La pregonera literaria apela a la necesidad de líderes políticos «auténticos»

Entusiasmo al que se abrazó Imelda Rodríguez Escanciano para reivindicar en su intervención el orgullo que supone ser palentinos. «Es entender la serenidad como forma de afrontar la vida. Un carácter que es nuestra mayor riqueza, hoy tenemos que beber del entusiasmo de ser palentinos, del orgullo de pertenecer a una tierra de sueños realizados, porque es una preciosa manera de comenzar a celebrar San Antolín», dijo en un pregón literario –una seña de identidad de las fiestas de Palencia que comenzó a celebrarse en 1982– que dedicó a la memoria de su hermana Carmen, religiosa guaneliana fallecida en 2013, y de la que heredó un lema de vida ('Cuando una persona tiene un fuerte deseo de hacer el bien, rompe todas las barreras').

«Esto es justamente lo que hoy necesitamos, líderes capaces de crear prosperidad desde la inteligencia y la bondad». Se refirió la pregonera a palentinos ilustres que destacaron por su valentía, su brillantez y su humanidad –Jerónimo Arroyo, Jorge Manrique, Gabriel de Castilla, Juan Manuel Díaz-Caneja, José Casado del Alisal, Pedro Mozos, Victorio Macho o Nicolás Castellanos– y dedicó un capítulo especial a las mujeres líderes de esta tierra, como Trinidad Arroyo Villaverde, Adelina Álvarez Bartolomé o Blanca de Castilla, a la vez que expuso su teoría sobre la autenticidad, «que nace de la autoridad moral, del buen ejemplo, de la empatía, de la inteligencia práctica, de la serenidad, de la seguridad, de la coherencia, de la contundencia, de la valentía, de la honestidad y del sentido común. Ser auténtico es una de las mayores heroicidades de esta época, donde la mediocridad asoma, en muchos ámbitos, demasiado a menudo», apuntó.

A lo largo de su intervención, reclamó la presencia de más líderes auténticos en los ámbitos políticos y gubernamentales, «capaces de estar a la altura de nuestros sueños y de nuestro dolor. Necesitamos políticos y dirigentes capaces de trabajar en lo correcto, viendo el mundo desde los ojos de los demás. Haciendo lo necesario».

Se detuvo también en el Cristo del Otero, «que siempre ha mantenido los brazos abiertos para acoger y para proteger». La pregonera ensalzó la singular belleza de esta tierra y su carácter vanguardista en el ámbito educativo, fundando la primera universidad de España y una de las primeras de Europa. «Es innegable la riqueza cultural y natural de Palencia, pero no se puede dudar que son las personas su principal baluarte. Personas con la solidez de las rocas que dan origen al significado del nombre de nuestra ciudad», dijo emocionada.

El alcalde de Palencia, Mario Simón, que cerró el acto tras entregarle un obsequio conmemorativo, aprovechó para agradecer a la pregonera que ensalzara los valores palentinos, y a todas las personas, equipos e instituciones el trabajo de organización de las fiestas «por su colaboración, por mantener la mejor disposición para conseguir unos sanantolines que inunden y doten de actividad y entusiasmo cada rincón de nuestra ciudad», dijo el alcalde antes de que todo el teatro gritara 'Viva San Antolín y Viva Palencia'.