Una enfermera palentina ansiosa por ayudar atrapada en Perú

Con esa estabilidad laboral y con muchas ilusiones aún por delante, Verónica Paredes, ahora con 31 años, se embarcó el pasado 12 de marzo desde Londres con otra amiga sevilla, Virginia Ochoa, en un viaje hacia Perú y Brasil. Pero el coronavirus provocó que las vacaciones duraran muy poco a estas dos jóvenes, ya que el día 15 de marzo por la tarde se anunció el estado de emergencia en Perú.

Aunque tenían previsto recorrer Sudamérica desde el Pacífico al Atlántico hasta el día 30, el gobierno peruano les dio menos de 24 horas para salir del país. En ese momento, se encontraban en Arequipa y, siguiendo instrucciones, en la mañana del lunes 16 acudieron al aeropuerto para poder volar a Lima con la esperanza de conseguir un vuelo de vuelta a Reino Unido. Pero el aeropuerto estaba colapsado y las autoridades bloquearon la entrada. Intentaron coger un autobús para cruzar la frontera de Chile, pero la inestabilidad añadida en los países vecinos y la posibilidad de que también cerrasen fronteras hizo que se quedaran en Arequipa.

En esta ciudad de un millón de habitantes, la segunda más poblada del país –que apenas supera la decena de fallecidos por el coronavirus–, se encuentran Verónica y su amiga Virginia. «Nos encontramos en un hostel en el centro de la ciudad a unos 10 minutos de la Plaza de Armas y nos consideramos afortunadas. Hasta el martes 24 hemos estado en cuarentena sin poder salir del hostel. Pero la gente de aquí nos ha estado ayudando tanto para hacernos la compra como asesorándonos con las gestiones administrativas», afirma desde el alojamiento en el que ha pasado tantas y tantas horas encerrada junto a otras sesenta personas,. Franceses, holandeses, ingleses, polacos y tres españoles, la palentina Verónica, su amiga la sevillana y un catalán. «Las calles se notan vacías y aunque entre algunos locales se percibe cierta hostilidad, no hemos tenido ningún problema. Y como el resto del mundo en estos momentos nos entretenemos como podemos, hemos organizado clases de yoga y de cross fit. mucha lectura, 'facetime' con familiares y amigos y mucha paciencia», añade.

De lo que sí tiene queja es de que las comunicaciones con las embajadas y el consulado no han sido tan fluidas como esperaban. «Entendemos las dificultades por la que esta pasando España y nos solidarizamos plenamente con la situación en estos momentos de incertidumbre y tensión debido al Covid-19», señala.

Asegura que solo buscan información «y saber que se está trabajando para a gestionar nuestra salida del país. Somos conscientes de que puede llevar tiempo y que las negociaciones con el gobierno peruano no están siendo fáciles debido a las restricciones y al toque de queda», explica.

El vuelo de vuelta de Verónica y su amiga hasta Londres tenía fecha del lunes 30 de marzo, pero ya fue cancelado hace más de una semana. «No tenemos vuelo ni manera de comprar uno online. Hablar con las aerolíneas es misión imposible y no podemos remitir nuestras dudas a nadie», manifiesta desesperada.

Un correo electrónico llegado este jueves pasado desde la Embajada explicando que se trabaja para organizar su traslado a Lima les ha dado cierta esperanza. «Pero aún no sabemos cuando se realizará. La embajada explica que los vuelos se operarán con Iberia, que aplicará una tarifa solidaria a los precios, aunque desconocemos cuánto será. Al mismo tiempo, estamos en contacto con la embajada inglesa, ya que como residimos y trabajamos allí queremos poder volar directamente a Londres para poder reincorporarnos a la plantilla del hospital y poder colaborar en estos tiempos difíciles», argumenta.

La prioridad es salir de Perú, por lo que están abiertas a cualquier solución, también la de volar a Madrid (este miércoles salió un avión con 300 pasajeros), si bien también echa de menos una mayor coordinación entre embajadas, consulados y aerolíneas, lo que de momento ha impedido que salgan de Arequipa.

Aunque en su alojamiento solo está con otros dos españoles, explica que tienen contacto por whatsapp y otras redes sociales con otros españoles en Perú (en este momento unos 900 retenidos) para compartir información. No obstante, asegura que por encima de todo, quieren hacer llegar hasta España un mensaje de «unión, tranquilidad y apoyo a todos los españoles dentro o fuera de España que están pasando por momentos difíciles».

Verónica Paredes sabe que el COVID está marcando un punto de inflexión en la sanidad, «pero España tiene la suerte de contar con excelentes y numerosos profesionales de enfermería, y en estos tiempos tan duros creo q la profesión está dando lo mejor de cada uno . Si puedes curar cura;si no puedes curar, alivia; si no puedes aliviar, consuela;y si no puedes consolar, acompaña». Es la máxima con la que ha crecido como enfermera y con la que quiere animar a todos los profesionales sanitarios, «para los que en estos momentos los equipos de protección son indispensables para poder seguir cuidando y evitando el contagio», dice a la vez que sabe, a través de muchas enfermeras españolas en Reino Unido, que tanto el personal como los equipos de protección empiezan también a escasear y que los profesionales están también enfermando.

Para su familia en Palencia, también quiere mandar un mensaje de ánimo y tranquilidad, porque, a pesar de la situación, se encuentra bien. Sabe que están preocupados por su situación de bloqueo en Perú y por la situación social derivada de esta crisis del coronavirus. Con serenidad y fuerza, les insiste en que «intenten llevarlo de la mejor manera posible siguiendo las recomendaciones de lavado de manos muy frecuente y quedándose en casa», dice. Son tiempos difíciles y también desde la distancia, hay que estar unidos.