La familia del bebé de 15 meses que murió ahogado el jueves en un canal de riego en Villaluenga de la Vega celebraba junto a compatriotas esa jornada festiva para los musulmanes cuando ocurrió el suceso
Lo que estaba siendo una jornada de celebración de una fiesta de referencia para la comunidad musulmana, la del cordero, se convirtió en un solo instante en una tragedia, la que vivió una familia marroquí la tarde del jueves, después de que un bebé de 15 meses, Yasin, miembro de esa familia, muriera ahogado en un canal de riego en Villaluenga de la Vega, localidad en la residía junto con sus padres y una hermana de unos 5 años de edad. Yasin y su familia estaban en casa de unos vecinos también marroquíes con quienes guardan estrecha amistad celebrando esa fiesta, que conmemora un pasaje del Corán y se celebra cada año en recuerdo de la incuestionable lealtad que mostró Abraham, que finalmente sacrificó un cordero en agradecimiento a Dios en lugar de a su propio hijo. Se trata de un día en el que se celebra una gran comida en casa y al banquete se suele invitar a vecinos y amigos para compartir los manjares. En ello andaban las familias cuando Yasin, en un descuido, quizá una puerta mal cerrada, salió de la casa y recorrió los escasos metros que la separan de un pequeño canal de riego en la calle Fábrica al que cayó.
El suceso se produjo sobre las 17:00 horas y conmocionó a los vecinos de este municipio de la comarca de Saldaña, que incidían en que el sitio al que cayó Yasin «es un pequeño arroyo canalizado de hormigón que, tras pasar por un sifón, se transforma en un canal de riego». Fueron la madre del bebé y su vecina compatriota las que, alertadas por su ausencia de la vivienda, encontraron a Yasin en ese canal de riego, de unos 35 o 40 centímetros de profundidad, frenado su cuerpo por la rejilla de una arqueta. El médico de la localidad fue quien alertó al 112, y los servicios médicos trataron sin éxito de reanimar al pequeño Yasin, pudiendo certificar solo su muerte.
Villaluenga de la Vega decretó este viernes tres días de luto oficial y las banderas a media asta, mientras que la alcaldesa, Isaura de Nicolás, comentaba el deseo de la familia de enterrar al bebé en un cementerio musulmán de Burgos o trasladar el cuerpo hasta su país de origen.
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