pero el viento no es un recurso menos preciado. Forma parte de las llamadas energías 'limpias' porque no emite CO2, como sí hace la quema de combustibles fósiles. Enclaves situados en términos como los de Ampudia, Barruelo de Santullán o Melgar de Yuso han sumado a lo largo de los años más y más conjuntos de 'gigantes', hasta un total de 245 agrupaciones en toda la comunidad.

Con el funcionamiento inverso al de un ventilador, estas máquinas usan sus potentes generadores para producir energía eléctrica a partir de energía mecánica. Por ejemplo, un megawatio por hora puede dar electricidad a unas 330 viviendas durante esa hora, compara la compañía Podo.

Por eso, empresas como Naturgy, que cuenta ya con 21 parques en la comunidad, han movido ficha y tramitan la documentación para abrir más centrales, por ejemplo Torozos II, en Valladolid, que está en construcción, o La Cotada Grande, en León. En Palencia, a un parque que ya tiene operativo en Fuentes de Valdepero, la compañía añadirá una central en Velilla que tendrá una potencia de 40 megawatios. Acciona, por su parte, ya ha anunciado la construcción de su centro Celada Fusión, que se extenderá en el Cerrato, a lo largo de los términos de Baltanás, Herrera de Valdecañas y Hornillos.

El sector sigue adelante: la corrupta 'trama eólica' parece relegada a la memoria. Lo más patente de momento es un empuje renovado. Nuevos parques y despliegue de tecnología. Después de varios años sin que creciera apenas la inversión, 2019 y 2020 aumentaron la potencia de Castilla y León hasta un total de 6.269 megawatios, más de 670 MW de subida.

«En nuestro caso la decisión más difícil se tomó hace años, con los primeros parques», opina el alcalde de Astudillo, Luis Santos González, «los recelos de la gente y de los ecologistas eran mayores, pero ahora creo que se puede considerar una apuesta acertada y no hay quejas», afirma. Gracias a una «ubicación privilegiada», en el entorno del municipio se asientan tres centrales eólicas que han cambiado la fisonomía de la localidad y de sus vecinas. Se trata de los parques de Carrasquillo, Chambón y Teruelo, que cuentan con 58, 39 y 51 aerogeneradores de distintas potencias, respectivamente y según cifra el portal The Wind Power. «Por supuesto, ha cambiado el paisaje de nuestros páramos y existe un impacto visual y estético, así como ciertos inconvenientes, pero hay que poner todo en la balanza y ahí la experiencia es positiva», anticipa el regidor.

«Tenemos que ir hacia energías limpias y estas máquinas son un recurso económico y laboral», despeja. Además de las compensaciones que las empresas pagan a los particulares, el edil resume que la presencia de los aerogeneradores no neutraliza el valor agrícola. Los agricultores pueden seguir cultivando cereal en torno a las zapatas, y el ayuntamiento cobra a las compañías una carga impositiva adicional como bienes inmuebles de características especiales (BICE). Además, una cuarentena de jóvenes del pueblo trabaja en labores de mantenimiento, así que es «un medio de vida» y un modo «de fijar población».

Este verano podría empezar la construcción de un nuevo parque que añadirá hélices a la zona de Astudillo, el de Santa María de las Fuentes, con 25 kilómetros de línea de evacuación. Está en la fase final de su tramitación y también comprenderá terrenos de Monzón de Campos, Magaz de Pisuerga, Palencia, Amusco, Villalobón o Fuentes de Valdepero.

El proyecto, que se somete estos días a información pública, está promovido por Grupo Villar Mir, que ha fijado un presupuesto de 62,54 millones de euros para el nuevo parque de Santa María las Fuentes, que tendrá una potencia total de 99,2 megavatios. En su primera fase consta de 16 aerogeneradores de 115 metros de altura, y cada uno de ellos con tres palas de 170 metros de diámetro.

Para ello, también se ha iniciado ya el procedimiento expropiatorio de fincas, que afecta a un total de 493 parcelas: 285 en el término municipal de Astudillo, 40 en el de Amusco, 36 en el de Monzón de Campos, 35 en el de Villalobón, 19 en el de la capital, 10 en terrenos de Magaz de Pisuerga, y 68 en Fuentes de Valdepero.

Este último municipio, hasta ahora, cuenta con 24 aerogeneradores en varias agrupaciones pequeñas, según los datos del Ente Regional de Energía (EREN). «Nos viene bien porque en nuestro caso están bastante alejados del casco urbano, así que no resulta invasivo, afianza los presupuestos y también es un ingreso extra para algunos particulares», compendia el alcalde de Fuentes de Valdepero, Fernando Martín Antolín.

Fuentes de Valdepero y Astudillo fueron de aquellos primeros pueblos en acoger energía eólica. ¿Se nota la diferencia, hay posibilidad de 'crecer'? Martín hace notar su localización estratégica a «nivel empresarial» y considera que hay suficiente espacio para plantear más parques. «La crisis anterior supuso un parón en este tipo de proyectos, pero en esta se puede ver un interés claro en que la eólica no deje de desarrollarse», apunta.

En Astudillo unos aerogeneradores están más cerca de las viviendas que otros. Suerte que las mediciones previas, las negociaciones y la experiencia ayudan a corregir el rumbo. «Hoy desde Patrimonio hay un control mayor de las distancias que guardan respecto a los monumentos y las casas, por ejemplo, y por eso este nuevo parque estará más alejado», explica Santos. «A medida que se ha visto que era la energía del futuro y que se ha observado los parques en funcionamiento, se ha podido valorar y legislar», completa.