Paco Ureña recibe una cornada de 25 centímetros en la Plaza de Toros de Palencia

La cogida a Ureña en el segundo de la tarde rompió la corrida y lo que debería haber sido una fiesta tornó en desasosiego por el estado de un torero marcado por la tragedia. Y es que el de Lorca, hace solo un año y dos semanas, perdió la visión del ojo izquierdo tras sufrir una cornada en la plaza de Albacete.

El toro, que paradójicamente fue uno de los mejores de una deslucida tarde, se coló por dentro durante una serie de pases con la muleta y fue certero en su derrote, pues rápidamente comenzó a brotar sangre por el muslo del matador.

De forma inmediata, Ureña fue trasladado por las cuadrillas a la enfermería, donde fue intervenido de lo que parecía ser una cornada extensa en dirección ascendente pero que, según las primeras informaciones, no afectaba al paquete cardiovascular.

Una hora y media tardó en operar a Paco Ureña el equipo médico de la plaza de Campos de Góticos y su jefe, Rafael Sánchez Nebreda, se encargó de ofrecer un parte médico que hizo respirar a los aficionados, preocupados por la sangre que salía borbotones de la herida. Pese a que saltaron todas las alarmas, la cornada solo afectó a vasos sanguíneos secundarios, tal y como relató Sánchez Nebreda en la enfermería del coso palentino. «Ha afectado a pequeños vasos y estamos pendientes de completar el estudio en el hospital», aseguró ayer al acabar la corrida el jefe del equipo médico,

El exhaustivo parte detallado por Sánchez Nebreda pone los pelos de punta, pese a que el hecho de que no haya afectado a vasos principales resta gravedad a un percance que fue catalogado como grave. «La herida tenía una doble trayectoria: una ascendente de unos 25 centímetros que disecaba el músculo con una contusión del paquete vásculo-nervioso y otra inferior-transversal de unos cinco centímetros de profundidad», explicó el médico, que una vez que concluyó su trabajo derivó a Ureña al Complejo Asistencial de Palencia. Se ha drenado, se han suturado los músculos y ha sido trasladado al Complejo Asistencial de Palencia», apuntó un Sánchez Nebreda que espera que su labor en la tarde de hoy sea meramente testimonial.

Debido a este inoportuno percance del torero lorquino, el primer festejo de la feria palentina quedó en un improvisado mano a mano entre Diego Urdiales y Antonio Catalán 'Toñete', con los toros de la ganadería de Antonio Bañuelos, en el que ambos diestros cortaron una oreja cada uno.