El obispo refuerza el culto a San Antolín con la procesión y veneración de las reliquias

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Esther Bengoechea

Aprovechó el obispo durante sus palabras ante los fieles para recordar que «celebramos la cuenta atrás de diez años para el milenario de la llegada de las reliquias de San Antolín a nuestra Catedral, que Dios mediante, se cumplirá el año 2034», para posteriormente recordar cómo el rey Sancho III de Pamplona las trajo desde Pamiers, lo que habla «del arraigo del culto cristiano católico en nuestra Diócesis».

Quiso centrar su discurso en la vida, en la que regala «a manos llenas el Resucitado», sin perder la ocasión de recordar que el camino a seguir es Jesús, es «escuchar su evangelio». La dualidad de vida y muerte, a la que se enfrentan los hombres y mujeres, la comparó con «miedo o amor». Denunció que la sociedad arrastra a la población «a vivir obsesivamente centrados en nosotros mismos, lo nuestro, los nuestros», y abogó por evitar este tipo de narcisismos que «reducen la vida al egocentrismo».

Puso como ejemplo a San Antolín, cuyas reliquias descansaron delante del altar durante toda la eucaristía. Y explicó que el santo «junto a tantos otros son nuestra inspiración para tomar el testigo de su legado». Por eso, «hoy Santiago y Antolín son honrados porque no amaron tanto su vida que temieran la muerte». Quiso concluir con la frase «queridos hermanos, no es heroísmo, es pura poesía. Jesús es el que ha muerto y resucitado para todos nosotros». Cientos de fieles en los bancos, en las sillas de plástico situadas en las naves laterales, de pie o apoyados en las paredes atendieron la homilía del nuevo obispo y la eucaristía entera, que contó con las canciones del Coro de la Catedral, dirigido por Miguel Antón y con Mariano Miguel al órgano.

La alegría continuó tras las amplias paredes de piedra de la Catedral con la Banda de Música, las peñas y los gigantes y cabezudos, que dirigieron la celebración hasta la Plaza Mayor. La procesión, muy animada y colorida, contó con mucho público, sobre todo infantil, que esperaba su tesoro: los cientos de caramelos que regalaron los peñistas por las calles palentinas.

No pudo faltar, como no podía ser de otra manera, los bailes regionales y el himno de Palencia, que tocó la banda de música desde el escenario situado delante del Ayuntamiento ante la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés; la vicepresidenta de la Junta, Isabel Blanco; la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el subdelegado de Gobierno, Ángel Miguel; el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo; y el resto de representantes institucionales, además de todo el público congregado por la plaza, que cantaba con orgullo la poderosa letra. Al finalizar los actos oficiales, se dejó ver el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, junto con la consejera de Agricultura, María González Corral, que acudieron para estar con sus compañeros de partido en San Antolín.